La tensión crece entre Francisco De Narváez, Felipe Solá y Mauricio Macri. Es que el orden en las listas sigue generando roces que, ahora, vuelven a amenazar con ruptura.
El principal perjudicado, en este caso, es el ex gobernador, quien propuso a tres dirigentes que fueron virtualmente “vetados” por el ex dueño de Casa Tía.
Se trata de Jorge Sarghini, Carlos Brown y Osvaldo Mercuri, insólitamente, acusador de ser “duhaldistas”. Además, en el caso de Sarghini, De Narváez le tiene bronca porque llevó hasta la Corte Suprema una impugnación a su candidatura a gobernador por ser colombiano.
Por ello, y ante este “veto”, por estas horas están reunidos los dirigentes cercanos a los tres: Roberto Moullerón, ex ministro de Trabajo de Solá, el primo del jefe de gobierno Jorge Macri, y Alfredo Atanasof junto a Gustavo Ferri, por De Narváez.
Según contaron a La Política Online fuentes del espacio, están buscando reordenar los acuerdos. Si esto se da, a la noche se juntarían los tres para ultimar detalles.
El problema del “veto” estalló luego de que Solá criticara una posible alianza con Aldo Rico, algo que llevaban adelante los operadores del “colorado”.
Por eso, y ante este marco de enfrentamiento, por estas horas se lo notaba con un aire rupturista al ex gobernador. “Si se llevan puestos a ellos después vienen por mí”, le dijo el ex gobernador a uno de sus habituales interlocutores. “Si no cumplen, rompo el acuerdo”, dijo en un tono nada amistoso a un grupo de dirigentes cercanos.
Además, Solá cree que ya De Narváez no está cumpliendo con otros de los acuerdos: al entrar como segundo en la lista, se había consensuado que en los afiches y en los spots publicitarios irían los dos juntos como una suerte de cabeza conjunta.
Nada de eso ocurrió y De Narváez sigue concentrando la estrategia mediática en su persona. Claro, ante esto el temblor interno no tardó en sonar.
A todo esto, Felipe todavía no presentó formalmente su renuncia a la banca de diputado nacional y Sarghini aún mantiene un sello partidario con el que se presentó a gobernador en 2007. En caso de una ruptura, tanto él como Solá, tendrían cómo presentarse como candidatos por fuera de la Unión - Pro.
