En el Luna Park, el intendente de La Plata Pablo Bruera lideró un nuevo acto de su línea interna del peronismo con palos a Hugo Moyano y a Néstor Kirchner, pocas horas después de que ambos lideraran en la capital platense el acto de asunción del jefe de la CGT al frente del PJ bonaerense.

“Esa foto atrasa cincuenta años: había más policías que gente”, protestó el intendente, desde un escenario que lo tuvo como único orador, ante un público que copó el mítico estadio porteño con banderas con la marca de decenas de distritos bonaerenses pero con muy pocos nombres propios, a excepción de los concejales y funcionarios platenses, como la fracción del Movimiento Evita de Santiago Martorelli, jefe de Gabinete de Bruera.  

El intendente de La Plata enumeró entre su público a “gremios, cooperativas, empresarios, PYMES, jóvenes, hombres y mujeres” de su Frente Renovador Peronista, la línea interna del PJ bonaerense con la que, anunció, “recorreremos todos los distritos hasta fin de año y pelearemos por todos los cargos que haya que pelear”.

Ni bien pisó las tablas, el intendente se separó por completo de la conducción del peronismo provincial saludando al vicegobernador Alberto Balestrini, internado víctima de un ACV, a quien remarcó como “el natural conductor del peronismo”, en desmedro de Moyano, su reemplazante desde hoy.

Sus arengas por ganar lugares en el partido dominaron su eufórico discurso. “Hay que lograr la unidad de todo el peronismo, de los que están adentro y los que están afuera”, requirió, una clara invitación a la dirimir candidaturas en internas.

“El peronismo va a ser un gran movimiento popular, no un partidito que se anda peleando con los medios de comunicación”, siguió, en clara alusión a la disputa del Gobierno con el Grupo Clarín.

Encumbrado como candidato bonaerense Bruera se metió en los problemas de gestión de Daniel Scioli. “La provincia de buenos aires tiene que ser esa fábrica de geenrar pobres por una coparticipación mezquina”, reclamó.

Criticó el crecimiento del delito, “porque por más plazas que se hagan, sino se arregla la seguridad no se arregla nada”.

Pero puntualizó sobre la continuidad de la reforma policial iniciada por Luis Lugones durante la última etapa de la gobernación de Eduardo Duhalde. “Se intentó que la policía sea manejada por un civil y que no sea un cuerpo autónomo armado, se diferenció”.

Finalizó advirtiendo que “el Frente Renovador nació para quedarse”, para despejar cualquier especulación. Sin compañía en el escenario cerró la tarde-noche coreando la marcha peronista.