
La Comisión Europea (CE) transferirá en los próximos años un total de 50.000 millones de euros a las grandes empresas de combustibles fósiles para crear infraestructura de hidrógeno verde, una tecnologÃa todavÃa "inmadura" y con limitaciones técnicas para su producción, almacenamiento y transporte a gran escala, a juicio de expertos y cientÃficos.
Asà se desprende de la filtración de la última lista de Proyectos de Interés Común Europeo/Proyectos de Interés Mutuo (Project of Common Interest/Projects of Mutual Interest - PCI/PMI), a la que ha tenido acceso LPO.
La CE incluyó un total de 68 proyectos de hidrógeno verde en la actualización de esta lista -proceso que se hace cada dos años- con el objetivo "incrementar las interconexiones energéticas" entre los paÃses del bloque.
Estos proyectos de "interés común" se benefician de una aceleración en la planificación y la concesión de permisos y de una mayor visibilidad para los inversores, entre otras ventajas.
La ayuda pública más grande se destinará a construir el corredor H2MED, infraestructura que aspira a ser el mayor corredor de hidrógeno verde entre la penÃnsula ibérica y el centro de Europa.
Esta semana, 10 eurodiputados y 43 ONGs enviaron una carta a la CE advirtiendo del riesgo de invertir en un "proyecto innecesario y sobredimensionado" que, como alerta la comunidad cientÃfica, puede acabar en "activos abandonados".
"En el actual contexto de crisis energética y climática existe una tendencia a considerar el hidrógeno verde como una de las opciones más viables para avanzar hacia la descarbonización de la economÃa. Ello ha provocado el inicio de una frenética carrera por desarrollar numerosos proyectos, algunos de los cuales corren el riesgo de no ser necesarios en el futuro por estar sobredimensionados y no responder a las necesidades de la transición energética, como es el H2Med", denuncian los firmantes de esta misiva.
Los expertos cuestionan, básicamente, la viabilidad de los proyectos ante la incertidumbre de si habrá tal demanda de transporte de hidrógeno verde en los próximos años.
El temor es que si el mercado no se consolida, los privados no inviertan en esta tecnologÃa verde. "No va a haber inversión privada en el hidrógeno verde, no se invierte en negocios a pérdida", sentenció dÃas atrás el experto energético Marcos Rupérez Cerqueda.
"Gran parte de la expectativa se basa en inversores que, desconociendo la tecnologÃa, creen que está en rangos de rentabilidad cuando no es asÃ, y se encuentran con decepciones cuando constatan que no suele existir rentabilidad sin subvención en la mayorÃa de los casos", explica su informe, avalado por OBS Business School y Grupo Planeta.
De los paÃses involucrados en este hidroducto, Francia ha sido el primero en echar un freno. El gobierno de Emmanuel Macron empieza a hablar de "rentabilidad muy incierta" y descarta que el hidroducto vaya a estar operativo en 2030, como se ha anunciado.
La lista filtrada será confirmada en noviembre. Luego, se remitirá al Parlamento Europeo y al Consejo para su aprobación definitiva.
Los "costosos proyectos" de hidrógeno en una lista de infraestructuras prioritarias de la UE son "preocupantes", según el análisis de la ONG Food & Water Action Europe. "La lista de deseos de la industria de los combustibles fósiles se hace realidad", lamenta esta organización.
Un dato no menor es que todos estarán en manos de la industria de los combustibles fósiles, como RWE, Shell y BP. Enagás, en el caso de España.
"La lista de deseos de la industria de los combustibles fósiles se hace realidad. La promesa de un hidrógeno respetuoso con el clima parece haberse convertido en un premio mayor de miles de millones para la industria del gas fósil", lamenta esta organización.
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"Sólo se divulgan los costes de dos tercios de los 68 proyectos. Los 44 proyectos que sà proporcionan cifras de CAPEX (gastos de capital) tienen un coste combinado de más de 50.000 millones de euros. Además, los costes operativos de estos proyectos ascienden a más de mil millones de euros al año", cuestionan.
Y la ONG agrega: "Eso significa que utilizar la infraestructura de hidrógeno propuesta durante sólo 20 años añadirÃa otros 22.000 millones de euros en costes operativos. Si estos proyectos siguen adelante, los consumidores tendrán que pagar gran parte de la factura".
Se está "ignorando el requisito de limitar las escasas cantidades de todo el hidrógeno disponible para aquellos sectores donde no existen alternativas". "Esto corre el riesgo de canalizar miles de millones de euros hacia proyectos propiedad del sector de los combustibles fósiles y construir un sistema ineficiente que no está alineado con la eficiencia y las necesidades de infraestructura de uso prioritario".
Entre las interconexiones eléctricas que se van a financiar, figuran proyectos entre Galicia y Portugal y otros tres con Francia desde Vizcaya, Aragón y Navarra.
Según Michael Liebreich, cofundador de Bloomberg New Energy Finance y experto en transición energética, la lista "incluye miles de kilómetros de gasoductos desde lugares con pocas probabilidades de suministrar hidrógeno a lugares con pocas probabilidades de necesitarlo; instalaciones de importación de amonÃaco para cargas con pocas probabilidades de producirse; incluso una instalación receptora de hidrógeno lÃquido para la que nunca se construirá una flota de transportistas".
"La lista refleja el control que ejercen los grupos de presión y la industria del gas sobre la polÃtica energética e industrial de la UE, en lugar de la realidad de la fÃsica, la economÃa y las finanzas", advierte.
Arjun Flora, director para Europa del Instituto de EconomÃa Energética y Análisis Financiero (IEEFA), clara que no hay "suficiente claridad" sobre la dinámica futura de la oferta y la demanda de hidrógeno como para comprometerse con proyectos "tan intensivos en capital".
"La filtración demuestra que la UE se está planteando gastar decenas de miles de millones de euros de los contribuyentes en la construcción de megaproyectos de hidrógeno inconexos, a pesar de la enorme incertidumbre en torno a la oferta, la demanda y el precio del hidrógeno en el futuro", lamenta.
Misma reflexión lanza Ana MarÃa Jaller-Makarewicz, analista de energÃa de IEEFA: "La UE debe canalizar la financiación de nuevas infraestructuras energéticas hacia soluciones sostenibles que sabemos que necesitamos, con una planificación adecuada y una justificación sólida. De lo contrario, los ciudadanos de Portugal, España, Francia y Alemania podrÃan tener que cargar con costosos activos varados".
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