El poderoso Secretario de Estado Anthony Blinken estuvo en Guyana el año pasado. Su antecesor, Mike Pompeo, habÃa hecho el mismo viaje bajo la administración de Donald Trump. Antes que ellos dos, ningún Secretario de Estado habÃa pisado Guyana. Por estas horas, el pequeño paÃs sudamericano recibe otra visita de peso. La del encargado del Departamento de Estado de EE.UU. para la región Brian Nichols.
Guyana es la actual sede del encuentro de los lÃderes de la CariCom. Reunidos desde el domingo en la capital Georgetown, los gobiernos de la Comunidad del Caribe debaten sobre la paz entre Guyana y Venezuela, en medio de su pugna territorial, y sobre la crisis en el castigado HaitÃ. El miércoles llegará el brasileño Luiz Inacio Lula da Silva como invitado especial. Sobre la situación de despoder extremo en HaitÃ, el gobierno de Biden pidió de manera urgente que haya elecciones "libres y justas".
Estados Unidos además anunció fondos extras de USAID, unos 15,8 millones de dólares, para abordar las amenazas climáticas en el Caribe. Guyana además fue invitado como miembro no permanente del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. ¿Qué motiva el repentino interés por esta ex colonia británica de apenas 800.000 habitantes? En 2015, Guyana descubrió un yacimiento de petróleo frente a sus costas que, según se cree, contiene 11.000 millones de barriles. El hallazgo puso al paÃs en el top 20 de naciones con mayores reservas del mundo, superando a Arabia Saudita en el ranking de petróleo per cápita.
Lula consiguió que Maduro se siente a negociar con Guyana pero las expectativas son bajas
El descubrimiento fue una bisagra para la historia del paÃs, al que se empezó a llamar la Dubai de Sudamérica. El anuncio reavivó una vieja disputa territorial con Venezuela. En los últimos meses, Nicolás Maduro amenazó con avanzar sobre la región del Esequibo, generando la reacción de Estados Unidos y la mediación de Lula da Silva.
Semanas atrás, el principal asesor de seguridad nacional de Joe Biden, Jon Finer, también viajó a Guyana. Estuvo acompañado por el director para el hemisferio occidental del Consejo de Seguridad Juan González. Finer se reunió con el Presidente Irfaan Ali para reafirmar el "apoyo inquebrantable a la soberanÃa, la integridad territorial y las capacidades de defensa de Guyana" por parte de EE.UU. Irfaan Ali, quien acaba de asumir la presidencia de la CariCom, pidió el apoyo del gobierno de Estados Unidos, aliado ideológico de su administración.
En paralelo se libra una sorda disputa corporativa entre las principales petroleras de Estados Unidos. Exxon Mobil afirma que tiene un derecho de preferencia sobre cualquier venta del bloque Stabroek, el campo gigante frente a la costa de Guyana que contiene al menos 11.000 millones de barriles de petróleo. Chevron no piensa lo mismo. De ahà su intento de comprar Hess, una compañÃa codiciada en parte por sus participaciones en Guyana. Una fusión que parecÃa ya cerrada. La disputa entre los mayores productores de petróleo de EE.UU., sin embargo, podrÃa poner fin al acuerdo de 53.000 millones de dólares de Chevron por Hess.
En 2023, la economÃa del paÃs creció a un ritmo del 38%, y se proyecta un 21% para 2024. Según las proyecciones del FMI, el PIB per cápita podrÃa rivalizar con el de Italia o Japón a finales de esta década. Pero a la vez el paÃs sigue teniendo un 12% de desempleo y un 48% de pobreza, incluso en el contexto del incipiente boom petrolero.
"Es fascinante ver la convergencia de esas dos realidades. Hay un paÃs que está tratando de emerger de una pobreza ancestral, enfrentándose a una oportunidad que se le ofrece de golpe, con carencia de mano de obra preparada y las limitaciones del paÃs en cuanto a su infraestructura", describe ante LPO el analista y periodista José Enrique Arrioja, autor de una profunda investigación sobre la situación de Guyana publicada en la revista Americas Quarterly.
Arrioja estuvo en Guyana y charló con el presidente, sus ministros, dirigentes de la oposición, empresarios y ciudadanos de a pie. Respecto a cómo se percibe en la calle el descubrimiento petrolero, Arrioja describe los cambios en el paisaje. En los alrededores de Georgetown, las tradicionales casas de madera están siendo reemplazadas por construcciones de concreto y más de un piso. "También aparecieron barrios cerrados con seguridad pensados para una nueva generación de profesionales que, aprovechando el boom, se prepararon con anticipación y lograron un mejor estándar de vida", afirma.
Al momento, hay 200 empresas estadounidenses operando en Guyana. Y no solamente orientadas a la explotación petrolero, sino a diversos servicios derivados. Las petroleras que ya hicieron pie en Guyana son ExxonMobil (la empresa estadounidense que descubrió la reserva en aguas profundas, tras haber firmado un acuerdo de exploración en 2009), Hess Corporation (recientemente adquirida por Chevron, pero con la fusión ahora en crisis) y la china CNOOC.
Los contratos ya firmados le permiten al gobierno de Guyana recibir el 2% de la producción de petróleo en concepto de regalÃas. Una vez deducidos los gastos de explotación y los costos de recuperación, las empresas se reparten los beneficios al 50% con el gobierno. Guyana obtuvo 1.200 millones de dólares en 2022. Pero Arrioja estima que la cifra podrÃa alcanzar más de 10.000 millones anuales en 2030, una vez que la producción adicional de petróleo y los recursos de gas natural comiencen a ser aprovechados.
¿Se trata de un acuerdo perjudicial para este paÃs que limita con el océano Atlántico, Surinam, Venezuela y Brasil? Arrioja lo relativiza. "Cuando Exxon firma un acuerdo para explorar aguas profundas de Guyana, se pactaron condiciones muy ventajosas para la empresa. Pero el proceso exploratorio iba a tomar años hasta el hallazgo de petróleo. Y asà fue. Además si bien el 2% de las regalÃas de la actividad petrolera es bajo, el contrato contempla un proceso para compartir las ganancias derivadas de la actividad comercial de la compañÃa que, sin embargo, es bastante redituables para Guyana", afirma.
El acuerdo no fue pautado por la administración del presidente Irfaan Ali, del Partido Progresista del Pueblo-CÃvico, sino por el gobierno anterior. Una vez en el poder, Ali aceptó respetar el contrato, a condición de mejorar los venideros. Sobre la posibilidad de crear una compañÃa petrolera nacional, como Pemex en México o Petrobras en Brasil, es una hipótesis completamente está descartada. Tanto el Presidente como el Ministro de Recursos Naturales lo desecharon ante Arrioja. "ExigirÃa demasiado capital y una capacidad de gestión de la que Guyana carece actualmente", explica el investigador.
El destino social de la Dubai de Sudamérica todavÃa está abierto. "Los recursos naturales no son una maldición; los recursos son una bendición," aseguró el Presidente Ali en una entrevista con Arrioja. "La maldición está en la gestión, y estamos haciendo todo lo posible para evitar eso", concluyó.
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