A pocos dÃas de que España asuma la presidencia de la UE y semanas de celebrarse la cumbre entre el bloque europeo y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), el mandatario latinoamericano con más poder e influencia presiona para destrabar un acuerdo comercial que sigue muy empantanado.
El presidente brasileño, Lula Da Silva, sabe que, de no mediar ningún golpe sobre la mesa, las diferencias asoman como insalvables. No obstante, en su reciente gira por Europa, no dudó en poner el tema en agenda.
Aprovechó sus reuniones con el presidente de Francia, Emmanuel Macron, para ratificar el descontento de su bloque por las exigencias medioambientales de la UE ("carga adicional" en palabras de Lula), entendibles desde lo teórico, pero difÃciles de cumplir para economÃas emergentes, más cuando ningún paÃs ha respetado los acuerdos de Copenhague o ParÃs".
La Jefa de la UE quiere cerrar el acuerdo con Mercosur antes de fin de año, pero Francia no cede
"Se necesita un poco más de flexibilidad para lograr un acuerdo bueno para todos", en una clara referencia a la postura de Francia de no querer abrir la economÃa para no dañar a sus agricultores.
"Es importante recordar que necesitamos a la UE y ellos nos necesitan mucho. Por lo tanto, es importante que dejemos un poco de arrogancia a un lado y tratemos de usar el sentido común para negociar. Y eso vale para nosotros y eso vale para ellos", dijo Lula a los periodistas en ParÃs.
¿Sacrificar el medio ambiente o el modelo agrÃcola? El dilema que divide a la Unión Europea
El lÃder latinoamericano reconoció sus diferencias con Macron. "Creo que es normal que Francia intente defender su agricultura. Puede ser un punto de inflexión más difÃcil, pero es normal que también entiendan que Brasil no puede renunciar a las compras del gobierno".
Una clausula que piden los europeos es que sus empresas le puedan vender al sector público del Mercosur, medida que Brasil rechaza. Lula se quejó de las "amenazas" en las negociaciones, otro escollo para el acuerdo.
"Hago una respuesta, ¿cómo puedes tener una asociación estratégica con amenazas que se hacen contra socios estratégicos?", planteó sin dar nombres propios, pero en referencia a otro apéndice que se adjuntó en las últimas semanas a las negociaciones: las sanciones a las naciones que no cumplan con los objetivos climáticos.
Afirmó, sin embargo, que "por más desacuerdo que haya, es posible que terminemos con un acuerdo. Esta es la ley de la naturaleza, y esto es lo que lograremos hacer".
Lula volvió a repetir que las polÃticas climáticas son claves en su hoja de ruta como demuestra su compromiso "de honor" hacia la cero deforestación de la Amazonia para 2030.
"Hace falta restaurar la tierra degradada, después habrá igualmente que ocuparse de los acuerdos internacionales, los acuerdos comerciales", dijo. Pero insistió en que las condiciones que exige la UE, tal como están planteadas, son "inaceptables"
Por favor no corte ni pegue en la web nuestras notas, tiene la posibilidad de redistribuirlas usando nuestras herramientas.