
El Congreso tiene un rol clave en el sistema polÃtico brasileño. Define los tiempos de los debates, la aprobación del Presupuesto y, en el caso de la Cámara de Diputados, la llave para abrir un juicio polÃtico. Como anticipó LPO, Lula está mirando con preocupación e interés en como quedará conformado el Congreso y refuerza la campaña por los candidatos de su frente para Diputados y Senadores.
Lula quiere evitar que el Parlamento mantenga el poder que ostentó con Bolsonaro, sobre todo en lo que se conoce como "Presupuesto secreto", un mecanismo aprobado a mediados de 2020 con el que cada año un parlamentario ejerce como "relator" en las partidas presupuestarias para sugerir a los ministerios federales dónde y cómo destinarlo. Se trata de un recurso muy cuestionado porque viola los principios de transparencia e impersonalidad que requiere cualquier ley de presupuestos y que desde su aprobación ha servido a Bolsonaro para mantener la gobernabilidad y favorecer al Centro para que inyectar recursos en sus ciudades.
Lula quiere las presidencias de Diputados y Senadores para "terminar con el semipresidencialismo"
Esta elección también vota la totalidad de los diputados y la mitad del Senado re-definiendo el equilibrio de fuerzas que Lula pretende que sea favorable para el bloque de izquierda que le permita contar con la espalda para elegir la presidenta de la Cámara de Diputados, hoy en menos de Arthur Lira, del PP (Centrão) y aliado de Bolsonaro.
No obstante, un reciente informe indica que el escenario para Lula no serÃa el esperado. El autor de ese trabajo que llegó a las manos de la cúpula petista proyecta que los partidos de centroderecha que integran el Centrão como el Partido Liberal (al que está afiliado Bolsonaro), Partido Pogressistas (PP), Union Brasil y Partido Social Democrático (PSD) tendrán la mayorÃa de los escaños mientras que el bloque de izquierda se perfila como primera minorÃa, con hegemonÃa del Partido de los Trabajadores.
En relación al número total de partidos con representación en la Cámara, el informe sostiene que habrá una reducción en comparación con 2018. En las últimas elecciones, fueron 30 las fuerzas polÃticas con representación legislativa y para este año se pronostica entre 22 y 23. Este cambio está vinculado al cambio de las reglas electorales y la propia dinámica de campaña.
El autor del trabajo es Antonio Augusto de Queiroz, periodista, analista y consultor polÃtico, magister en PolÃticas Públicas y Gobierno de la Fundación Getulio Vargas quien explicó a LPO que "lo que pase con el Congreso es fundamental, ya sea para oponerse a agendas consideradas retrógradas -como negacionistas, antidemocráticas, antirrepublicanas y confrontativas- en caso de reelección, o para apoyar a un presidente con visión humanitaria, apoyando su agenda de polÃticas públicas de inclusión, oportunidad y respeto por los derechos humanos y el medio ambiente, en caso de elección de Lula".
"El próximo Congreso, por tanto, jugará un papel clave en cualquier evento. Los votantes brasileños necesitan reflexionar mucho antes de votar para las elecciones al Congreso Nacional, porque si eligen mal, aunque elijan a un presidente progresista, corren el riesgo de bloquear el programa de ese gobierno. O, si el actual gobierno es reelecto, profundizar la agenda de desmantelamiento de las polÃticas sociales", agregó.
En relación a la proyección que se maneja para la composición del Parlamento, Queiroz sostuvo que "la Cámara de Diputados tendrá tres grupos fuertes: uno de centro-derecha, encabezado por Centrão, con unos 200 diputados, que será la mayorÃa; uno de izquierda/centro-izquierda, con unos 150, y un grupo en el centro del espectro polÃtico, con unos 150 diputados. En relación a la base de cualquier gobierno, tres tipos de fuerzas polÃticas: una de apoyo consistente al gobierno; uno de apoyo condicionado y otro de oposición". "Si Bolsonaro es reelegido, tendrá un apoyo fuerte y consistente, un apoyo condicionado y una oposición de tamaño medio. Si Lula es elegido, tendrá una gran oposición, un apoyo consistente y un apoyo medio condicionado. El Presidente de la República, dependiendo de su capacidad de diálogo y negociación, puede alterar esta correlación de fuerzas, con más chances de que eso suceda en caso de la elección de Lula. PodrÃa reducir el avance del Congreso sobre el presupuesto público", agregó.
Lula viene diciendo que "hay que mirar al Congreso" y critica el poder que adquirió con Bolsonaro. Para el especialista, "el expresidente tiene toda la razón. El Congreso Nacional ha avanzado sobre el presupuesto público de tal manera que si no hay freno, el conflicto distributivo será aún más intenso, con la transferencia de recursos que deben aplicarse de manera isonómica para favorecer a grupos especÃficos. En cuanto a posibles tensiones, parece un riesgo razonable, dada la polarización de las elecciones. Para un eventual gobierno de Lula, tener una base sustantiva grande es esencial, ya que la oposición a su gobierno será numéricamente significativa".
Por último, Antonio De Queiroz asegura que "el PT será la primera o segunda bancada más grande de la Cámara. Sin embargo, para elegir a los presidentes de las dos Cámaras -Cámara y Senado- tendrá que componer fuerzas independientes o de centro, especialmente aquellas que no están organizadas en el llamado Centrão". "El Lula sólo podrá derrotar a Centrão en la disputa por la presidencia de la Cámara, por ejemplo, si compone con partidos como el MDB, PSDB, PSD e incluso con una parte de União Brasil. En caso de elección de Lula, los desafÃos serán grandes para elegir a los presidentes de las Casas. Requerirá mucha capacidad de diálogo y negociación por parte del presidente", culminó.
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