El PP ha hecho pie en el gobierno autonómico de Andalucía hace apenas cuatro años. A Juanma Moreno le toca dirigir un territorio que supo votar sucesivamente al PSOE y cuyas posiciones están más orientadas a la izquierda, por lo que ha salido a desmarcarse del protocolo antiaborto que promueve Vox en Castilla y León y que su presidente, el popular Alfonso Fernández Mañueco, no termina de aclarar la implementación.

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"Tenemos que marcar nuestras propias diferencias. Nosotros no somos Vox ni queremos ser Vox", dijo el líder del Ejecutivo andaluz en entrevista con Antena 3. La propuesta de la ultraderecha ha salpicado a todo PP en plena precampaña y mientras Alberto Núñez Feijóo ensaya cierta moderación en cuestiones sociales. Los barones populares han tenido que salir a desmentir Vox, y quienes tienen responsabilidad de gobierno aclararon que un protocolo como el de Juan García-Gallardo.

El presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco.

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"Estamos ante una polémica claramente estéril, que solo beneficia a dos fuerzas políticas. Por un lado a Vox que busca protagonismo y encuentra ese protagonismo, esa caja de resonancia con estas declaraciones estridentes y por otro lado al PSOE que de buenas a primeras hemos pasado de hablar de las barbaridades que se han hecho en la modificación del Código Penal con la malversación y la sedición a hablar exclusivamente de este supuesto protocolo", le respondió a Susanna Griso. 

La diputada de Adelante Andalucía, Maribel Mora, denunció que más del 99% de los procesos de interrupción del embarazo se deriva a clínicas privadas, y la portavoz de Por Andalucía, Inmaculada Nieto, señaló que Moreno prevé entregar 700 mil euros a organizaciones antiaborto

Esta semana tuvo que poner los puntos luego de que Juan Carlos Duarte, portavoz del PP en la Diputación de Huelva y miembro de la Ejecutiva del partido en Andalucía, sostuvo en Twitter que el aborto no es un derecho. "En Castilla y León quieren evitar asesinatos", respondió a un usuario de esa red social. Moreno nunca ha ventilado su posición respecto a la interrupción voluntaria del embarazo, un tema incómodo para el PP, que ha recurrido la ley de José Luis Rodríguez Zapatero ante el Tribunal Constitucional.

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La consejera de Salud y Consumo de la Junta de Andalucía, Catalina García, fue la encargada de confirmar que un protocolo como el de Castilla y León no será aplicado en territorio andaluz. "No tenemos conocimiento de que las mujeres andaluzas tengan ningún problema en ese proceso. Si existe un problema que nos lo cuenten", afirmó ayer miércoles.

Juan Carlos Duarte, miembro de la Ejecutiva del PP en Andalucía, comparó el aborto con el asesinato. 

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Sin embargo, el Ejecutivo de Moreno no es un promotor de los derechos reproductivos de las mujeres y del aborto en particular. La diputada de Adelante Andalucía, Maribel Mora, denunció esta semana que más del 99% de los procesos de interrupción del embarazo se deriva a clínicas privadas en territorio andaluz, marcando un récord entre las comunidades autónomas. Por su parte, la portavoz de Por Andalucía, Inmaculada Nieto, señaló que Moreno prevé entregar 700 mil euros a organizaciones antiaborto que acosan a las mujeres cuando acuden a clínicas concertadas.

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"El voto natural en Andalucía es de izquierda. Moreno Bonilla lo hizo bien, se mostró centrado, no excluyente, no radical", dice a LPO un miembro del PSOE andaluz que explica la estrategia del PP autonómico.Por eso el presidente andaluz se muestra cauto a la hora de abordar ciertos temas que podrían manchar su gestión en un territorio que no consentiría un retroceso en materia de aborto. A Moreno le ha servido la retórica moderada y ha logrado marginar a Vox. Esa línea le ha servido y no ve por qué debería arriesgar su capital político.