La votación en el Parlamento Europeo de la Ley de Restauración de la Naturaleza evidenció la alianza polÃtica de los conservadores (PPE) con la ultraderecha (ECR), un pacto que tiene como objetivo tumbar la agenda verde que la Comisión Europea puso en marcha en 2020 para empezar a descarbonizar las economÃas del continente.
Este movimiento de los populares, fuerza mayoritaria en la Eurocámara, pone en riesgo la histórica correlación de fuerza en Bruselas, que ha sustentado su institucionalidad a partir del entendimiento entre socialdemócratas y conservadores.
El temor de las formaciones progresistas es que el PPE "abra una puerta imposible de cerrar". La lectura es que los postulados radicales de Hermanos de Italia y Vox (eliminar por completo las polÃticas medioambientales, por ejemplo) van a "devorar" las tesis centristas de los populares.
"No caigáis en esa trampa y sobre todo si la tentación está a la derecha del espectro polÃtico. No caigáis en la tentación si eso os obliga a negar los hechos. Los democristianos en los paÃses bajos intentaron en algún momento establecer una cooperación con la extrema derecha. TodavÃa se están recuperando. No lo volverán a hacer. Lo aprendieron, pero aún intentan recuperarse. Es peligroso si piensas que puedas invitar al zorro al gallinero y esperar entonces que el zorro se vuelva vegetariano. Yo no correrÃa ese riesgo", advirtió el Vicepresidente Ejecutivo de la Comisión Europea y responsable del Pacto Verde Europeo, Frans Timmermans.
El lÃder de los Verdes refutó el principal argumento del PPE para no apoyar la Ley de Restauración de la Naturaleza y para pedir una moratoria ambiental: la pérdida de puestos de trabajo en el sector agrÃcola. "Me quiero tomar muy serio el tema del empleo: se trata de crear futuros empleos sostenibles para los europeos", aclaró.
Desde hace meses, ante el impacto económico y productivo de la guerra de Ucrania en las campos europeos, El PPE, con el alemán el alemán Manfred Weber, pide una moratoria para no "comprometer a los agricultores, postura que roza con el principal postulado negacionista de la ultraderecha: que la Agenda 2030 es "la ruina" de clases medias y populares.
"La gran coalición de populares, socialistas y verdes, que han arruinado a las clases medias, ahora traen un plan frente a su propia destrucción. No cuela", recriminó esta semana el eurodiputado de Vox, Jorge Buxadé.
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El problema, a juicio de Timmermans, es que este discurso empieza a penetrar en dirigentes que, hasta hace poco, defendÃan la necesidad de adaptar la economÃa del continente a la lucha contra el cambio climático.
Un ejemplo es el presidente de Francia, Emmanuel Macron, quien empieza a advertir que el Frente Nacional de Marine Le Pen está captando los sectores más "castigados" por las polÃticas verdes, en especial a la mayorÃa de los agricultores.
El temor de Macron es que se replique por toda Europa lo de los PaÃses Bajos, donde un movimiento campesino irrumpió con fuerza en los últimos comicios provinciales, desestabilizando al gobierno de Mark Rutte, quien esta semana presentó su dimisión como primer ministro.
La mira en Bruselas está puesta en las elecciones del Parlamento Europeo de 2024. Es un hecho que los ultraconservadores -con el impulso de Italia y Polonia- van a ganar muchos escaños. Una alianza con el PPE será sinónimo de hegemonÃa parlamentaria. Según los sondeos, el avance de las formaciones nacionalistas permitirÃa a este hipotético bloque alcanzar el 45% de la representación en la Eurocámara.
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El grupo (PPE + ECR) podrÃa tener aún más fuerte si se sumasen los ultras de Identidad y Democracia, la fracción más radical de la extrema derecha, de la que participa el partido de Le Pen y los alemanes de AfD, formación hasta ahora bloqueada por los partidos democráticos que acaba de hacerse con su primer Ejecutivo tras los comicios municipales de este fin de semana.
Para los socialdemócratas y los verdes, las polÃticas ambientales no atentan contra la agricultura, todo lo contrario: buscan evitar que la crisis climática y la pérdida de biodiversidad destruyan las futuras cosechas y que -por ejemplo- la sequÃa de este 2023 sea crónica en las próximas décadas.
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