En el Gobierno ultiman los detalles del informe “Papel Prensa, la verdad” y preparan nuevas denuncias contra Clarín y La Nación.

Se trata del documento que el secretario de Comercio, Guillermo Moreno, le encargó a Beatriz Paglieri, la funcionaria kirchnerista que ingresó en el Directorio de la empresa mixta para reemplazar a Alberto Fernández como representante del Estado.

El informe que, según fuentes gubernamentales, se dará a conocer de manera “inminente”, tiene dos ejes centrales. Uno expone supuestas irregularidades en el manejo de la compañía que pertenece a Clarín (49%), La Nación (22,5%) y el Estado (27,5%). El otro, en la manera en que los dos grandes diarios del país adquirieron la empresa durante la última dictadura militar.

“La investigación apunta a desentrañar los mecanismos por los cuales los diarios Clarín, La Nación y La Razón se apropiaron de la empresa y cómo, mediante un pacto de sindicalización, acordaron venderse el papel entre ellos y sus empresas relacionadas por debajo del costo de producción, perjudicando a otros diarios del país y, por ende, apropiándose de la libertad de prensa”, contó Paglieri en una entrevista realizada hace dos semanas por el diario Página 12.

Con estos dos argumentos el Gobierno pretende asestarle el golpe fatal al Grupo Clarín. Es que, estarían analizando sumarle a sus denuncias de coimas, espionaje e irregularidades en el manejo de los números de la empresa, el de “delito de lesa humanidad” por la manera en que se adquirió las acciones de Papel Prensa, un crimen que es imprescriptible.

Las denuncias, de llevarse a cabo, podrían trabajarse en la Procuración del Tesoro a cargo de Joaquín da Rocha, que generalmente se encarga de los casos civiles del Estado, y la Procuración General de la Nación presidida por Esteban Righi, quien suele encargarse de las causas penales. Igual, el lugar para impulsar las demendas, es un tema que continúa en estudio.

En una asamblea accionaria realizada en mayo, Moreno señaló: “Si la transacción comercial no fue ejercida entre personas libres, se está en presencia de vicios de nulidad que tendrán que resolverse”. El polifuncionario hizo estas declaraciones acompañado por Lidia Papaleo de Graiver, viuda de David Graiver ex dueño de Papel Prensa, quien afirmó durante esa reunión que había vendido sus acciones por presión de los militares, antes y durante su cautiverio. Días antes, Papaleo se lo había dicho personalmente a Cristina y Néstor Kirchner en una cena en la Quinta de Olivos, a la que la acompañó su hermano, Osvaldo.

La versión oficial de Clarín y La Nación es que compraron la papelera en noviembre de 1976, mientras que Papaleo fue secuestrada en marzo del 1977.

La reconstrucción de esta historia se está llevando a cabo a partir de los testimonios de Papaleo, del polémico ex dueño de La Razón, José Pirillo, del ex testaferro de Graiver, Rafael Ianover, y un análisis de los documentos de la Comisión Nacional de Reparación Patrimonial, que estuvo vigente desde 1977 hasta la fecha para evaluar si los documentos de traspaso son reales –en el Gobierno aseguran que no-.

La preocupación de La Nación

Pero esta estrategia no sólo presiona al diario Clarín, sino también a La Nación, ya que si el grupo de Ernestina Herrera de Noble es acusada de crímenes de lesa humanidad, también lo será el de Bartolomé Mitre y los hermanos Saguier.

La Nación es presa hoy de una constante presión del gobierno para que se separe de Clarín. Como ya publicó LPO dio de baja el acuerdo accionario que tenía con el grupo de Herrera de Noble en Papel Prensa. Si bien no fue una ruptura, el hecho generó varias lecturas. Algunos hablaron de una muestra de autonomía del diario de los Saguier. Mientras que otros comentaron que se trató de una jugada acordada para presentar menos flancos ante las previsibles acusaciones de monopolio.

Lo cierto es que la pelea del Gobierno es con Clarín. A tal punto que Fernán Saguier fue, junto con Daniel Hadad de Infobae, el único empresario de medios invitado a una cena con ejecutivos de las principales compañías del país realizada en la Quinta de Olivos en diciembre del año pasado.

En esta idea de diferenciarse de Clarín, Julio Saguier -CEO de La Nación- habría enviado un emisario Lidia Papaleo, proponiendole reunirse para conocer de su boca cómo fue el traspaso de las acciones de Papel Prensa en los 70.

También sorprendió que La Nación haya revelado que el Ceo de Clarín, Héctor Magnetto, actuó como articulador entre el jefe de gobierno porteño, y los dirigentes del peronismo opositor, Eduardo Duhalde, Felipe Solá, Francisco de Narváez y Carlos Reutemann. Lo hizo en una cena secreta que organizó en su paqueta casa de Avenida Alvear y Cerrito, donde se habló de estrategias para pelear las elecciones presidenciales de 2011.