Débora Giorgi con una transparencia encantadora luego de reunirse con la Mesa de Enlace les pidió explícitamente a los productores que vendan las 9 millones de toneladas de granos que permanecen en los silos y silos bolsa. Horas antes lo había hecho la Presidenta –más sutil- cuando se pregunto como podía ser que en plena crisis un sector se niegue a vender su producto.

No se trata de un repentino ataque de interés del gobierno por impulsar el comercio agrícola, lo que sucede es que la plaza se está secando de dólares y tal como anticipó La Política Online, el oficialismo necesita de manera urgente que los exportadores liquiden los granos y entren divisas al país.

Néstor Kirchner está al frente de este tema –el que más le preocupa por estas horas-, y desde la Quinta de Olivos analiza medidas, hasta las más extremas para forzar la venta de esos granos.

Algo de esto se habló en la reunión que Florencio Randazzo y Débora Giorgi mantuvieron días atrás con la Mesa de Enlace. En el encuentro la ministra medio en chiste medio en serio, luego de pedirle al titular de Coninagro, Carlos Garetto, le dijo: “Si no venden el grano, vamos a tener que nacionalizar el comercio”.

Esta posibilidad se había analizado ayer por la noche en una reunión conjunta de la AFIP y la ONCCA que encabezó Ricardo Echegaray. En la misma También se había redactado el comunicado de la ONCCA respondiendo los dichos de Felipe Solá, afirmando que “me quiero cortar las venas cuando me acuerdo que yo cree la ONCCA”.

Pero ese no habría sido el tema central de este encuentro, que fuentes oficiales no confirmaron a La Política Online. Según la versión que corre por estas horas en el mercado, anoche se había estudiado la posibilidad de nacionalizar el comercio de granos y centralizar la compra y venta en la ONCCA.

La posibilidad de una estatización del comercio de granos, al estilo del IAPI de los gobiernos de Juan perón, es un fantasma que desde el recrudecimiento del conflicto por la 125 sobrevuela el sector. De todas maneras, esa medida de por si no garantiza que los productores vendan el grano.

En la industria explicaron a La Política Online que la estatización del comercio puede adoptar eventualmente distintos grados de intervencionismo, desde los más levesa los más extremos. La primera vía consistiría en que la ONCCA o un organismo similar compre el grano a los productores a un precio fijado unilateralmente y luego lo venda a los grandes exportadores (Cargill, Dreyfus, etc), que poseen las instalaciones logísticas (puertos, silos, etc) y los circuitos de comercialización global.

"Es verdad que el gobierno podría cerrar directamente algunas operaciones de venta a China y algún otro país, pero el comercil esta muy globalizado y tecnificado y terminaría cayendo en los mismos que exportan ahora", explicó la fuente que remarcó: "En este esquema los que más pierden son los productores que les darían un precio planchado y las grandes exportadores seguirían comprando a valor internacional, pero ahora al Estado".

La otra opción, mas extrema, podría ser directamente una expropiación de todas las plantas, puertos, etc, de las exportadoras, para operar directamente el comercio. "Esto podría desembocar en un conflicto internacional por los aliemntos que le da Argentina al mundo, ya que el complejo agrícola exportador del país es de un nivel de sofisticación y eficiencia de punta en el mundo y si se lo apropia el Estado podría colapsar", agregó la fuente consultada.