
En las elecciones de junio, el panista Carlos Orvañanos tendrá la tarea de mantener a la alcaldía de Cuajimalpa dentro de las filas opositoras, luego de la renuncia a la alianza del actual alcalde, Adrián Rubalcava. En una larga entrevista con LPO, el dirigente de Acción Nacional aseguró que la población local "no tomó bien su cambio de la noche a la mañana" y que el escenario actual "no es favorable" par el ahora candidato a senador por el Verde. "La gente está muy molesta, decepcionada y cansada de la reelección", agregó.
Al mismo tiempo, destacó la candidatura a jefe de Gobierno de Santiago Taboada, a quien calificó como "carismático, entrón, con un discurso y propuestas concretas y una persona sencilla". "Lo veo muy bien. Estoy sorprendido de lo que bien que está entrando en la gente", manifestó desde sus oficinas ubicadas en Cuajimalpa, donde aseguró que los principales problemas que sufre la demarcación son de "movilidad, el medio ambiente y el agua". "En la CDMX estamos en empate técnico. Ahora nos toca chambear Mucha población de la ciudad está frustrada y decepcionada con el gobierno", completó.
Usted ya fue alcalde de Cuajimalpa, ¿Por qué decidió volver?
Es una alcaldía muy especial porque yo soy de aquí, aquí nací, crecí, me casé, es mi hogar. Cuando tuve el privilegio de gobernarla era muy joven, tenía 28 años, y logramos ser una delegación con una altísima inversión, infraestructura vial e importantes logros, como centros de salud y parques, pero en esos años me quedaron cosas por hacer. Hubo unos temas que quise continuar, pero que no pude. Hoy, años después, el partido es el que me llama y me dice que hay una coyuntura política que requiere que yo sea candidato porque gano todas las encuestas después de que Rubalcava decidiera dejar acéfalo el proyecto para irse a Morena. Yo colaboraba con Taboada en la vinculación con el sector empresarial y él mismo me dijo que yo era el mejor evaluado en las encuestas y que querían que sea candidato.
¿Qué experiencia saca de su primer gobierno?
Muchas enseñanzas positivas. Hoy, que soy más maduro, lo que más me ha cambiado fue la experiencia; segundo, las dos maestrías que hice; tercero, mis hijos; cuarto, crear mi patrimonio propio. Todo eso me dio experiencia y una solidez emocional y profesional que me permite llegar con otra visión. Mi esencia es la misma, pero haber sido padre me lleva a tomar decisiones pensando primero en mis hijos y, segundo, en los hijos de todos en la alcaldía.
¿Cómo es esa sinergia entre el servicio público y la experiencia privada?
No es sencillo porque la política es muy absorbente en cuanto a tiempos, pero lo logré con mucho trabajo. Después de ser alcalde, hice dos maestrías en Estados Unidos, después regresé a México y como no había chamba para un panista porque estábamos en pleno sexenio de Enrique Peña Nieto, me fui al sector privado y en lugar de ir a una empresa grande decidí abrir mi propio negocio con mi familia. Fundamos una cervecería artesanal, un proyecto financiero para personas de bajos recursos y construimos una iniciativa más cercana al emprendurismo que a trabajar en una corporación. Durante más de diez años lo logré, ahora dejo todo en manos de mis socios y mi esposa para enfocarme en la política al cien por ciento.
¿Qué mejoraría en esta nueva experiencia?
Armaría un equipo más afín a mis valores. Antes yo tenía 28 años y armé un equipo con gente que creí efectiva, pero que no cumplieron mi escala de valores. Ahora, voy a prestar más atención para formar un equipo de gente que sea más cercano a mis propios valores que le guste servir a la población y no servirse del poder. Ahora también tengo más preparación y el haber sido empresario me permite generar una gran fórmula para eliminar el desempleo y la pobreza.
¿Es cierto que usted fue inhabilitado para ejercer cargos públicos?
No, nunca tuve nada en contra. Incluso, cuando estuve en Quintana Roo el gobernador Carlos Joaquín González me nombró al frente de un instituto para promocionar inversiones, por lo cual no hubo sanción.
¿Cuáles cree que son los principales problemas que sufre la alcaldía?
Uno muy importante es el tema de la vía pública, la movilidad es un problema grave que no se ha resuelto. En estos 10 años no se hicieron grandes inversiones en temas de movilidad. Nosotros hicimos uno de los programas más intensivos de inversión en vialidades en túneles o puentes para poder facilitar la movilidad. Queremos invertir en infraestructura vial y de movilidad para mejorar la calidad de vida. Otro tema es el medio ambiente. Se han permitido asentamientos irregulares, no se han hecho políticas de tratamiento de aguas residuales o de cuidado del agua. El tema del agua es un tema delicadísimo en toda la ciudad, pero sobre todo en Cuajimalpa. Además, han proliferado los narcomenudistas. Son temas que la población menciona todos los días. Por último, los espacios públicos, muchos de los que hicimos están muy descuidados.
