Las advertencias científicas son cada vez más claras y contundentes sobre la deriva a la que se encamina la humanidad como consecuencia del cambio climático y de la destrucción de los ecosistemas que sustentan la vida en el planeta.
Este miércoles, una investigación que demandó cuatro años de trabajo y que reunió a más de 50 científicos -publicada en la revista Nature- reveló que siete de los nueve umbrales que permiten la vida humana sobre la Tierra ya han sido sobrepasados.
Días atrás, como publicó LPO, otro estudio advirtió que un tercio de la población mundial deberá emigrar a fin de siglo por quedar fuera del "nicho climático humano".
Ahora, otro grupo de investigadores centró el foco en otro umbral crítico, la barrera de los 50 grados en 12 países -incluido España- alrededor del Mediterráneo y el Medio Oriente.
Este pico de calor, que ha sido "extremadamente raro e imposible" en el mundo preindustrial, está "aumentando rápidamente" por el cambio climático inducido por el hombre, avisa este nuevo informe, también publicado en Nature.
"Alarmante artículo. Más de 50 C en el Mediterráneo. Las políticas de cambio climático son esenciales para la vida y la seguridad. No hay propuestas ni coherencia en la derecha que aspira a llegar a presidir el gobierno ni en sus líderes autonómicos", escribió en su cuenta de Twitter la ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, sobre este trabajo científico.
En la introducción, los autores explican que ya hay "pruebas sólidas" de que extremos cálidos en todo el mundo son cada vez más frecuentes e intensos como resultado del cambio climático antropogénico.
También que se espera que el "calentamiento continuo" exacerbe aún más los riesgos, exponiendo a miles de millones de personas a "condiciones climáticas nunca antes experimentadas en los últimos 6000 años".
"Nuestro estudio tiene como objetivo ofrecer nuevos conocimientos sobre la realidad inminente de temperaturas que no solo romperían nuevos récords, sino que también, en ausencia de una adaptación efectiva, podrían dar lugar a consecuencias socioeconómicas calamitosas", explican los investigadores.
Ya hay varios ejemplos sobre los "umbrales de temperatura peligrosos en términos de impactos locales". El estudio cita uno: en julio de 2019, Cambridge (Reino Unido), alcanzó su récord de temperatura con 38,7 °C. Científicos británicos advirtieron entonces que la cifra podría volverse común a fines del siglo. Dos años después, en 2021, se estableció un nuevo récord en este país: 40,3 °C.
Si bien los ciudadanos del Reino Unido está preocupado por el cruce del umbral de 40 °C, otros países, más cálidos, enfrentan el desafío de superar uno muchísimo más peligroso, el de los 50 °C, que, según las proyecciones, será frecuente en la segunda mitad de siglo, afectando a la mitad de la población de los 12 países seleccionados (España, Marruecos, Argelia, Túnez, Libia, Turquía, Egipto, Jordania, Israel, Catar, Emiratos Árabes y Arabia Saudita).
De la sequía extrema al granizo: Lorca pierde sus cosechas por otro "shock climático"
"Se estima que ante un calentamiento global superior a los 2 grados, se registrarán temperaturas superiores a los 50 °C en todos los continentes excepto en la Antártida, Incluso en Europa, la perspectiva de tales extremos se ha vuelto más palpable después de que se registrara la temperatura más alta de 48,8 °C en Sicilia el 11 de agosto de 2021", detalla la investigación.
La ciencia ya adelantó que, en ausencia de medidas de mitigación, las proyecciones de todos los modelos sugieren que en la segunda mitad de este siglo comenzarán a "surgir olas de calor de una intensidad sin precedentes" en el norte de África y Oriente Medio, caracterizadas por superaciones del umbral de 50 °C.
El estudio de los científicos Nicolás Christidis, Dann Mitchell y Pedro A. Stott "dan un paso más" y cuantifica la probabilidad de tales superaciones de umbral en ubicaciones seleccionadas en el área del Mediterráneo y el Medio Oriente.
Todos estos lugares -aclara el trabajo- se caracterizan por veranos calurosos. La zona cubre una variedad de climatologías de temperatura y algunos ya experimentan temperaturas cercanas o superiores a 50 °C. Otros aún no. Pero van en camino.
Para finales de siglo, por ejemplo, se proyectan temperaturas superiores a 50 °C "al menos una vez por década en la mayoría de los lugares" y con la posibilidad de superar este umbral de "forma anual" en los sitios más cálidos de Emiratos Árabes, Qatar y Arabia Saudita, donde se prevé que "los extremos cálidos alcancen máximos sin precedentes".
Incluso, se agrega, la estación relativamente más fría de la zona seleccionada, España, donde nunca se superan los 50 °C y es extremadamente raro hasta la década de 2050, "la probabilidad aumenta a un ritmo rápido".
Los autores señalan que comprender "las características cambiantes de los eventos extremos bajo la influencia del cambio climático antropogénico" proporciona una "base científica sólida" para la "planificación de políticas de adaptación y mitigación efectivas".
Insisten en que las temperaturas extremas (+ 50 grados) podrían considerarse comunes a finales de siglo en lugares donde no hay antecedentes.
Surge la pregunta, plantean los investigadores, si las condiciones climáticas extremas del norte de África están, por ejemplo, migrando a Europa.
La respuesta: "Nuestro trabajo proporciona alguna evidencia de que este puede ser el caso, al menos en áreas con las mayores tendencias de calentamiento como el sur de España. Aunque esta migración climática hacia el norte es quizás una inferencia científica poco sorprendente, sus impactos sin precedentes asociados son de gran importancia para los países europeos afectados".
La proyección, dada la suficiente disponibilidad de datos, puede extenderse en nuevas investigaciones a otras regiones críticas como el sur de Asia, América Central o Australia.
"El creciente riesgo de exposición de la población a temperaturas sin precedentes tiene profundas implicaciones y exige una acción urgente para garantizar que las áreas de alto riesgo sigan siendo habitables. Por lo tanto, es esencial que la información científica no solo se comunique a las partes interesadas, sino que también se integre en el proceso de toma de decisiones", piden los científicos.
Se pone como ejemplo la "planificación de la salud pública", reactiva a los cambios estructurales que demanda esta emergencia climática. "Estos pasos se vuelven urgentes a la luz de la ominosa intensificación del calor mortal y deben tomarse de una manera que no amplíe la disparidad entre pobres y ricos".
Junto con "la adaptación socioeconómica", los autores de este trabajo científico también exigen "una acción de mitigación a más largo plazo para garantizar que las comunidades no sean empujadas más allá de los límites de supervivencia".
Por favor no corte ni pegue en la web nuestras notas, tiene la posibilidad de redistribuirlas usando nuestras herramientas.