
La negociación de la Casa Blanca con Venezuela se convirtió en un problema crónico para Joe Biden. La oposición republicana le reprocha ser demasiado blando con el chavismo, mientras el éxodo permanente de venezolanos a Estados Unidos presiona en la frontera sur. Nicolás Maduro no termina de hacer las concesiones que pretende la administración demócrata, al no liberar a los tres presos estadounidenses ni garantizar un fair play electoral.
A ese panorama se le sumó un agravante inesperado. El presidente Maduro amenazó con empezar una exploración petrolera y minera en el paÃs vecino de Guyana. La maniobra nació a raÃz de un extraño referéndum respaldado por el gobierno, en el que el 95% de los venezolanos aparentemente votó a favor de la anexión del territorio en disputa. Se trata de una parte de Guyana rica en recursos. Irfan Ali, el presidente de Guyana, protestó y dijo que planteará el reclamo ante el Consejo de Seguridad de la ONU.
La nueva aventura chavista se da después del descongelamiento en las negociaciones del gobierno venezolano con la administración Biden. El levantamiento de las sanciones al petróleo, el gas y el oro de Venezuela, sin embargo, fue más cauteloso de lo que originalmente se consideró. El gobierno de EEUU estuvo cerca de convertir el relajamiento en una polÃtica definitiva y no, como finalmente fue, por un lapso de seis meses.
Ahora, el Departamento de Estado vuelve a mostrarle los dientes a Maduro. En las últimas horas le dio un ultimátum público al régimen venezolano, mientras los republicanos apuran a Biden para que restituya las sanciones comerciales.
Brian A. Nichols, subsecretario de Estado para el hemisferio occidental, se reunirá este miércoles con congresistas para consensuar los pasos a seguir. "Maduro no cumplió las expectativas", declaró Nichols en una exposición virtual de la que participó este medio. "Se tiene que avanzar rápido para que todos los candidatos estén en un pie de igualdad, sin represalias y con acceso a los medios en un proceso electoral transparente", advirtió.
El funcionario del Departamento de Estado lo planteó ante una consulta sobre la situación de MarÃa Corina Machado, quien se impuso en las elecciones para elegir a un candidato de la oposición que compita en las presidenciales del año próximo. Inhabilitada en junio pasado, la exdiputada de la Asamblea Nacional de Venezuela es la única dirigente capaz de unificar a la oposición y competir con Maduro. Machado incluso está armando un equipo de campaña con base en el Estado de Florida, aprovechando el guiño de la Casa Blanca.
"Biden le ha entregado el control de la frontera sur a los narco-cárteles mexicanos"
"Biden fijó como fecha lÃmite el 30 de noviembre de 2023 para que el narcorégimen criminal de Maduro liberara a los rehenes estadounidenses y permitiera a la lÃder de la oposición MarÃa Corina Machado competir contra Maduro en las elecciones generales", planteó el senador de Florida Marco Rubio. El republicano señaló que "la dictadura venezolana respondió al plazo fijado sin tomar medidas respecto de los rehenes y adoptando medidas performativas respecto de las elecciones".
Mientras Maduro gana tiempo, el gobierno estadounidense ensaya un equilibrio muy delicado. Tensa la cuerda de la negociación sin ánimo de romper el diálogo con el chavismo.
Se estima que en Venezuela hay casi 300 prisioneros polÃticos. Pero el Departamento de Estado mira con detalle a los estadounidenses presos. Son tres personas que fueron detenidas este año en Venezuela, acusadas de intentar ingresar ilegalmente al paÃs. Sus nombres son Eyvin Hernandez, Jerrel Kenemore y Joseph Cristella. "Para nosotros es extremadamente importante la parte de los rehenes", le dijo a este medio la portavoz del Departamento de Estado Kristina Rosales. Hasta que Maduro no los libere es difÃcil que EEUU extienda las concesiones al gobierno venezolano.
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