La disputa electoral bonaerense talló una brecha gruesa en la pata peronista de PRO, la fuerza nacional que lidera Mauricio Macri. La corriente interna de origen justicialista desarrolla un juego ambiguo detrás de dos hombres que supieron ser fórmula y que hoy se enfrentan en la misma arena: Francisco De Narváez y Jorge Macri.

De Narváez-Macri fue la fórmula macrista para pelearle a Daniel Scioli la gobernación de la provincia. Pero luego de la elección de 2007 y tras un 2008 lleno de incertidumbres, hace algunos meses formalizaron la ruptura y lanzaron sus unipersonales candidaturas a diputado nacional. Detrás de sus nombres, los referentes provinciales tuvieron que optar entre ambos y, por diferentes condiciones, quedarse de un lado o de otro.

Los primeros en elegir fueron los legisladores porteños Cristian Ritondo y Daniel Amoroso. Ritondo es la cabeza de la agrupación Propuesta Peronista, la base institucional del peronismo dentro de PRO, y desde hace días ambos hacen campaña por De Narváez en toda la costa. Esa movilización se traduce desde pasacalles colmando las vías desde Mar de Ajó a Mar del Plata, o la participación directa en actos de campaña del empresario y diputado en Pinamar o Villa Gessel.

En Propuesta Peronista está el también legislador y actual vicepresidente 1º de la Legislatura, Diego Santilli. Pero éste, en cambio, hoy se muestra más cercano a Jorge Macri. De hecho, existía la posibilidad de que mañana participe de un acto de campaña electoral en Mar del Plata con los diputados peronistas Juan José Álvarez, Julio Ledesma, junto al primo del jefe de Gobierno.

Quien especuló con su presencia fue el propio Macri, quien arriesgó la presencia de Santilli y confesó que éste optó por acercarse a él. "Se ofreció para dar una mano", dijo. Pero desde el entorno del propio legislador confiesan que no irá al acto, aunque buscará una salida políticamente correcta para no confrontar. A La Política Online ya le advirtieron que el acto –en el que se esperaba la presencia de Felipe Solá- fue postergado.

Partición PRO

“Acá la situación es que Jorge Macri mide 5 puntos y Francisco 20”, dicen desde el entorno de los dirigentes peronistas que aún confían en sostener lo que supo ser una alianza entre Macri y De Narváez. Sin embargo, las mismas fuentes se sorprendieron cuando se enteraron que tenía pautado Santilli participaba de un acto junto al diputado provincial.

“Esto lo hacen para balancear”, arriesgaron en diálogo con este medio. “Están haciendo reuniones, lo invitan para que el tema no sea conflictivo”, sumaron.

Pero la crisis interna está. Los peronistas macristas que insisten con que el mejor panorama electoral para PRO en 2009 es presentar a Gabriela Michetti en Capital y De Narváez en la provincia son los que no se avergüenzan de presentarse en actos de tinte duhaldista. Lo hacen, aunque saben que para Macri, el líder, el nombre de Eduardo Duhalde es “piantavotos”.

Hablan de Telerman

Ante este panorama, los voceros del peronismo macrista se hicieron eco del adelanto exclusivo de La Política Online del cónclave que en Pinamar tuvieron De Narváez y el ex jefe de gobierno Jorge Telerman. “Si Macri decide romper con Francisco, por ahí éste busque presentar alianzas en Capital”, arriesgaron. Y Telerman, antes que sumarse al armado del PJ porteño -dicen-, optaría por una fuerza con De Narváez.

Esto igualmente complicaría el escenario. Aparece, a priori, complicado que Telerman y Ritondo pueden integrar una misma fuerza, ya que en la campaña de 2007 tuvieron fuertes cruces verbales en la elección.

De hecho, luego de presentarse en un acto junto al ex presidente, Ritondo fue expulsado de la mesa nacional de PRO. Pero dobló la apuesta y el 17 de octubre volvió a mostrarse junto a De Narváez y Chiche Duhalde. “Si la mesa es con Juanjo (Álvarez) y (José) Torello, a Cristian no le interesa”, confesaron a La Política Online quienes lo conocen.

Problema colorado

“Diego el año que viene está a tiro de decreto, o no está”. Así intentaron justificar desde el peronismo que apoya a De Narváez la extraña jugada de Santilli. Creen, que el diputado tiene que hacerlo para intentar sostenerse en el poder, ya que este año culmina su último período en la Legislatura y no puede optar ya por una reelección.

“Si a Ritondo lo cortan, todavía le quedan dos años más como legislador. Pero si Santilli rompe con PRO para apoyar a De Narváez, puede quedar en la lona”, analizan con acierto.

Pero no habría sólo una lectura electoral de la jugada, sino que por detrás también se esconden simpatías políticas. Del otro lado, explican que “de ninguna manera” Santilli podría participar de una campaña de De Narváez y que a su vez ha construído una muy buena relación con Solá –quien pelea con De Narváez por la lista del peronismo disidente- y mantiene buenos vínculos con el primo del Macri más famoso.

Tampoco descartan que desde la cúpula de PRO le hayan recomendado “no fomentar conflictos internos”, por lo cual podría participar de algún acto con Jorge Macri pero sin romper ni mucho menos con el peronismo de Ritondo. Lo mismo aseguran desde el entorno del ex diputado nacional: Si bien la relación con Santilli está intacta, “si juega en la provincia con Jorge Macri, nosotros vamos a insistir con la candidatura de De Narváez”.

En síntesis: entre Ritondo y Santilli seguiría todo en buenos términos pero en territorio bonaerense jugarán en líneas distintas. El primero, tiene su tropa -encabezada por el líder de Propuesta Peronista en la provincia, Hernán Gómez- trabajando en toda la costa por De Narváez; el vice de la Legislatura, puso a Guillermo Larez –su armador bonaerense- en la órbita de Jorge Macri.

Otro punto importante es la inconclusa definición del propio Mauricio: “La decisión de apoyar a De Narváez la tendrá que tomar o no. Si la toma, iremos con PRO; sino, iremos como parte del peronismo disidente”, confesaron en off dirigentes del peronismo de Macri que ya trabajan en la Costa Atlántica junto al empresario.