
Barack Obama no se desentiende del futuro del Partido Demócrata. El ex presidente, que exhibe todavÃa un Ãndice de popularidad envidiable, hizo campaña en estados decisivos durante las legislativas de 2022 y ya anuncia que estará presente en la pelea electoral que decidirá el futuro de Joe Biden. Sin embargo, lo hace con su propio estilo y su propio libreto. El primer afroamericano en llegar al poder y gobernar durante nada menos que ocho años tiene una fluida relación con quien fuera su vicepresidente. Pero no coinciden en todo. En su momento, de hecho, Obama planteó que Hillary Clinton era la mejor rival para enfrentar a Donald Trump en las elecciones.
Ahora, cuando Biden tiene una edad avanzada y se lanza a la apuesta inédita de pelear por su reelección con 81 años, Obama comienza a alertar en contra de los supuestos que definen la estrategia de la Casa Blanca hacia las presidenciales de 2024. Algo de eso trascendió en las últimas horas cuando se conoció la primera señal de preocupación por parte de Obama en medio de una campaña tomada por las acusaciones que tienen a Trump como blanco recurrente en los tribunales.
Trump se juega a que la acumulación de causas lo haga crecer entre los votantes republicanos
A diferencia de lo que podrÃa ocurrirle a cualquier otro candidato, el lÃder republicano no se debilita con los procesamientos de la Justicia sino que se fortalece al menos entre los votantes republicanos que lo prefieren por lejos como la mejor opción electoral para el año próximo. Biden y sus estrategas de campaña están convencidos de que la omnipresencia de Trump en la escena polÃtica tiene un lÃmite y no le alcanzará para volver al poder. Piensan que la pelÃcula se repetirá y Biden ganará una vez más, como lo hizo en 2020 y como lo hizo también en 2022, después de dos años difÃciles en el poder, con el nivel de inflación más alto de las últimas cuatro décadas y a la salida de la pandemia.
Según publicó The Washington Post en las últimas horas, Obama le advirtió a su ex vicepresidente en un encuentro privado que no debe subestimar a Trump ni dar por sentada su reelección. Fue en un almuerzo privado, a principios de este verano. AllÃ, el ex presidente le prometió a Biden hacer todo lo posible por lograr su reelección. Pero lo hizo en medio de un comentario en el que le transmitió su inquietud por la notable capacidad de Trump de transformar en ventaja lo que a cualquier otro candidato lo dañarÃa de manera letal. El lÃder republicano se victimiza, se muestra como perseguido y no hace más que agigantar su ventaja sobre Ron DeSantis, su principal oponente dentro del Partido Republicano.
Según el reportero de la Casa Blanca Tyler Pager, en el encuentro privado con Biden de hace algunos dÃas, Obama expresó su preocupación por las fortalezas polÃticas de Trump. Se trata de una postura que contradice de manera tajante el optimismo que reina entre los asesores de la Casa Blanca, cuando la inflación empieza a bajar y los demócratas se creen destinados a permanecer en el poder.
Obama destacó el poderÃo de Trump y consideró que la fortaleza se expresa en distintos planos a la vez. En primer lugar, una base de seguidores y fanáticos irreductible y leal, que no retrocede ni revisa su apoyo al lÃder ante ninguna circunstancia. Eso explica que Trump no tenga rivales de peso dentro de las filas republicanas.
Obama además puso en consideración el alcance del sistema de medios conservador que amplifica los puntos de vista del ex presidente. Desde los medios de Rupert Murdoch, que -como contó LPO- acaba de materializar un regreso al trumpismo, hasta la red social Twitter y su propia creación Truth Social. Es un ecosistema que marca los tiempos de la polÃtica y mantiene a Trump en el centro de la escena, sin rivales que puedan hacerle sombra. Por último, el ex presidente demócrata destacó en el encuentro con Biden que Estados Unidos sigue siendo un paÃs hiperpolarizado y es eso precisamente lo que convierte a un personaje como Trump en un candidato peligroso para cualquier que decida enfrentarlo. La conclusión es contundente.
Biden se lanza a la reelección con menos apoyo del que tuvieron Trump, Obama y Clinton
El popular Obama, que parece tener un termómetro certero para medir la temperatura de la calle, considera que Trump es un candidato de cuidado, mucho más poderoso de lo que suponen los estrategas demócratas. Subestimarlo, afirma, serÃa un error fatal para las aspiraciones del propio Biden.
Según The Washington Post, en el almuerzo Obama prometió hacer todo lo que pudiera para ayudar a que el presidente fuera reelecto. AllÃ, el ex compañero de fórmula de Biden dejó en claro que sus preocupaciones no eran sobre las habilidades polÃticas de Biden, sino más bien un reconocimiento del control férreo de Trump sobre el Partido Republicano.
Está previsto que Obama intensifique su actividad polÃtica en los próximos meses para apuntalar la campaña de Biden, de la misma manera que lo hizo en 2022. De acuerdo a lo que se anticipa, comenzará con una recaudación de fondos a finales de este mes en Martha 's Vineyard en beneficio del Comité Nacional Demócrata de Redistribución de Distritos. Ese grupo, lanzado por Eric Holder, quien fue fiscal general bajo Obama, tiene como objetivo combatir el éxito de los republicanos en la elaboración de distritos legislativos y del Congreso.
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