Las elecciones europeas del 2024 decidirán el futuro del Pacto Verde, la hoja de ruta trazada por Bruselas para descarbonizar las economÃas del continente. Las polÃticas climáticas -en plena aceleración de la crisis medioambiental- pueden archivarse si el bloque más conservador, formado por una parte del Partido Popular Europeo (PPE) y la ultraderecha (ECR) gana terreno parlamentario.
Por el momento, la agenda verde tiene el total respaldo de la presidenta de la Comisión Europea (CE), Ursula Von der Leyen, principal impulsora de esta transformación. La alemana resiste la embestida interna, liderada por Manfred Weber, que pide "paralizar" las medidas ambientales por los "efectos nocivos" en la industria y la agricultura europea.
Este miércoles, Von der Leyen pronunció su discurso anual frente a todos los eurodiputados, el último de su mandato. Como era de esperar, hizo una encendida defensa del Pacto Verde.
"Nació de la necesidad de proteger nuestro planeta, pero también se diseñó como oportunidad para preservar nuestra prosperidad futura. Debemos mantener el rumbo, debemos seguir siendo ambiciosos", pidió.
Teresa Ribera: "¿Alguien piensa que 32 grados en Buenos Aires en pleno invierno es normal?"
Parafraseando al Secretario General de la ONU, Antonio Guterres, la presidenta de la CE habló de un "planeta en ebullición" y llamó a reforzar una agenda que "ya está dando resultados".
"La industria europea demuestra cada dÃa que está preparada para esta transformación, demostrando que la modernización y la descarbonización pueden ir de la mano", enfatizó.
Su discurso recibió pocos aplausos de los conservadores. Pero también del bloque conformado por la izquierda y los progresistas (socialistas y demócratas). No por el mensaje, sino por su "incoherencia y contradicción" entre prédica y realidad.
Le critican a Von der Leyen su "inexplicable" elección en un puesto clave para la lucha climática. DÃas atrás, nombró como nuevo comisario de Cambio Climático al democristiano holandés Wopke Hoekstra, ex empleado de Shell y empresario ligado al mercado fósil.
"Su experiencia gubernamental será una gran baza, en particular para la diplomacia climática de Europa de cara a la COP28 y para la financiación de la lucha contra el cambio climático, asà como para la aplicación de instrumentos legislativos relacionados con el clima", defendió la lÃder de la Comisión.
El currÃculum de Hoekstra, sin embargo, genera dudas respecto a su firmeza y sus convicciones climáticas. Comenzó su carrera profesional en el departamento comercial del grupo petrolero Shell (2002-2005). Más tarde, se convirtió en socio de la consultora McKinsey & Company, firma ligada a la industria de los combustibles fósiles.
Como ministro de Finanza de PaÃses Bajos (2017-2022) defendió la expansión de la producción de petróleo y gas y se opuso a casi todas las polÃticas y regulaciones.
Un ejemplo: firmó más de 3.400 millones de euros en ayudas a la compañÃa de aviación KLM y operó desde dentro del Ejecutivo para debilitar los objetivos del Gobierno holandés para reducir las emisiones de nitrógeno.
También llegó a ser objeto de una investigación parlamentaria por impulsar nuevas explotaciones de petróleo y gas en el norte de los PaÃses Bajos y rechazar la indemnización a los hogares devastados de la región.
"Su historial de apoyo a la acción climática y energética es nula. Es difÃcil imaginar un candidato menos adecuado para liderar una acción climática pionera y representar a la UE en las negociaciones sobre el clima del próximo diciembre. La COP28 ya corre el riesgo de ser tachada de tertulia de barones del petróleo. Un ex representante de Shell en la UE echarÃa aún más leña al fuego", denunció Martha Myers, miembro de Corporate Europe Observatory.
La preocupación por esta designación, que tiene que ser ratificada por la próxima audiencia del Parlamento Europeo, puso en alerta también a defensores del medio ambiente y activistas climáticos en toda la UE.
Un grupo de ONGs le envió una carta a Von der Leyen para trasladar la "sorpresa" de esta elección. Los firmantes cuestionan su "falta de experiencia en la polÃtica climática de la Unión Europea, en la diplomacia climática a nivel del Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático y su historial de haber trabajado en el sector privado, concretamente Shell, una multinacional de petróleo y gas".
"Somos muy escépticos de que Wopke Hoekstra posea las credenciales y la experiencia necesarias para liderar esta cartera crÃtica, que incluye una serie de procesos crÃticos próximos", afirman.
En su única declaración pública tras este nombramiento, Hoekstra se comprometió a continuar con una polÃtica climática "ambiciosa" y a mantener un "equilibrio social n todos los esfuerzos conjuntos necesarios en el camino hacia la neutralidad climática.
"Hoekstra no es un lobo solitario, su candidatura es parte de un problema sistémico más amplio: la captura corporativa de la toma de decisiones por parte de los grandes contaminadores", lamentó Martha Myer en su descargo.
Por favor no corte ni pegue en la web nuestras notas, tiene la posibilidad de redistribuirlas usando nuestras herramientas.