Europa se encamina a una gran moratoria verde que ralentizará la lucha climática. En plena crisis medioambiental, tras un verano europeo en el que se han batido todos los récord de temperatura y en el que se han desencadenado los peores desastres naturales en décadas, los ministros e Industria de la Unión Europea han acordado este lunes pedir que se rebaje la ambición climática que demandan los planes de la Comisión Europea.
La mayoría de los 27 países que integran el bloque consideran que la hoja de ruta trazada por Ursula Von der Leyen para descarbonizar las economías es "demasiado ambiciosa e incluso irreal", por lo que exigen metas "realistas" y "equilibradas".
La primera medida de esta moratoria ambiental será exigir retrasar la aplicación de la norma "Euro 7" (una serie de normas de emisiones que establecen los límites de contaminantes permitidos para los vehículos nuevos vendidos en la UE) de 2025 a 2027 para los coches y vehículos ligeros y de 2027 a 2029 para los camiones.
La versión acordada este lunes, presentada por la presidencia española de la UE, fija la posición de los Estados miembros. Ahora se abre una negociación con el Parlamento para llegar a una versión final.
El impacto de la crisis climática en las cosechas: Grecia pierde una cuarta parte de su agricultura
"Nuestra posición quiere continuar el camino de liderar la movilidad del futuro y adoptar niveles de emisiones realistas para los vehículos de la próxima década, al mismo tiempo que ayudamos a nuestra industria a dar el salto definitivo hacia coches no contaminantes en 2035, explicó el ministro español en funciones de Industria, Comercio y Turismo, Héctor Gómez.
Los ministros justifican esta moratoria en la la necesidad de preservar la competitividad de la industria automovilística europea frente a Estados Unidos o China.
Para Gómez, lo acordado es un "término medio" entre la necesidad de mejorar la calidad del aire y proteger la salud humana, por un lado, y lograr que la industria europea del automóvil siga siendo competitiva en la escena mundial.
Los gobiernos de toda Europa están sufriendo fuertes presiones del lobby automotriz. El sector cifra en 300 mil los empleos que pueden perderse de cerrarse las plantas de embalaje y de fijarse los nuevos límites de emisiones contaminantes
Para la ONG Transporte y Medio Ambiente, el acuerdo "socava por completo los esfuerzos para reducir la contaminación tóxica del tubo de escape bombeada al aire que respiramos".
"Los ocho Estados miembros -Bulgaria, República Checa, Francia, Hungría, Italia, Polonia, Rumanía y Eslovaquia- que han presionado por los intereses de la industria automovilística por encima de la salud de sus propios ciudadanos deberían sentirse avergonzados", afirmó su portavoz, Anna Krajinska.
LPO viene dando cuenta del "dilema" que enfrenta la UE ante las advertencia científicas (descarbonizar más rápido para evitar un colapso climático) y las presiones de los sectores que perderán rentabilidad ante las transformaciones que exige la transición ecológica.
La agricultura es otra sector que exige paralizar las políticas del Pacto Verde. La Ley de Restauración de la Naturaleza logró ser aprobada con muy poco margen, pero el temor de los eurodiputados que defienden este plan es que las próximas normativas queden atascadas.
El PPE, con el alemán el alemán Manfred Weber, pide una moratoria para no "comprometer a los agricultores europeos". La petición cuenta con el respaldo del presidente de Francia Emmanuel Macron, el único mandatario que, por el momento, se animó a pedir este freno.
"Estamos por delante, en términos regulatorios, de los estadounidenses, de los chinos y de cualquier otra potencia del mundo. No debemos hacer nuevos cambios en las reglas, lo que supondría muchos riesgos", repite el mandatario francés sobre el tema.
Por favor no corte ni pegue en la web nuestras notas, tiene la posibilidad de redistribuirlas usando nuestras herramientas.