Luján, a pocos metros de la mítica basílica, fue el escenario elegido por el PRO para realizar un acto en el que todas las voces, salvo la del propio Mauricio Macri, postulaban al jefe de gobierno como candidato en las presidenciales.

“En 2011 PRO es la alternativa de gobierno en una nueva Argentina”, expresó Macri y, si bien reiteró que “no es tiempo de candidaturas”, afirmó que “dejará todo por el país” y que comenzará a recorrerlo durante todo este año.

El ex presidente de Boca cerró el Encuentro Nacional de Jóvenes PRO que reunió a más de siete mil militantes de todo el país. No estuvieron ni Francisco de Narváez, que recibió off the record todo tipo de críticas a sus aspiraciones presidenciales, ni Felipe Solá, ya lejos definitivamente del macrismo.

Desde temprano, el calor se mezclaba con las remeras amarillas y las grandes banderas del mismo color que se podían ver desde la entrada al municipio. Más de 25 micros, decenas de autos y banderas con consignas como “no nos van a parar”. Parecía un acto típico del peronismo.

Adentro, el club municipal estaba desbordado. Los bombos, los cánticos y las banderas presagiaban un acto lejano a la sobriedad con la que se caracterizaba el macrismo. No había sushi ni gaseosas, pero tampoco choripanes ni alfajores.

“El que no salta es un pingüino”, se escuchaba desde un pequeño escenario montado en el gimnasio del lugar. Jóvenes, y no tan jóvenes, deambulaban por la cancha de básquet y aprovechaban el buen sol.

Desde Recrear, hoy ya fusionado con el PRO, el ministro de Educación, Esteban Bullrich, junto al rosarino Federico Angelini (titular de la UGIS, la unidad de emergencia en villas) llevaron 3 colectivos desde Santa Fe y 12 de Capital Federal. “Más de mil personas”, contó Angelini a LPO. Familiero, el diputado porteño Enzo Pagani llevaba en andas a su pequeño hijo para que sienta el furor partidario.

Con una gran bandera naranja, Propuesta peronista, con la leyenda “Macri – Ritondo” llevó a más de 300 personas lideradas por el presidente del bloque macrista en la ciudad, Cristian Ritondo.

En el radicalismo macrista se mostraban contentos con los más de 600 militantes que llevó el legislador Martín Ocampo.

Por su lado, Diego Santilli (ministro de Espacio Público) se paseaba con su remera del PRO, jeans azules y zapatillas blancas. “Estas cosas sirven, hay que darle impulso a los jóvenes, mirá cómo están”, le dijo a este medio señalando a la multitud que cantaba consignas anti kirchneristas.

Néstor Grindetti, ministro de Hacienda, se sacó fotos con militantes de Lanús, donde en 2011 jugará por la intendencia. Inclusive, una mujer de avanzada edad le pidió la gorra que llevaba consigo como souvenir político.

Cerca de él, Horacio Rodríguez Larreta también ostentaba una gorra amarilla mientras un sonriente Andrés Ibarra, secretario de Educación y amigo personal de Macri, se saludaba con otros dirigentes partidarios. El ministro de Desarrollo Económico, Francisco “Pancho” Cabrera bromeaba con Humberto Schiavoni (Corporación Sur) y Guillermo Montenegro, con una camisa a cuadros, se ubicaba detrás del escenario para intentar soportar mejor el calor agobiante.

Por su parte, el secretario general, Marcos Peña, uno de los organizadores del evento y de los armadores de la agenda de Macri, deambulaba con su remera azul y zapatillas rojas mientras se le acercaban los jóvenes dirigentes del partido a saludarlo.

Lidia Saya, de impecable negro, y Omar Abboud, el flamante titular del Instituto de la Vivienda, optaron por el perfil bajo.

Las palabras de Macri

Diez minutos antes de lo que estaba anunciado (17 horas), el jefe comunal hizo su aparición.

El calor ya era pegajoso y el ruido de bombos ensordecedor. A su lado, sentados en una silla, la diputada de 27 años Soledad Martínez junto al legislador porteño, Fernando de Andreis, lo acompañaban como líderes de la Juventud PRO. Con una camisa blanca y una pollera violeta, Gabriela Michetti también subió al escenario para escuchar al jefe comunal.

“Argentina necesita otra generación y no nos van a parar”, arrancó con el aplauso inmediato.

“Ustedes representan el presente y el futuro de millones de jóvenes que la están luchando contra viento y marea en un país con niveles de violencia y corrupción nunca vistos”, enfatizó Macri.

Y agregó: “Los Kirchner (silbidos) han hecho lo imposible para dividir y no han parado de sembrar el rencor entre los argentinos pero han fracasado porque este es un pueblo de paz y trabajo”.

“Ahora son miles y miles de jóvenes, en un año tienen que ser cientos de miles más para organizar un país con espíritu de esperanza y vocación de cambio porque este es el tiempo de la Argentina, es nuestro tiempo”, subrayó.

“Me quiero comprometer a seguir trabajando con ustedes y a seguir escuchándolos porque hasta aquí, en los últimos 25 años lo único que se logró fue cada vez más pobreza, más exclusión y más violencia”, completó.

Los cánticos no tardaron en aparecer a la vez que flameaban las banderas: “Se siente, se siente, Macri presidente”.

“Me comprometo a recorrer todo el país y a tener los mejores profesionales de la Argentina para que participen”, expresó ya como candidato y envalentonado. “En 2011 va a nacer una nueva Argentina”, cerró. En ese instante los 23 delegados de la juventud partidaria se subieron al escenario. “Vamos Argentina, vamos el PRO”, vociferó sobre el final en medio de las remeras amarillas que eran revoleadas por los militantes.

Macri salió rápido, en medio de saludos a dirigentes. Estaba sudado, tenía una botella de agua en la mano y una camisa blanca que ya no resistía los más de 30 grados que se hacían sentir.

¿Por qué Macri en su discurso no quiso decir que era el candidato?, preguntó LPO. “Él no, pero yo dije que era el candidato”, sonrió De Andreis.

A esa altura una canción cuyo estribillo repetía “Arriba PRO” se escuchaba a todo volumen en medio de abrazos entre funcionarios.

Macri candidato

Si bien omitió confirmar su candidatura, todos los dirigentes de su máxima confianza aseguraron a LPO que no habrá dudas sobre su postulación.

“Mauricio Macri va a ser candidato a presidente”, afirmó José Torello, vicepresidente del PRO y amigo de la infancia del ex presidente de Boca, ante una consulta de este medio.

“Tenemos que construir primero nuestro partido en 2010 por dos cuestiones. En primer lugar para mostrar que tenemos vocación y por otro para dar un mensaje a los políticos para que se suban ahora”, agregó, en una frase que indirectamente aludía a Francisco de Narváez, uno de los grandes ausentes.

También Gabriela Michetti se sumó (ver nota aparte) y dijo que no tiene dudas sobre la candidatura de su ex compañero de fórmula.

Por su parte, el diputado provincial Ramiro Tagliaferro opinó que “la situación está muy volátil, por eso es prematura hablar de candidaturas. Mauricio tiene un diferencial que es el gobierno de la ciudad, sino se transformaría en (Martín) Sabatella, quien en 2007 se presentó y al año y medio después ya estaba nuevamente en campaña para ser diputado”.