El revuelo que generaron los rumores de un intento oficial por estatizar el mercado de granos siguió hoy tomando temperatura. Mientras la desmentida oficial sugestivamente no aparece y desde el campo salen a cruzar la iniciativa, esta tarde hubo una reunión secreta en la Bolsa de Cereales (BCRA) donde se trató el tema buscando un posicionamiento.

Las primeras versiones hablaban de una cumbre con hombres de la Bolsa, los acopios y hasta representantes de las entidades de la Mesa de Enlace. Sin embargo, voceros de la BCRA desmintieron esta posibilidad y redujeron el asunto a una “reunión de cinco o seis funcionarios de la Bolsa” de “carácter informal”.

Pero la cosa fue otra. La Política Online accedió en exclusiva a la solicitada que surgió de esa cumbre, donde se acumulan los firmantes por cantidad. Aparecen, entre otros, la BCRA, las distintas bolsas de cereales de provincias y localidades agrarias, varias cámaras aplicadas al sector, centros de consignatarios y de corredores de cereales, acopiadores y, llamativamente, las cuatro entidades que integran la Mesa de Enlace.

Si bien no trascendió quiénes estuvieron presentes, la solicitada es un manifiesto rechazo a la posibilidad de nacionalizar y regular vía estatal el mercado de granos. Según explica, eso “provocará una grave disminución de la producción, con un fuerte impacto económico y social y paralizará la comercialización”.

La solicitada

Los distintos puntos que expone el texto que mañana aparecerá en los matutinos son:

- Rechazan enfáticamente la posibilidad de que se establezca un sistema estatizado y monopólico.

- Un esquema de esas características sólo generará perjuicios para consumidores y productores, aun cuando venga acompañado de anuncios de supuestos beneficios para ambos, como garantías de precios, de abastecimiento o rebajas en las retenciones.

- Se provocará una grave disminución de la producción, con un fuerte impacto económico y social, sobre todo en el interior, y paralizará la comercialización.

- Estos trascendidos ya están provocando serios daños a la imagen de la Argentina como proveedor confiable para los mercados internacionales de granos y derivados, y afectando las fuentes de financiamiento.

- El sector agroindustrial ha demostrado ser capaz de generar desarrollo, empleos genuinos, ingreso de divisas y recaudación fiscal, factores que se verán en serio riesgo en caso de concretarse una medida de esta naturaleza.