¿Qué balance hace de la gestión de Rubalcava?
La parte positiva es que fue un gobierno que tuvo cercanía con la gente, se hizo un esfuerzo grande para atraer más patrullas, se invirtió en cámaras que ayudaron a mantener baja la percepción de inseguridad. El balance es positivo, pesa más lo bueno que lo negativo. Tristemente, en los últimos años perdió la brújula y fue cuando creció el narcomenudeo y renunció a la alianza. Los últimos meses han sido desafortunados con políticas equivocadas.
¿Le sorprendió su salto a Morena?
Mucho. Lo conozco y lo estimo a Adrián, pero me sorprendió porque de este lado le tenemos mucho aprecio y reconocimiento por su trabajo político y, además, se le ofrecía un paquete interesante en caso de no ser el candidato a jefe de Gobierno. Hubiera sido mucho mejor tratado aquí que como lo están tratando allá porque no obtuvo nada. Creo que fue una decisión precipitada el haber renunciado.
Con un discurso polarizador, Taboada comenzó su campaña en el Ángel de la Independencia
¿Cómo imagina la campaña?
Espero que sea una campaña de propuestas, pero no sé cómo vaya a suceder. En los últimos días que salimos a hacer campaña para Santiago ha llegado gente a gritar, a golpear, incluso a una mujer le rompieron su bolsa y a otro le sacaron un cuchillo. A mí me dieron un huevazo, que no pasó a mayores. No sé si él o su gente inmediata están con temor de perder y están desesperados porque la gente no tomó bien su cambio de la noche a la mañana. Incluso gente de Morena, que me dicen que van a apoyar a Sheinbaum y a Clara Brugada, pero que me van a apoyar a mí acá en la alcaldía porque durante 12 años los tuvo con la bota al cuello con un candidato que hace tres meses no vivía en la alcaldía. Eso a nivel local no cayó bien, la gente está muy molesta, decepcionada y cansada de la reelección. Siento que el ánimo general hoy no es favorable para él. Lo era hasta hace unos meses, pero con todas estas decisiones siento que en vez de ayudarse se está perjudicando.
¿Cómo lo ve a Taboada?
Estoy sorprendido lo bien que está entrando Taboada en la gente. Es una mezcla del desgaste de un gobierno de más de 25 años y los últimos años de Sheinbaum, que fueron malos. A eso hay que sumarle las pugnas internas de Morena. Es sabido que hay broncas muy fuertes en distintas alcaldías. Ese tema interno está abonando a que Taboada sea la mejor opción y, además, es un muy buen candidato: carismático, entrón, tiene un discurso y propuestas concretas y es una persona sencilla. Lo veo muy bien. Nosotros repartimos panfletos y la gente lo acepta cuando antes lo rechazaban.
¿Cómo ve su candidatura en el oriente de la CDMX?
Su perfil es más afín al poniente porque es más de clase media, pero en el oriente lo está recibiendo muy bien. Hay gente que nos dice que no es panista, pero que quieren un cambio y quieren jalar. No sé si nos va a alcanzar para ganar Iztapalapa, pero esas diferencias tan brutales se están reduciendo.
¿Cómo se encuentra la interna de la Alianza?
Estoy sorprendido de lo bien que estamos integrados. Los dirigentes han premiado la buena relación que han tenido y hay una muy buena integración. Si vemos el otro lado, le están generando problemas a México porque no creíamos lo lejos que iba a llegar López Obrador en contra de los periodistas, de la libertad de expresión, eliminando los órganos autónomos. No pensamos que fuera a llegar a eso. Entonces, eso nos ha unido. Las diferencias se hicieron a un lado, incluso el PRI hizo algunas reformas internas para poder ir juntos en las elecciones porque estamos anteponiendo a México. No veíamos que López Obrador iba a ser tan destructivo para México. Ahora nos complementamos entre el PRI y el PAN.
¿Cómo observa el escenario nacional?
Competitivo. Lo que ha hecho el equipo de Sheinbaum durante los últimos meses es influir en un tema de percepción, pero la realidad es muy diferente y la distancia no es la que quieren instalar. Hay una ventaja, pero es de un dígito. No es abismal y la tendencia, además, indica que se va a ir cerrando. Estoy convencido de eso. En la CDMX ya estamos en empate técnico. Ahora nos toca chambear y generar operación política para ir jalando poco a poco a los liderazgos que están decepcionados o frustrados con Morena. Mucha población de la ciudad está frustrada y decepcionada con el gobierno.
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