
Ada Colau deberá dejar la alcaldÃa de Barcelona para dar lugar a una alianza liderada por Xavier Trias o bien una de signo progresista encabezada por Jaume Collboni. Cualquiera de las dos alternativas necesita de ERC para prosperar, si bien la de Junts también requerirá del PP de Daniel Sirera para salir adelante. Ante la parálisis en las negociaciones, la todavÃa alcaldesa propone repartirse el mando entre los comunes, los socialistas y los republicanos.
"Es cierto que no es habitual plantear una alcaldÃa compartida, es cierto también que se han acabado estas mayorÃas absolutas y que ahora tenemos en general un panorama polÃtico más fragmentado", dijo la alcaldesa. Colau confirmó que hizo llegar la propuesta a Collboni y Ernest Maragall, que la recibieron con cuestionamientos: al PSC le cae en un momento en que busca presionar a Maragall y ERC negocia con el equipo de Trias, en el marco de un acuerdo más grande entre los partidos independentistas de cara a las generales.
La idea de Colau es que comience ese tripartito rotatorio a modo de concesión, seguido por ella y continuado por el dirigente del PSC. Sin embargo, el entorno del republicano niega que la alcaldesa haya dado el paso y le acusan de unilateralidad en la propuesta. Lo cierto es que Pere Aragonès, jefe polÃtico de Maragall, ha cerrado un pacto informal con Junts de cara al 23J y la alcaldÃa representa la piedra fundamental de ese entendimiento.
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El equipo de Collboni explicó a LPO que no habrá una fórmula de gobierno compartido y que el lÃder del espacio progresista en la capital catalana es "firme e inequÃvoco". Por lo tanto, Colau tendrá que guardarse la propuesta y ayudar al PSC a concretar un Ejecutivo municipal con los republicanos. De hecho, Miquel Iceta ha puesto en duda la actitud de ERC de privilegiar un gobierno independentista por sobre uno de izquierdas.
En Ripoll sà ha habido acuerdo entre PSC y ERC, junto a la CUP, para frenar a Aliança Catalana, que esperaba contar con Junts como llave para el gobierno. La presidenta de los posconvergentes se habÃa mostrado contraria a levantar un cordón sanitario para impedir que la formación ultraderechista se hiciese con el pueblo emplazado en Girona. Finalmente, el PSC se sumó a las formaciones independentistas, incluyendo a Junts.
Los independentistas y socialistas catalanes no ponen de ejemplo el acuerdo por Ripoll, si bien acaban de cerrar un pacto en Selva del Camp, en el Baix Camp, por el que Josep Masdeu y Josep Masdeu alternarán en el cargo. El PSC está definiendo gobiernos municipales por toda Cataluña. En Torredembarra conducirá con ERC gracias a Junts y en Roses despojó al primero con el respaldo posconvergente y de la fuerza municipal Gent del Poble.
Colau intenta apurar un acuerdo desde el despoder, como recuerdan en el PSC. La urgencia no tiene que ver tanto con las consejerÃas en juego, sino por cómo influirá la negociación a nivel nacional, con elecciones generales ya programadas. La lÃder de BComú entiende que asà como los socialistas Collboni, Iceta y Salvador Illa buscan anotarse un punto, la candidatura de Yolanda DÃaz le tiene como principal figura en Cataluña.
La preocupación en el horizonte para el bloque de la izquierda no independentista es el crecimiento de Vox en todas las capitales catalanas y el rol decisivo de Sirera en la confección del próximo gobierno de Barcelona. En cuatro dÃas deberá producirse la investidura, y el resultado no podrá no tener una réplica en Madrid. ERC y el PP son los dos partidos a mirar de cerca.
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