Cristina Kirchner descolocó a quienes esperaban un discurso flamígero y medidas de "chavización" extrema del estilo de la estatización de Papel Prensa o su intervención por parte del Poder Ejecutivo.

En un largo discurso por cadena nacional se limitó a mechar ironías contra el CEO de Clarín, Héctor Magnetto, con brindar un exhaustivo relato d ela supuesta propiación ilega de es acompañía durante la pasada dictadura militar por parte de Clarín y La Nación.

Además, anunció que presentará ante la Justicia el informe en el que se denuncian esos crímenes y que enviará al Congreso un proyecto de ley para declarar de interés público la producción de pasta de celulosa para papel de diario, impulsar una política de mayor inversión y crear una comisión bicameral de seguimiento para someter el marco regulatorio al Congreso. Casi un programa social demócrata, muy lejos d elos fantasmas chavistas agitados durante los últimos días.

En su discurso aseguró que la empresa "es la única que produce y comercializa pasta de celulosa para hacer papel de diario en Argentina" y agregó que se trata de "una compañía monopólica organizada verticalmente".

También, al desarrollar el contenido del informe "Papel Prensa: La Verdad" presentado previamente por la morenista Beatriz Paglieri -a quien reiteradamente mencionó como Pagliari- denunció la existencia de una suerte de acuerdo subterráneo "sindicalización" entre Clarín y La Nación para controlar la compañía.

"Son los que recomiendan a diputados y senadores que voten de acuerdo con sus decisiones. Ahora se entiende cómo algunos votan en la Cámara. Debe haber un comité directivo en el Congreso. Las empresas los obligan a propiciar, promover, votar y hacer votar en forma uniforme las decisiones del comité directivo" chicaneó a la oposición.

En un extenso discurso, que sien embargo, no cayó en golpes bajos ni agresiones y se ajustó a la documentación obtenida, ante un salón colmado -pero en el que brillaron la sausencias empresarias- la Presidenta dijo que el informe contiene un "verdadero thriller argentico" con “datos escalofriantes, historias sórdidas y vejaciones”.

Además, en uno d elos tramos más fetejados de su discurso por los presentes, ironizó sobre un reciente editorial de "Clarín" que afirmó en su título que el gobierno quiere avanzar sobre Papel Prensa para controlar la palabra impresa.

"A confesión de parte relevo de prueba, porque uno infiere entonces que Clarín piensa que controla Papel Prensa y por lo tanto la palabra impresa. Coincido con Clarín, porque quien controla Papel Prensa controla la palabra impresa ya que es la única empresa que produce en el país pasta de celulosa", apuntó.

Y en es esentido señaló que la decisión de enfrentra a Clarín y La Nación "no es para controlar a nadie, es simplemente para que dejen de controlar a todos los argentinos y que la seguridad jurídica y las reglas del libre comercio en serio puedan ser gozadas por todos los empresarios editoriales y no editoriales".

"Hay un poder en Argentina que está por sobre quien ejerce la primera magistratura, y también el poder legislativo y judicial. Siento que hay un poder que como todo verdadero poder es invisible a los ojos, pero que aflora en algun momento y creo que hace décadas que los argentinos y los poderes del Estado tienen una subordinación hacia intereses o presiones. Esto lo vi en todo el desarrollo de este expediente", agregó.

"Quiero un país diferente en serio, democracia sin tutelajes y sin que tengan temor los políticos a ver qué dice tal dario de mi. Una sociedad sin miedos, confiamos en que la democracia pase esta prueba de ácido",
finalizó.