
Por primera vez, el campo español saca músculo para rechazar la agenda medioambiental que ha empezado a aplicar la UE para transformar a la agricultora en un modelo productivo más ecológico y sustentable.
El movimiento agrÃcola anti Pacto Verde ya es un actor polÃtico de peso en otros graneros del continente, como Francia y Holanda. En España, aunque con quejas y reclamos, el malestar de muchos agricultores por las exigencias de Bruselas no se tradujo en un grito potente, movilizador y uniforme.
Sin embargo, la manifestación convocada por las tres principales organizaciones agrarias (ASAJA, COAG y UPA) para este martes en Córdoba, donde tendrá lugar la reunión de ministros de Agricultura de la UE en el marco de la presidencia española, marca una nueva fase de reclamo, en sintonÃa con el clamor rural de los paÃses vecinos.
El detonante para exigir que el Gobierno y que la UE pongan en pausa la aplicación de las medidas medioambientales aprobadas en la última reforma de la PAC aprobada por Bruselas ha sido el "durÃsimo golpe económico" de las malas cosechas, estropeadas por la sequÃa y las olas de calor.
Los organizaciones se quejan de tener que afrontar un "cambio de modelo" -la transformación de la agricultora de "toda al vida" a otra más sostenible- en medio de una "situación ruinosa" como consecuencia de la disparatada subida de los costes de producción, (superior al 35% en 2022); la caÃda de la productividad por la crisis climática y los muy bajos precios precios en origen.
"Ante la situación de indefensión que vive el sector agrario, amenazado por las polÃticas de la UE y la creciente competencia desleal de terceros paÃses y gravemente atenazado por el encarecimiento de los costes de producción, la sequÃa y la falta de rentabilidad de las explotaciones, las organizaciones agrarias convocantes exigen soluciones polÃticas coherentes en materia de cambio climático, seguridad alimentaria y protección del tejido productivo nacional y europeo", piden los agricultores.
El fastidio rural pasa, sobre todo, por las "exigencias de burócratas con traje" de pedir costosas reformas estructurales con menos recursos y menos rentabilidad.
La crisis climática disminuye en dos años un 53% la producción de los cereales españoles
"Estrategias como la "De la granja a la mesa" o la Ley de Restauración de la Naturaleza se quedan en meras polÃticas de escaparate verde si no cuentan con una hoja de ruta realista y medidas de apoyo mucho más ambiciosas para que los agricultores profesionales puedan acometer la transición de manera justa, equilibrada y rentable", aclaran.
"Por todo ello -concluye el comunicado emitido en forma conjunta por estas agrupaciones- reclamamos a los ministros de Agricultura de la UE un viraje en las polÃticas agrarias y la consideración de la alimentación como asunto de máxima prioridad".
"Es un cambio total de modelo. No estamos en contra de las medidas para potenciar la sostenibilidad porque somos los primeros interesados. La adaptación verde requiere de mucho dinero. No es que no la queramos hacer, pero con tiempo, en un plazo más amplio, y con unas inversiones que no supongan que se lleven por delante a muchos de los agricultores y ganaderos", resume el presidente de Asaja, Pedro Barato.
La bronca agraria es con Bruselas y también con Moncloa. Las organizaciones entienden que, en la última legislatura, el ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico, conducido por Teresa Ribera, tuvo "mucho más peso" que el de Agricultura y Pesca, dirigido por Luis Planas.
La lectura polÃtica es que Pedro Sánchez -de ser investido nuevamente- reforzará su papel por agenda verde en la UE. Y aunque no se menciona ni se hace referencia explÃcita, el nuevo posicionamiento del campo español coincide con los planteos del PP y de Vox.
En los programas electorales del 23J, los populares prometÃan "racionalizar los objetivos y flexibilizar el calendario de aplicación" de la agenda verde Europea, mientras que la ultraderecha promovÃa la "eliminación total" de esta hoja de ruta.
LPO adelantó en su dÃa que la corriente conservadora que pide frenar la agenda verde gana fuerza en Bruselas y que un grupo de paÃses presionan a la presidenta de la Comisión, Von der Leyen, para que autorice exenciones ambientales agrÃcolas para 2024.
El frustrado intento de tumbar la Ley de Restauración de la Naturaleza -defendida por Ribera y todo el Gobierno- fue sola punta del iceberg de un movimiento liderado por la fracción más conservadora del Partido Popular Europeo (PPE) y la ultraderecha (ECR) para paralizar todas las polÃticas ambientales de la UE.
El ecologismo demanda más ambición a Bruselas
Mientras los agricultores exigen poner el freno de mano al Pacto Verde, el ecologismo español reclama que la UE avance, con más firmeza, hacia "otro modelo agroalimentario", "más justo, sostenible y respetuoso con el mundo rural"
Medio centenar de organizaciones - sociales, ambientales y de consumidores- se congregaron frente a los ministros de Agricultura europeos reunidos en Córdoba.
Los colectivos señalan la "necesidad de actuar con urgencia para que se dé un cambio radical en el modelo agroalimentario".
"En el actual contexto de crisis climática y ecológica global, el modelo agroalimentario industrializado y globalizado, basado en la explotación de la naturaleza y las personas, ha demostrado su vulnerabilidad, por ejemplo, frente a perturbaciones como la pandemia de la COVID-19, la guerra de Ucrania o las sequÃas prolongadas. Por ello, las organizaciones reunidas en Córdoba han reivindicado que las polÃticas europeas se dirijan hacia la agroecologÃa, la soberanÃa alimentaria y el feminismo como las únicas alternativas capaces de alimentar a la población de forma saludable, socialmente justa y ambientalmente respetuosa", reza el comunicado difundido este lunes.
Y agrega: "Solicitamos a los ministros y ministras de la UE que pongan todos los medios a su alcance para asegurar que la transición en marcha sea justa con las personas y el planeta, asegurando el futuro del campo y sus gentes".
La apuesta a futuro, según estas organizaciones, es que la UE apueste por pequeñas y medianas granjas, con manejos agroecológicos que sostienen un mundo rural vivo, en detrimento de la ganaderÃa y agricultura industrial intensiva.
"La industria y la distribución deben garantizar precios justos, tanto para quienes producen como para quienes consumen, para lo cual es fundamental el apoyo a los canales cortos de comercialización y las normativas e infraestructuras públicas para la transformación agroalimentaria a pequeña y mediana escala", concluyen.
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