
El acuerdo entre la vicepresidenta y ministra de Transición Ecológica y Reto Demográfico (MITECO), Teresa Ribera y el presidente de la Junta de AndalucÃa, Juanma Moreno, para paralizar el proyecto que pretendÃa legalizar regadÃos clandestinos en Doñana es la punta de un iceberg de un conflicto estructural mucho más grande que, tarde o temprano, de forma ordenada o anárquica, las administraciones polÃticas y los agricultores tendrán que aceptar y enfrentar: la obligación de reducir los regadÃos del sector productivo por la escasez de agua y la desertificación.
En su informe titulado Estrategia Nacional de Lucha contra la Desertificación, el MITECO reconoce que "el potencial productivo" de España en materia agrÃcola, el mote de la "huerta de Europa, supone como "contrapartida" el uso de un volumen importante de agua en un paÃs con territorios donde esta es escasa".
En torno al 80% del volumen total de usos del agua se destina al regadÃo productivo, según cifras oficiales. Actualmente esta superficie alcanza los 3,8 millones de hectáreas, lo que supone alrededor del 23 % de la superficie total cultivada y aporta el 65% del valor de la producción final agraria.
Desde hace años que la comunidad cientÃfica advierte que es necesario reducir los regadÃos ante el inevitable escenario climático al que se encamina España, con más sequÃas y una mayor erosión de sus suelos. España figura en la lista de los paÃses con mayor estrés hÃdrico del mundo, según la última actualización del Instituto de Recursos Mundiales, un organización mundial, no gubernamental, de investigación cientÃfica.
Sin embargo, en la última década (2010-2020), la superficie de regadÃo se incrementó un 14%, mientras que la superficie cultivada total se redujo un 1,3 %.
En paralelo a este "insostenible" crecimiento, la reservas hÃdricas, por causas naturales (sequÃa) y productivas (la sobreexplotación), han ido disminuyendo. La merma ha sido crÃtica en los últimos dos años ante la falta de lluvias.
Este martes, el MITECO informó un nuevo descenso del agua embalsada, que encadena más de 3 meses a la baja -la DANA de septiembre no ha revertido esta tendencia- y está al 35,3% de su capacidad total, muy por debajo del promedio de los últimos diez años para esta misma semana: 48.21%.
Una de las cuencas hidrográfica más crÃticas es la de Segura, que abarca territorio de cuatro comunidades autónomas: Murcia (prácticamente en su totalidad), la comunidad de AndalucÃa (provincias de Jaén, Granada y AlmerÃa), Castilla-La Mancha (provincia de Albacete) y la Comunidad Valenciana (provincia de Alicante).
Esta cuenca está hoy al 23,68% de su capacidad, con una situación mucho más apremiante que en octubre del año pasado (33%). Tan delicado es el panorama, que el miércoles, la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS), organismo adscrito al MITECO, propuso reducir este semestre los caudales de riego un 10% en el caso de los regadÃos tradicionales y un 15% en el de los no tradicionales ante un "escenario de alerta" que puede agravarse.
Sin embargo, el voto de los gobiernos de la Región de Murcia, de AndalucÃa y de Valencia, junto al Ayuntamiento de Murcia y los regantes, tumbaron la propuesta aduciendo que "hay que sacar adelante las cosechas".
El presidente de la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS), Mario Urrea, intentó en vano aclarar que la reducción, de entre 20 y 25 hectómetros cúbicos de los 250 que se prevén disponibles en la cuenca del Segura, era "muy moderada" y que podrÃan ampliarse si el otoño es poco lluvioso.
"No cabe hablar de restricciones", negó la consejera de Agua, Agricultura, GanaderÃa y Pesca de Murcia (PP/Vox), Sara Rubira, quien hasta hace poco fuera presidenta de una comunidad de regantes. La titular de Agua repitió que el Gobierno regional "siempre va a votar a favor de los regantes".
La funcionaria le exigió al Gobierno de España "una urgente adopción de medidas de emergencia ante la preocupante situación de escasez hÃdrica que sufre la Región de Murcia", rechazando todas las previsiones cientÃficas de los escenarios futuros, con el cambio climático como trasfondo, por alentadores para su región.
"SequÃa agravada por el cambio climático y escasez acentuada por la sobreexplotación. Aconsejo al PP no engañar a la gente diciéndole que se resuelve con más embalses, y visión de Estado", respondió con enfado Hugo Morán, Secretario de Estado de Medio Ambiente.
AndalucÃa y Murcia se encaminan a "una reducción importante de los recursos totales disponibles, un incremento de episodios extremos de sequÃas, que incrementará el estrés hÃdrico, los conflictos por el agua y los impactos derivados de los déficits hÃdricos", explican los técnicos del MITECO.
Los expertos internacionales advierten el mismo escenario. Xavier Leflaive, director del equipo de agua en la Dirección de Medio Ambiente de la OCDE aclara que "la mayorÃa de los regÃmenes hÃdricos en Europa son legados de tiempos de abundancia" y que urge "reformarlos para que reflejen la escasez".
"Estas son reformas muy complicadas y polÃticamente difÃciles, pero para son esenciales", viene desde hace tiempo aclarando este especialista.
Por lo pronto, en el caso de la Cuenca del Segura, los gobiernos del PP de Murcia, AndalucÃa y Valencia, siguen con la prédica de prometer agua que ya no hay.
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