Con la campaña iniciada oficialmente y a menos de 50 dÃas para las elecciones presidenciales, Bolsonaro sigue mostrando una recuperación en las encuestas. Esta vez, Datafolha se suma a lo publicado por IPEC y Quaest y ubica a Lula arriba con una diferencia de 15 puntos cuando hace un mes la distancia era de 21.
En el Gobierno aseguran que aún no se está generando el impacto que creen que será positivo en los sectores más humildes donde aún la ventaja a favor de Lula es considerable. En ese sentido, en el PT tienen el ojo puesto en el voto evangélico, clave para definir cualquier elección y en donde Bolsonaro saca diferencia.
Según esta encuesta, el Presidente está 17 puntos arriba de Lula cuando meses atrás se registraba una empate técnico. LPO habló con el pastor evangélico Zé Barbosa quien explicó que "Lula no puede jugar el juego del moralismo superficial que quieren imponer. Necesita reafirmar sus años de gobierno. Fue precisamente durante el gobierno de Lula que los evangélicos crecieron más en Brasil y fueron los Gobiernos del PT los que sancionaron leyes que garantizaban total libertad para organizar iglesias en Brasil, además de fechas como el DÃa del Evangélico y el "DÃa del Anuncio del Evangelio".
La deflación en Brasil mejora las chances de Bolsonaro a 50 dÃas de las elecciones
"Pero principalmente para traer a la memoria los años de lucha contra el hambre y la injusticia social, estas son las orientaciones más relevantes para un cristiano. Cabe señalar que el hambre, la injusticia y la desigualdad ofenden a Dios ya su creación. DeberÃa mostrar que en ningún momento las iglesias fueron perseguidas u obligadas a hacer lo que no querÃan hacer. El PT tiene una raÃz cristiana católica muy fuerte en las comunidades eclesiales de base y eso también se puede aprovechar", agregó.
Barbosa considera que "es necesario entender que los supuestos valores abrazados por estos evangélicos fueron una construcción bien asentada en los últimos 40 años. La idea de un "defensor de la fe", un "presidente evangélico que librarÃa a Brasil de la maldición", pero no se habla de qué maldición, de pecados estructurales como el racismo, el hambre, la miseria, etc... después de todo, está vacÃo y sin sentido, pero tiene el aire de profecÃa y promesa". "Y a todo se superponen temas moralistas y sexuales (todo está ligado a la sexualidad y la lucha de las mujeres. Entonces estos valores no son más que el mantenimiento del patriarcado y la opresión y control de los cuerpos", añadió.
Para Barbosa, Bolsonaro está muy bien educado para hablar de este imaginario evangélico construido a lo largo de estos años. Sus discursos (y principalmente el uso de su esposa, Michelle, en los últimos dÃas) se dirigÃan a creyentes repletos de versÃculos bÃblicos y arrogándose una guerra espiritual contra el mal o los males (comunismo, aborto, LGBTQIA+, erotización infantil, etc.). Pero es necesario decir que la mayor parte de lo que se propaga son mentiras, invenciones bizarras (como la botella fálica de 2018), pero que suenan bien a un pueblo que esperaba un "mesÃas" que "liberara a Brasil" de las "ideologÃas que quieren destruir la fe cristiana en el mundo". Es un discurso muy bien estructurado y construido durante décadas que ya forma parte del imaginario popular evangélico brasileño, desafortunadamente", detalla.
Sobre el momento en el que los evangélicos dejaron de apoyar al PT, Zé Barbosa dice que "es necesario hacer una distinción muy importante: el pueblo evangélico y el liderazgo evangélico. Y otra más importante dentro de esta primera división: las iglesias-rebaño (donde un lÃder absoluto lleva al rebaño donde quiere y tienen obediencia ciega), y las iglesias de resistencia (no necesariamente de izquierda) como las pentecostales de periferia, generalmente construidas desde la propia comunidad con lÃderes locales y laicos, que sufren el dolor de la vida cotidiana, en su mayorÃa iglesias pobres y sencillas".
En esa lÃnea, sostiene que "los evangélicos que abandonaron al PT son, en su mayorÃa, lÃderes que no tienen nada que perder en la búsqueda del poder. Quien está en el poder tiene el apoyo de estos lÃderes. Son corporativistas y mercenarios. Siempre es bueno recordar que, cuando estuvo en el poder, Silas Malafaia, Marco Feliciano, el obispo Macedo y otros pastores apoyaron al PT. Cuando se produjo el golpe de Estado de 2016, comenzó la estampida. Asà que este es un grupo sin escrúpulos. Su dios es el poder y el dinero".
Barbosa destaca que "la masa evangélica, principalmente pentecostal y negra de la periferia, que sufre prejuicios, abandono público y, ahora, hambre nuevamente, suele tener un recuerdo afectivo de los tiempos de Lula. Este pueblo, esencialmente femenino y negro, es sinónimo de resistencia y lucha y, movidas por la fe, estas mujeres son fuerzas y poderes revolucionarios". "A pesar del constante ataque de los lÃderes vendidos, muchos de ellos no dejaron de apoyar al PT, no por el propio Partido, no porque fueran de izquierda, sino por la fuerza y porque sabÃan que era precisamente durante los años del gobierno del Partido de los Trabajadores, donde tenÃan un mÃnimo de respetable dignidad y perspectiva de vida. Sus hijos e hijas ingresaron a las Universidades y alcanzaron lugares nunca antes ocupados por ellos. Eso hace toda la diferencia", culmina.
Según pudo saber LPO, Lula intensificará la campaña para acortar distancia entre evangélicos a través de actos en donde se evitarán temas de género que puede resultar sensible para la población religiosa y se enfocarán en las propuestas económicas y "un discurso espiritual" que le permite volver a enamorar a una base que supo ser del PT. No obstante, aclaran, "Lula será crÃtico con los que usan la fé para cuestiones partidarias", como lo deslizó el acto que encabezó en San Pablo.
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