El candidato a jefe de gobierno porteño por el oficialismo se convirtió en la primera voz del gobierno en hablar del caso Noble-Herrera y eligió nada menos que un medio del Grupo Clarín para asestar un duro golpe al kirchnerismo. En declaraciones a radio Mitre dijo que “hubo críticas apresuradas” respecto de la responsabilidad de la directora de Clarín en el caso y aseguró, en sintonía con lo que están pidiendo los abogados del grupo, que “hay que cerrar la causa” lo antes posible, una vez que finalicen los exámenes.

“Sí, hubo un análisis y críticas apresuradas del caso”, dijo el senador en radio Mitre y agregó que “el caso debería estar cerrado, sería un paso adelante”.

Filmus intentó eludir la insistencia de los periodistas sobre la necesidad de cerrar el caso -en línea con lo que pretende el grupo- y reivindicó todo el tiempo su participación en la ley que dispuso la obligatoriedad de los exámenes de ADN en casos de sospechas de hijos de desaparecidos.

Las palabras de Filmus rompieron el tenso silencio que reinaba en el arco kirchnerista desde el viernes cuando diera negativo los análisis de ADN de los hijos de la directora de Clarín y, además, toman distancia del discurso que se bajó hasta ahora desde la Casa Rosada.

Incluso, pareció una respuesta a los exabruptos de este viernes de su sucesor en Educación, Alberto Sileoni, que emparentó a Macri con la dictadura y volvió a complicarle la campaña que Filmus intenta moderar, pese a que la Casa Rosada sistemáticamente agudiza la confrontación con el jefe de Gobierno y los propios porteños.

Ahora, ¿quién realizó críticas apresuradas del caso que denunció Filmus? La propia Cristina Kirchner había asegurado a un periodista de Clarín que “estamos seguros que nuestros hijos, los accionistas de la empresa donde usted trabaja no pueden decir lo mismo. Si no encontramos justicia en Argentina las voy a acompañar a otros tribunales internacionales”.

En tanto, el legislador de La Cámpora, Juan Cabandié, había dicho que “le caben responsabilidades a la apropiadora de estos jóvenes”.

El diputado Carlos Kunkel, por su parte, también había considerado como un hecho que las muestras imputarían a la directora de Clarín. “Converso en general con los periodistas que me llaman para entrevistas, menos los que trabajan para los apropiadores de bebés”, sostuvo.

La demanda de Filmus para cerrar la causa contradice además el curso de acción que se intuye impulsa la Rosada y que tiene que ver con demorar la resolución final del caso. Esto quedó claro ayer con las declaraciones de la titular de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, que dijó que en el estudio de ADN contra las muestras de los años 1975 y 1976, faltaría realizar nuevas muestras en cuatro familias, que las pruebas genéticas no arrojaron resultados concluyentes.

Posición que también tomó la Justicia cuando la jueza Sandra Arroyo Salgado se negó a habilitar la conclusión del exámen durante la feria judicial, como habían pedido los abogados y la propia fiscal del caso. Esa decisión contribuye a estirar la resolución final del caso que ya lleva más de ocho años de idas y vueltas. Es que los ADN de los hijos d ela dueña de Clarín ya dieron negativos contra las familias demandantes y contra el universod e muestras de los años de su nacimiento, sólo resta compararlos con el resto de las muestras del Banco de Datos Genéticos.

La sombra de Alberto

A partir de ahora, parecería abrirse un nuevo escenario entre el aún candidato a jefe de Gobierno porteño y el ultra kirchnerismo. Es que en la Casa Rosada históricamente resistieron a Filmus, por sus conocidos vínculos con Alberto Fernández y destacados albertistas como Aníbal Ibarra y Nicolás Trotta.

Hoy, en una entrevista con La Nación, Fernández defendió a Filmus pero cuestionó la campaña que el kirchnerismo llevó adelante y la metodología elegida por Cristina para elegir al candidato porteño. De los cuestionamientos del ex jefe de Gabinete tampoco se salvó La Cámpora. "Quedó en evidencia que esa fuerza tiene una capacidad de movilización relativamente importante, pero no tiene capacidad de obtener votos", dijo hiriente.

No es un secreto que al ex jefe de Gabinete se lo acusó varias veces de ser un aliado de Clarín. De hecho, La Nación hoy lo consulta al respecto y Fernández respondió molesto: “Me parece una imbecilidad profunda”, dijo.

Al igual que Fernández, Filmus también mantuvo buenos lazos con Clarín que quedaron en evidencia cuando ocupó la cartera de Educación. El entonces ministro acordó la distribución de manuales elaborados por Tinta Fresca, la editorial del Grupo Clarín, entre las escuelas públicas.

Pero desde que empezó a competir por ser el elegido de Cristina, Filmus minimizó sus contactos con los periodistas de Clarín y hasta ensayó gestos de intolerencia, acaso destinados a agradar a la Casa Rosada. Hace un mes intentó prohibir el ingreso de periodistas de ese medio a una conferencia de prensa en el Senado. Y, tras perder las elecciones el pasado domingo, responsabilizó por la derrota a "los grandes medios". Ahora, parecería intentar retornar a esos viejos lazos.

Entre las hipótesis que se barajan, algunas sostienen que Filmus buscaría un camino de regreso al grupo en vistas de una inminente derrota en el balotaje porteño frente a Mauricio Macri. Una manera de intentar reconstruir un horizonte para su carrera política.

Sin embargo, en el disciplinamiento que imponen desde la Casa Rosada, no existe algo más delicado que hablar con el grupo que conduce Héctor Magnetto. El propio Alberto Fernández quedó afuera del gabinete por sus lazos con el grupo, luego que la pelea con el campo detonara la relación de Kirchner con Clarín. Y hace apenas unas semanas, el senador José Pampuro fue excluido de las listas de candidatos sólo por hablar en off con periodistas de Clarín.