La última misión enviada por el Fondo Monetario Internacional a la Argentina a cargo del italiano Roberto Cardarelli parece haber cambiado la visión del organismo acerca del próximo proceso electoral.

Mientras que en la última conferencia de prensa el director del Hemisferio Occidental Alejandro Werner había advertido sobre "el riesgo considerable" que implicaban las próximas elecciones, el portavoz de la entidad Gerry Rice aseguró este jueves que seguirán apoyando a la Argentina "más allá de los cambios políticos".

"Es algo normal para el FMI. Su misión es apoyar a los países miembros. Los gobiernos pueden cambiar, pero el Fondo continúa apoyando al país", indicó Rice, diferenciándose claramente de los dichos de Werner, que a mediados de enero había lanzado un fuerte apoyo a la administración Macri.

"Un cambio importante en la dirección de la política económica siempre ha sido un riesgo considerable. Los inversionistas no solo tienen que ver cómo se comportará la economía argentina en los próximos 6 u 8 meses sino en 24 y 36 meses", fueron las palabras de Werner, duramente criticadas por Cristina Kirchner y Sergio Massa.

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Pero más allá de los cuestionamientos de la oposición, el cambio de estrategia comunicacional del organismo se debe a las estrechas reuniones que mantuvo Cardarelli en su última visita, donde se juntó con Juan Manuel Urtubey, Roberto Lavagna y Axel Kicillof.

Con el ex ministro de Cristina fue con quien mantuvieron la charla más extensa, bajo un clima sumamente "cordial", que fue ratificado por ambas partes. Es más, de acuerdo al periodista Marcelo Bonelli, Cardarelli contó que tuvo muchas coincidencias con Kicillof en el diálogo privado.

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A su vez, en dicho encuentro el economista de Unidad Ciudadana le pidió a los técnicos del FMI que sean prudentes con sus declaraciones públicas, porque si a fin de año hay un cambio de gobierno es importante que no contribuyan a generar inestabilidad.

En tanto, desde el entorno del kirchnerismo confirmaron a este medio que el contacto con el Fondo es habitual desde hace varios meses, lo que "disipa la versión del mercado que si gana Cristina el FMI no se iba a sentar con ella".