Tal como se esperaba, el comienzo del nuevo año no cambió la situación del sector manufacturero, que continúa atravesando una alarmante crisis que no se veía desde la salida de la convertibilidad.

En enero, el índice de producción industrial registró una caída interanual del 10,8% y acumula nueve meses a la baja a una velocidad que adquiere una dimensión sorprendente al promediar el 11% en el último semestre.

Como aliciente, se reportó un crecimiento del 4,6% frente al mes anterior en términos desestacionalizados que arrojan la esperanza de que la actividad fabril -que ya se contrajo un 5% en todo el 2018- haya tocado fondo el último mes del año pasado. No obstante, esta misma situación ya se había observado en octubre y se revirtió inmediatamente al siguiente mes. Es que en concreto, el dato refleja simplemente la estabilidad cambiaria de ambos meses, que ya comienza a ponerse en tela de juicio. 

De acuerdo a lo publicado por el Indec, los peores datos del indicador de enero se observaron en la división "Otros equipos de transporte" que tuvieron un insólito retroceso del 58,8% a partir del derrumbe del 80% en la producción de motocicletas.

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En segundo lugar, se ubicó la fabricación de maquinaria y equipo que sufrió de un verdadero derrumbe del 90,3% en la producción de maquinaria agrícola y en su conjunto se contrajo un 42,8%.

Por su parte, la crisis de la industria textil golpeó por igual tanto al conjunto de la producción de esta rama (-27,9%) como al sub bloque de hilados de algodón (-51,3%), producto del inédito derrumbe del mercado interno.

El resto de los rubros afectados fueron otros equipos aparatos e instrumentos (-26,3%), productos minerales no metálicos (-19%), Vehículos automotores, carrocerías, remolques y autopartes (-18%), industrias metálicas básicas (-15,2%), Muebles y colchones, y otras industrias manufactureras (-14,5%).

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Ya con caídas más tenues se ubicaron los productos de caucho y plástico (-12,4%), prendas de vestir, cuero y calzado (-8,2%), la elaboración de sustancias y productos químicos (-7,4%), Madera, papel, edición e impresión (-6,7%), Refinación del petróleo, coque y combustible nuclear (-4,9%), Productos de metal (-4,1%) y Alimentos y bebidas (-2,2%).

Por el contrario, el único de los 16 rubros que indicaron un crecimiento frente al mismo mes del año anterior fue la industria del tabaco con un avance del 5,1%.

En base a estos resultados, la encuesta cualitativa industrial no presentó las mejores expectativas por parte de las empresas. El 55,4% espera una menor demanda interna para los próximos meses, contra sólo un 10,6% que mantiene una visión optimista y es por eso que la mayoría (39,1%) anticipa que utilizará un porcentaje más chico de la capacidad instalada.

Al igual que en los últimos meses, las expectativas empresarias prevén mayoritariamente una disminución en la dotación de personal (27,6%), mientras que un sector minoritario espera incrementar su planta (5,9%). Estos números se profundizan en relación a la cantidad de horas trabajadas, que al no tener la necesidad de realizar despidos para disminuirlas, el 38% de los empresarios proyectan acotarlas.