La Unión Europea ha decidido agachar la cabeza, esquivar los obstáculos y seguir adelante en la carrera por transformar el hidrógeno verde en uno de los pilares de la descarbonización de las economÃas.
A la par de un escepticismo que alcanza a cientÃficos, expertos energéticos, organismos internacionales y gobiernos por un mercado fantasma (ineficiencia, costes altÃsimos, demanda inexistente, etc.), Bruselas ha incluido este martes el proyecto H2Med, corredor de hidrógeno que circulará entre la penÃnsula ibérica y Francia a la lista de Proyectos de Interés Común (PCI, en sus siglas en inglés).
De esta manera, se confirma el adelanto de LPO tras la filtración de un documento con la lista de proyectos aprobados para esta tecnologÃa limpia (68). La Comisión Europea (CE) transferirá en los próximos años un total de 50.000 millones de euros a las grandes empresas de combustibles fósiles para crear infraestructura de hidrógeno verde, entre ellas el H2Med.
Lo cierto es que hoy el mercado de hidrógeno verde va en dos velocidades. Una muy rápida: la multiplicación de proyectos -con millonarias subvenciones públicas- para aumentar la escala de la producción. Otra muy lenta: la demanda y la concreción de esas inversiones.
Estas dos caras de la moneda quedaron expuestas dÃas atrás ante el optimismo y la excitación del Banco Mundial y la cautela de la Agencia Internacional de la EnergÃa (AIE).
El organismo multilateral anunció que adoptará una agenda climática que un "despliegue acelerado del hidrógeno verde". El plan -que cuenta con la colaboración con la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), el Instrumento Global de Infraestructuras, vinculado al G20 y el Consejo del Hidrógeno- es generar 10 GW de potencia de este vector limpio, diez veces la capacidad actual de producción.
Por lo pronto, el Banco Mundial concedió en lo que va de año préstamos por 1.517 millones de euros para financiar el hidrógeno verde. "Habrá mucho más en el futuro", adelantó el director global de energÃa, Demetrios Papathanasiou.
Además de financiar estos proyectos de infraestructura, la UE también está desembolsando millones de euros en aumentar la oferta. Ya puso en marcha una primera licitación de 800 millones de euros de ayudas a los fabricantes comunitarios de hidrógeno verde, que se completará en 2024 con una segunda ronda de 2.200 millones, lo que va a arrojar un valor total de 3.000 millones.
La CE busca con sus ayudas compensar la diferencia entre los costes de producción y el precio de mercado para los fabricantes de hidrógeno limpio. En 2023, la producción de esta vector sin emisiones representa menos del 1%. El 99% sigue siendo hidrógeno gris, fabricado a partir de gas fósil.
Por este motivo, el analista de tecnologÃas energéticas de la Agencia Internacional de la EnergÃa (AIE), José Miguel Bermúdez, alertó durante la presentación del informe 'Global Hydrogen Review 2023' que pese a todos los esfuerzos estatales, "la creación de demanda va a un ritmo mucho menor que los objetivos de producción".
Entregó una cifra que da cuenta de este problema: en Europa, sólo el 4% de los proyectos anunciados cuenta hoy con una decisión en firme de inversión o está en fase de desarrollo.
Y asà como la movilidad terrestre (los coches, trenes y autobuses de hidrógeno verde) empieza a descartarse por proyectos fallidos (el último caso el de la comuna de Pau, que en 2019 habÃa anunciado la descarbonización de una lÃnea de autobuses a través de este vector limpio, admitió a principio de mes que "no tiene sentido" seguir invirtiendo en proyectos "muy desventajosos" respecto a las opciones eléctricas), muchos expertos auguran el mismo destino para corredores como el H2MED.
El tren de hidrógeno fracasa en Alemania y pone en duda la fuerte inversión pública de la UE
Francia ya duda de la inversión, según revela un documento interno filtrado en octubre, el Ejecutivo de Emmanuel Macron pone en duda la viabilidad del corredor ante un mercado que no da ninguna señal de despegar.
El Gobierno galo alerta que el "transporte de H2 es más caro y complejo que otras moléculas" y dado que la "rentabilidad económica será muy incierta" en los próximos años "no habrá infraestructura para 2030 para una estrategia de importación de H2 libre de carbono".
El documento detecta "problemas económicos", unos costes de producción muy elevados, y "problemas financiaros", con un presupuesto de ayudas públicas insuficiente para los ambiciosos planes trazados en materia de hidrógeno verde, que sà o sà deberá actualizarse a partir de 2025. Esta "necesidad adicional" estará sujeta a la "rentabilidad de los resultados", advierte el texto.
La asociación industrial "France Hydrogène" coincide con esta mirada "cauta" del Ejecutivo. "Tengo mis dudas sobre la posibilidad de obtener cantidades suficientes de hidrógeno limpio para 2030, al nivel necesario para hacer rentable una infraestructura de esta escala", admitió su presidente, Philippe Boucly.
La incertidumbre alcanza también al Parlamento Europeo. Un grupo de diez eurodiputados firmó una carta junto a 43 organizaciones para pedir que se evite un despilfarro de recursos públicos ante la poco evidencia de que el H2MED pueda transportar hidrógeno verde en las cantidades proyectadas.
"El H2Med es una trampa para la transición energética y la coartada para el plan nuclear francés"
"En el actual contexto de crisis energética y climática existe una tendencia a considerar el hidrógeno verde como una de las opciones más viables para avanzar hacia la descarbonización de la economÃa. Ello ha provocado el inicio de una frenética carrera por desarrollar numerosos proyectos, algunos de los cuales corren el riesgo de no ser necesarios en el futuro por estar sobredimensionados y no responder a las necesidades de la transición energética, como es el H2Med", señalan las firmantes, entre la que se encuentra la flamante Ministro de Infancia y Juventud, Sira Rego.
A principio de año, Greenpeace España y Fundación Renovables un contundente documento alertando, con datos, cálculos y cifras, de las enormes incongruencias (polÃticas, técnicas, económicas, sociales) de los planes de Bruselas respecto al H2Med.
A juicio de estas dos organizaciones, este corredor es "la coartada del mantenimiento del modelo actual (gas fósil)" y una apuesta por un "sueño megalÃtico", muy ajeno a la realidad del desarrollo de renovables y de la demanda real de hidrógeno actual y futura.
"Plantearse megaproyectos sin la certeza de que serán operativamente utilizados es un error que incrementará la presión para la transición energética y que puede acabar convirtiendo el hidroducto en una infraestructura fallida, siguiendo una práctica desgraciadamente muy habitual en el modelo concesional español de realización de infraestructuras como han sido las regasificadoras o las autopistas radiales", sostiene este documento.
"El hidrogeno será, sin duda, la guinda de la transición energética, pero nunca será el pastel, como el sector gasista y los gobiernos nos quieren hacer creer", resume Fernando Ferrando, presidente de Fundación Renovables
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