Cuando trascendió la noticia de que el gobierno estaría analizando intervenir y nacionalizar el mercado de granos, el diputado Alberto Cantero se transformó en uno de los hombres más buscados. Autor de un proyecto que viaja en esta dirección, habló en exclusiva con La Política Online y desmintió algún contacto o indicaciones del gobierno para reflotar la ley.

La noticia pegó fuerte. En la City comenzó a correr fuerte la versión de una inminente nacionalización del mercado de granos, concentrando en la ONCCA la compra y venta de cereales. Cuando se empezó a acelerar, fueron varios los que recordaron un proyecto del presidente de la Comisión de Agricultura, que tiene más de un año, para crear el Ente Nacional de Promoción y Control Comercial Agropecuario y Agroalimentario (el ENPYCCAA), que entre sus puntos tenía cierta concordancia con las versiones que subieron por la tarde.

“Nosotros normalmente volvemos a presentar todos los proyectos, pero este creo que tiene vigencia hasta marzo”, dijo a este medio cuando se lo consultó por el estado parlamentario del texto. Sin embargo, desmintió cualquier contacto con el gobierno por su proyecto. “Los acuerdos –con el campo- los están haciendo directamente desde el Ejecutivo. Desconozco la base de esos acuerdos”, aclaró.

Según detalló, analizando su propio proyecto, éste no va en línea de la regulación del mercado, sino que establece que “cuando hay riegos en la seguridad alimentaria, el estado puede comprar, vender, almacenar y distribuir alimentos por cuenta propia o a través de terceros”.

Ese es justamente el punto débil del texto, ya que para algunos especialistas el estado de crisis podría caber en la interpretación de “riegos en la seguridad alimentaria” y habilitaría, de crearse el ENPYCCAA, a intervenir el mercado de granos.

“En su momento era un proyecto tomado en base a la seguridad alimentaria –continuó Cantero su explicació-, para agilizar el funcionamiento de la Oncca, en base a la seguridad alimentaria. Se planteaba el seguimiento de los precios en la cadena de valor de los productos, similar a lo que ocurre con la mesa de lechería, donde están todos los integrantes de la cadena para una justa distribución de las ganancias. Así se evitaría lo que pasó hace un tiempo con el trigo, donde los exportadores se quedaron con ganancias mas grandes que los productores”.

Por último, más allá de negar intenciones oficiales de reflotar su proyecto, aseguró: “No estoy teniendo ninguna información de que exista algún tipo de intención del Ejecutivo de regular el mercado”. Una desmentida importante para los rumores que circundan la City porteña, pero no definitiva. Su ley era tan sólo una de las posibles ventanas para intervenir el mercado. Seguramente, de confirmarse la intención, encontrarán otras.

El proyecto

Según el proyecto de Cantero, el ENPYCCAA tendría como atribuciones:

- La “promoción de las buenas prácticas comerciales de las personas físicas o jurídicas que operan en el mercado agropecuario y agroalimentario”;
- La “sanción de las prácticas desleales, monopólicas, monopsónicas, oligopólicas u oligopsónicas realizadas en producción, industrialización, distribución de alimentos”;
- El “seguimiento y control de las exportaciones de productos y/o subproductos agroalimentarios”;
- La “aplicación de mecanismos anti-dumping para productos y/o subproductos alimenticios que pudieran dañar el aparato productivo nacional”.
- La “implementación de promociones, estímulos, apoyos económicos y beneficios fiscales, para garantizar la seguridad alimentaria de la población, transparencia y competitividad en la cadena agroalimentaria y equidad en la distribución de la renta de la misma”.
- Y, lo más importante, la “compra, venta, almacenamiento y distribución de productos agropecuarios y alimentos por si o por terceros para estabilizar precios y garantizar la seguridad alimentaria a la población Argentina”.

Sin embargo, al verificar sus puntos, la ley aplica fundamentalmente al mercado interno y no tanto a los precios de exportación.