La burbuja que sostiene el por ahora ficticio mercado del hidrógeno verde empieza a pincharse. Pese a las promesas, las proyecciones y los anuncios -este vector renovable como pilar de la descarbonización de las economÃas europeas-, la realidad confirma hoy que se intenta avanzar a ritmos para los que no están preparadas ni la tecnologÃa ni la financiación pública y/o privada.
"Se está llevando a asumir riesgos al tratar de utilizar este gas para usos en los que probablemente no sea la mejor opción, o en los que ahora mismo está muy lejos de ser competitivo", advirtió dÃas atrás Marcos Rupérez Cerqueda, asesor y ejecutor de proyectos de ingenierÃa (Máster en Pilas de Combustible y TecnologÃas de Hidrógeno por la Universidad Aalborg, Dinamarca), con más de 8 años de experiencia en el sector energético.
Las empresas que están impulsando esta tecnologÃas admiten que la creación de este mercado va más lento de lo esperado y que, a octubre de 2023, la financiación pública sigue siendo "clave y determinante" para la viabilidad de todos los proyectos que están sobre la mesa.
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Un ejemplo: los lÃderes de esta industria como Plug Power o Ballard Power, fabricantes de electrolizadores y pilas de hidrógeno, han pasado de valer en bolsa 66 dólares y 38 dólares por acción a 6,4 dólares y 3,5 dólares en la actualidad, tal como detalla el ambientólogo Xabi Marrero en un reciente artÃculo en elDiaro.es.
No solo eso: fuera de los proyectos industriales, los primeros resultados, sobre todo en movilidad, son negativos, como el caso de las estaciones de servicio en Dinamarca o los trenes en Alemania.
Por tal motivo, la Coalición del Hidrógeno Renovable, que nuclea a las grandes firmas energéticas de Europa, le reclamó la semana pasada a la Comisión Europea "un perÃodo corto de fuertes subsidios para desarrollar rápido" este emergente sector energético.
Las ayudas públicas permitirÃan, según esta industria, que "más adelante" el mercado ya podrÃa funcionar de "manera independiente" y sin aportes estatales.
"Espero que no necesitemos subsidios en diez años, pero lo necesitamos ahora", dijo el presidente de la compañÃa de electrolizadores Nel y vicepresidente de la Coalición del Hidrógeno Renovable, Hakon Volldall, cuya cara visibles es Ignacio Galán, el CEO de Iberdrola.
En la actualidad, el mercado del hidrógeno limpio es prácticamente inexistente. Casi todo el hidrógeno que se produce en el mundo -dedicado exclusivamente al uso industrial-, es "gris", es decir, se produce a partir de gas fósil.
"Hoy en dÃa, cuando se trata de producir hidrógeno verde, los números están en nuestra contra", explica Adithya Bhashyam, analista de hidrógeno de BloombergNEF.
El hidrógeno gris cuesta, actualmente, entre 1 y 2 euros por kilogramo. La versión renovable, entre 3 y 8 euros. La expectativa polÃtica y empresarial es que los costes de producción bajen de forma abrupta para 2030, proyectando "economÃas de escala".
Respecto a los proyectos, el 95% de los anunciados en Europa están "inmaduros", según la última actualización de Hydrogen Council, asociación que agrupa a directores ejecutivos de 150 empresas lÃderes en energÃa. Solo un 5% ha saltado de los papeles al terreno.
El total de proyectos de hidrógeno verde anunciados en la Eurozona alcanzó los 107.000 millones de euros a principio de 2023. La mayor parte de este dinero corresponde a ayudas de la UE o de los propios Estados miembros. España, por ejemplo, ya destinó 450 millones de euros en subvenciones.
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Los subsidios se han cuadruplicado en los últimos dos años hasta superar los 280 mil millones de dólares, según la última actualización de BloombergNEF. Estados Unidos encabeza el ranking de ayudas, pero la UE no se queda atrás.
Y se seguirán multiplicando, tal como exige la industria. En noviembre, Bruselas lanzará la primera subasta de hidrógeno con un respaldo de 800 millones de euros.
La decisión se enmarca en la creación de un Banco Europeo de Hidrógeno, con el que el bloque invertirá 3.000 millones de euros en los próximos años para "acelerar" el desarrollo de esta tecnologÃa.
"Este sistema de subastas premiará a las empresas más innovadoras y competitivas, capaces de producir hidrógeno al menor coste. Llenaremos el vacÃo existente entre su coste de producción y el precio que el mercado está dispuesto a pagar actualmente. Y esto creará un cÃrculo virtuoso, en el que el mercado del hidrógeno se amplÃa y los precios al consumo bajan", justificó la presidenta de la Comisión, Úrsula Von der Leyen.
La UE sigue proyectando alcanzar el cero neto de emisiones para 2050, una hoja de ruta que, pese al crecimiento de la energÃa renovable, parece más utópica que realista: en 2023 las emisiones siguen a niveles récord.
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