Héctor Magnetto decidió tirar toda la carne al asador. En la misma semana se rodeó del poder económico más concentrado de la Argentina para emitir un comunicado contra los Kirchner; y demostró con una cena que él podía resolver lo que la política no puedo hasta ahora: juntar a Mauricio Macri con todos los líderes del peronismo opositor.

La tapa de La Nación de hoy es impactante ye refleja a la perfección la arriesgada jugada del CEO de Clarín. En una foto apaisada a dos columnas se ve a Magnetto junto a líderes empresariales como Paolo Rocca de Techint, Cristina Ratazzi de Fiat, Federico Nicholson de Ledesma, Miguel Acevedo de Aceitera General Deheza, Adrián Kaufmann de Arcor y al titular de la UIA Héctor Méndez, entre otros. Sorprendió la ausencia de representantes de la Mesa de Enlace y el sector financiero.

Como sea, al término del almuerzo celebrado en la sede de la UIA los empresarios emitieron un comunicado en el que reclamaron por la vigencia de un “marco institucional republicano sólido, la seguridad jurídica, reglas de juego estables y previsibles y pleno respeto de la actividad privada”. Casi un telegrama colacionado al matrimonio Kirchner.

En el almuerzo, según relata La Nación, Magnetto fue el más duro. Se refirió a las formas “autoritarias” del Gobierno, calificó su estilo de “complicado” y vaticinó que no cambiaría.

No parece casual esta movida, luego que en los empresarios empezara a crecer en los últimos tiempos la sensación de que sólo los Kirchner y el peronismo están de condiciones de fanatizar la gobernabilidad. Sobre todo, después que la oposición avanzara en el Congreso simultáneamente con proyectos para bajar las retenciones y aumentar las jubilaciones.

Algo de esto le dijeron al titular de La Rural, Hugo Biolcatti, líderes empresarios menos enfrentados al gobierno como Jorge Brito del Banco Macro, Adelmo Gabbi de La Bolsa, Carlos Wagner de la Cámara de la Construcción y Carlos de la Vega de la Cámara Argentina de Comercio, en un almuerzo que compartieron este lunes en el restaurant central del Predio de Palermo. También estuvo Méndez de la UIA, único presente en las dos cumbres.

Magnetto conducción

Pero la jugada del CEO de Clarín fue aún más ambiciosa. La noche previa al almuerzo empresario de ayer, Magnetto reunió en su domicilio particular a Mauricio Macri con Eduardo Duhalde, Carlos Reutemann, Francisco de Narváez y Felipe Solá.

Objetivamente se ubicó así en un rol político central, por encima incluso del propio Duhalde. Es que logró lo que hasta entonces nadie había conseguido: sentar en la misma mesa a los principales referentes del peronismo opositor y a Macri, el hombre de todo ese grupo, que por lejos, sigue siendo el que mejor mide en las encuestas.

La información sobre esta cumbre, consignada en tapa de La Nación y de Ambito Financiero, no está incluida en la edición de hoy de Clarín. No esta claro si la primicia del diario de los Saguier fue un favor a Magnetto o por el contrario una intencionada picardía. Pero lo que si parece evidente es que la coincidencia temporal de ambas noticias no beneficia en nada al empresario.

Es que más allá de confirmar lo que se presumía, que Magnetto es por lejos uno de los hombres más poderosos del país –acaso el verdadero doble comando es el de Néstor Kirchner y Héctor Magnetto-, por su condición de CEO del principal grupo de medios de la Argentina, la noticia de su rol de articulador de un sector de la oposición no deja de ser incómoda.

Por un lado emparenta el reclamo supra partidario del encuentro empresario de ayer, con un sector de la oposición. Y por el otro, además de ubicarse en la vereda de enfrente del gobierno, ningunea de manera visible al radicalismo –que según los sondeos es hoy la principal fuerza opositora al kirchenrismo- y a otros sectores como Proyecto Sur y la Coalición Cívica.

No queda claro en que beneficia a Magnetto tomar una posición política tan nítida cuando falta más de un año para las elecciones y todavía hay cantidad de cuestiones neurálgicas sin definir, como saber que tan maltrecho saldrá Macri de su juicio político y quien será el candidato del peronismo opositor, si habrá o no internas, etc.

Sin contar con la espinosa situación de exhibirse involucrado en la cocina de la política, mientras que al mismo tiempo como dueño de medios debe informar lo más objetivamente posible sobre esa actividad. Incomodidad que es acaso más flagrante en Francisco de Narváez, dueño de El Cronista que hoy también se perdió la primicia de la cena que tuvo su propietario.

Pero claro, Magnetto es uno de los hombres mejor informados del país, de manera que seguramente cuenta con elementos de peso para decidir una movida de las más fuertes que se recuerden en los últimos años y que casualidad o no, coinciden con la recuperación política de los Kirchner.