Entre todas las acusaciones que desparramó Amado Boudou en su largo monólogo en el Senado, un dato importante pasó casi desapercibido. El vicepresidente reveló que en dos ocasiones –cuando estaba a cargo de la Anses y luego del Palacio de Hacienda- lo visitaron dos abogadas para ofrecerle “aceitar” las relaciones con los jueces de Comodoro Py.

Mencionó expresamente al estudio –le tenía anotado en un papel ayuda memoria- García, Labat, Musso y Righi. El primer impacto obvio es que había acusado nada menos que al estudio del procurador de la Nación y ex ministro de Cámpora, Estéban “Bebe” Righi, un ídolo de la militancia camporista que cuando fue ministro del efímero presidente liberó a todos los presos de organizaciones revolucionarias, despertando el enojo del propio Juan Perón.

Luego, Righi se refugió en su cátedra de la UBA donde trabajó junto al ex jefe de Gabinete, Alberto Fernández, que al asumir Néstor Kirchner la presidencia lo ubicó en la Procuración, al igual que logró que designaran a otro colaborador de aquellos años, Daniel Rafecas, en el juzgado federal que hoy tiene a maltraer a Boudou.

Pero el párrafo explosivo que deslizó ayer el vicepresidente revela aún más cosas. “Cuando yo era director ejecutivo de la Anses me vinieron a ver de un estudio de abogados a la Anses, el estudio García, Labat, Musso y Righi, a mi despacho para decirme que yo era nuevito, que no entendía como funcionaba esto. Que yo tenía que tener buenos lazos con Comodoro Py. Que era muy importante desarrollar esa relación”, dijo Boudou.

Luego agregó que esas mismas “abogadas” los visitaron tiempo después cuando asumió como ministro de Economía, en dos ocasiones, el 3 de julio de 2009 y el 20 de mayo de 2010. “Otra vez con el mismo cuento, que tenía que tener una buena relación, que ellos eran el nexo adecuado, que había que aceitar la relación con los jueces”, agregó revelando detalles explosivos de una práctica usual pero pocas veces blanqueadas: los estudios de abogados de ex funcionarios judiciales o allegados a estos que venden "interlocución" en Comodoro Py.

La conexión Montenegro

Las “abogadas” mencionadas por Boudou no son otras que Ana García Righi, nada menos que la esposa del procurador Righi y María José Labat, esposa del ministro de Justicia y Seguridad porteño, Guillermo Montenegro. Montenegro fue antes de asumir su cargo en el macrismo, uno de los jueces federales de Comodoro Py y siempre tuvo aceitadas relaciones con el kirchnerismo.

Montenegro supo frecuentar en los inicios del kirchnerismo al publicista Jorge “Topo” Devoto, que financia la película sobre Néstor Kirchner y a Ricardo “Pacha” Velezco, esposo de la entonces ministra de Economía, Felisa Miceli. Luego trabó una excelente relación con su entonces par a nivel nacional, Aníbal Fernández.

Esos contactos levantaron las suspicacias y el enojo del propio Mauricio Macri cuando en pleno cenit de la causa por el espionaje porteño, Montenegro fue insólitamente exculpado de una causa que se había iniciado por delitos cometidos por subordinados suyos, mientras el jefe de Gobierno siguió –y sigue- procesado. De hecho, fue ele studio Righi a través de Fabiçan Musso -uno de sus socios- el que defendió al ministro macrista y logró su sobreseimiento.

Casualmente, el juez que está a argo de esa causa, Norberto Oyarbide, subrroga el juzgado que dejó vacante Montenegro y tiene una muy buena relación personal con el actual ministro macrista.

“Montenegro arregló la causa para él y lo dejó enganchado a Macri”, se quejaban y se quejan cerca del jefe de Gobierno para explicar la mala relación que el jefe de Gobierno tiene con su ministro a quien quiso despedir en el verano del 2010 y por motivos nunca explicitados no pudo hacerlo.