Mientras en la Argentina el debate se centró en el qué dirá Estados Unidos sobre la posible incorporación del país a los BRICS, el gobierno de Joe Biden no dijo nada. La oposición, tampoco. La entrada de la Argentina al bloque integrado por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica no existe como preocupación en los debates políticos de EEUU. El punto que sí es seguido con atención es una derivación potencial del ensanchamiento del grupo: la des-dolarización mundial.
"Creemos que los países pueden elegir a sus socios y a las agrupaciones a las que pertenecer", afirma un vocero del departamento de Estado ante LPO. Lo dice frente a la consulta por la aprobada incorporación de Argentina, Egipto, Etiopía, Irán, Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos a los Brics. El funcionario de Biden agrega una declaración de buenas intenciones: "Continuaremos trabajando con nuestros socios y aliados en las relaciones bilaterales, regionales y multilaterales para fortalecer nuestra prosperidad común y la búsqueda global de paz y seguridad".
En la Argentina, en cambio, la noticia desencadenó una competencia de fe occidentalista. Los candidatos Javier Milei y Patricia Bullrich rechazaron el anuncio hecho por el gobierno de Alberto Fernández. En una muestra de la falta de acuerdos mínimos entre oficialismo y oposición, ambos aspirantes a la presidencia no fueron consultados previamente. Y ante la presentación del hecho dado, descartaron la posibilidad. Consideran la chance de sumarse a los BRICS como un gesto de alineamiento vertical con un grupo anti-estadounidense liderado por China y Rusia. Esa postura de Bullrich a su vez se contradice con los coqueteos previos de Mauricio Macri con el bloque cuando era presidente.
El poder de EEUU mira la victoria de Milei con desconcierto e incomodidad
"Lo más consistente de nuestra agenda es el plano internacional. El discurso de ellos, tanto de Milei como de Bullrich, es muy ideológico", se entusiasma un funcionario argentino. Y detalla que el comercio de la Argentina con China (segundo socio detrás de Brasil) está regulado por organismos estatales. El intercambio está cargado de habilitaciones, autorizaciones y monitoreos sanitarios. Esa burocracia dificultan el planteo mileísta sobre dejar el comercio librado a un mero acuerdo entre privados. Además, las actuales represas en construcción en el sur argentino representan aproximadamente 6.000 mil millones de dólares de inversión china.
En el contexto de este póker global, el gobierno peronista deshoja una margarita militar. ¿Cuál? La inminente compra de aviones caza. El Ministerio de Defensa maneja tres ofertas: una estadounidense, otra china y una última de India. La primera opción es la más económica: unos 450 millones de dólares, a cambio de 24 F-16 de la década del ochenta pero modernizados. China propone financiamiento para acceder a 15 aviones JF 17 nuevos y con tecnología 100% de ese país. ¿El precio? Unos 600 millones. La vía de la india es la más cara. Ofrece sus supersónicos Tejas a más de 900 millones. El presidente Alberto Fernández está a punto de optar por una de las tres alternativas.
El mes pasado el ministro de Defensa Jorge Taiana visitó la India, en un guiño hacia ese país fundador de los BRICS. En paralelo, el general de brigada argentino Jorge Berredo viajó a Colombia la semana pasada. El militar participó de un encuentro liderado en Cartagena por la generala estadounidense Laura Richardson, al mando del mítico Comando Sur.
Si se concreta la entrada de Argentina, Egipto, Etiopía, Irán, Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos a los BRICS, los 11 estados del bloque superarán al G-7 en proporción del PIB mundial. Pero ese dato no convierte automáticamente a ese colectivo en un espacio potente y homogéneo.
"Egipto, Arabia Saudita y los Emiratos Árabes son socios cercanos de seguridad de Estados Unidos. Incluso si tienen sus diferencias con Washington, es poco probable que abandonen las garantías de seguridad de Estados Unidos por promesas chinas no probadas, y mucho menos la protección por el saco informe de papas que es BRICS", opina el analista C. Raja Mohan, miembro del Asia Society Policy Institute y ex integrante de la Junta Asesora de Seguridad Nacional de la India.
El punto más sensible para Estados Unidos que encierra la expansión de los BRICS es monetario. En su última declaración, Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica plantearon "la importancia de fomentar el uso de monedas locales en el comercio internacional y las transacciones financieras entre los BRICS y sus socios comerciales. También alentamos el fortalecimiento de las redes bancarias corresponsales entre los países BRICS y la habilitación de liquidaciones en las monedas locales". La desdolarización es un objetivo central del grupo.
En junio pasado, la Reserva Federal de Estados Unidos aseguró que el dólar seguiría siendo la moneda global por años. Pero a la vez admitió su preocupación por el aumento de las transacciones entre privados en Yuanes.
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