Ayer al mediodía, Felipe Solá amagaba con romper; por la tarde, sus apoderados a la hora de negociar en la alianza acercaron posiciones con los de De Narváez; por la noche, cenaron con Mauricio Macri en la casa del “Colorado” y todo empezó a encaminarse. Hoy, la alianza de PRO con los referentes bonaerenses del peronismo disidente define las listas en un clima triunfalista aunque con una seria deserción: la de Jorge Sarghini.

En estos momentos, los dos peronistas y José Torello, el enviado macrista, terminan de definir los nombres con una danza infinita y una dura pelea por las posiciones finales.

Los nombres de la lista están prácticamente confirmados. Mientras Macri ya definió que tercera irá la larretista Gladis González -aparecía firme Carolina Stanley, pero ahora iría como legisladora porteña por PRO- y Claudia Rucci aparece firme en el cuarto lugar, de ahí hacia atrás la lucha era por asomar la cabeza lo más cerca de los primeros lugares. Pero unas mediciones recientes que manejan en el bunker les augura un triunfo y, calculan, meter entre 12 y 13 diputados.

Voceros de Solá dijeron por la tarde a La Política Online que el ex gobernador prohibió, al menos por las horas subsiguientes, entregar nombres. Pero un allegado a Felipe e integrante de la mesa que define las listas se animó a soltar que “todo está como cuando comenzaron a negociar”.

Esto era a priori con Jorge Sarghini –pedido por Felipe- y Alfredo Atanasof –jefe de campaña del Colorado- peleando el quinto y sexto lugar, séptima entraba la macrista Silvia Majdalani, octavo el gremialista de La Matanza, Héctor Ledesma y noveno, estimativamente, el ex embajador hoy cercano a Solá, Eduardo Amadeo.

Sin embargo, desde la usina denarvaísta empezaron a hacer circular una nómina completamente distinta. Según esta información, quinto entraría Gustavo Ferrari, asesor de De Narváez, y sexto el ex ministro bonaerense, el felipista Roberto Mouillerón.

Sarghini y Amadeo, siguiendo los datos brindados, bajarían al 11º y 12º lugar respectivamente, y Atanasof se ubicaría 9º -décima entraría Natalia Gambaro-. “¿Si Amadeo y Sarghini undécimo y duodécimo es una cruzada del colorado a Felipe? No, es una muestra de entusiasmo. Vamos a meter 13 diputados”, soltó entusiasmado un operador peronista muy cercano a las negociaciones quien, aseguró, el nombre de Amadeo finalmente irá por debajo del décimo puesto.

Pero eso, justamente, acabó con Sarghini enfurecido y dando un portazo. “Le ofrecieron el 11º lugar y lo tomó como una falta de respeto”. Incluso, algunas voces aducen que varios diputados del bloque que armó Solá en la Cámara Baja empiezan a sentir que el ex gobernador no los defiende como debería.

Veto a la Oveja

La duda más fuerte en la lista siempre circuló en torno a Sarghini. Las primeras voces decían que quien vetaba al ex ministro de Economía bonaerense era De Narváez, quien seguía sin perdonarle a Sarghini que haya llevado hasta la Corte Suprema en 2007 una impugnación por su nacionalidad colombiana, cuando ambos eran candidatos a la gobernación bonaerense. Pero la cosa no sería tan así.

Incluso Mauricio Macri, ahora, defendía la posición del ex ministro de Economía de la provincia de Buenos Aires, pidiendo que se le reconozca su trayectoria y el haber sido uno de los pocos peronistas que no se subió –para después bajarse- al tren que condujo durante los últimos seis años Néstor Kirchner.

Información de adentro explica que, en realidad, el que objeta a Sarghini es Gustavo Ferrari, asesor y mano derecha del Colorado. ¿Por qué? Además, es el abogado del empresario. Esto se traduce en que fue él quien tuvo que responder todas las impugnaciones que le hizo Sarghini y “le llena la cabeza al colorado en su contra”, afirman.

Por estas horas, tanto Macri como Felipe le explican a De Narváez que tiene que separar “lo personal de lo político”. Y, dicen estaba proclive a entenderlo.

Chiche contra Mercuri

En lo que son las listas provinciales, el veto más importante del denarvaísmo es a Osvaldo Mércuri, a quien Felipe Solá impulsa como números dos en la lista a diputados provincial por la tercera sección electoral, que ya está definido llevara al tope a Jorge Macri. Y la orden de bajarlo baja directamente de Chiche Duhalde, con una historia que ya cumplió doce años.

En 1997, la esposa del ex presidente era candidata a diputada con Graciela Fernández Meijide. El duhaldismo tenía dos grandes grupos internos: Una era la LI.PE.BO, que conducía Osvaldo Mércuri, y había otro gran grupo, la Liga Federal, que conducía Alberto Pierri. Entre ellos estaba la disputa a ver quien encabezaba la lista a diputados nacionales, porque creían que el que saliera podía ser gobernador.

Eduardo Duhalde, por entonces gobernador y precandidato a presidente –después perdería con Fernando De la Rúa, para resolver la interna la postula a su mujer. Mércuri se opuso, porque no la veía a Chiche para ganar. Finalmente, la candidata el Frente Grande la propinó una paliza electoral que complicó definitivamente su sueño de ser gobernadora.

Chiche, desde ahí, se quedó con la idea que Mércuri “fue para atrás” y le produjo la derrota.