El presidente Andrés Manuel López Obrador recibió este lunes a Guido Croxatto, el abogado del expresidente de Perú Pedro Castillo, quien se encuentra encarcelado luego de haber promovido un cierre ilegal del Congreso del país andino. De esta manera, las tensiones con Lima se volverán al exacerbar al tener en cuenta el pésimo vínculo que el tabasqueño mantiene con su par del Sur, Dina Boluarte.

El encuentro lo hizo público el propio AMLO a través de sus redes sociales, donde detalló que el antiguo líder sindical le envío una carta escrita con su puño y letra. "Me reuní con Guido Croxatto, abogado de Pedro Castillo, el presidente que fue destituido de manera ilegal y está injustamente en prisión padeciendo por el clasismo y el racismo que impera, tristemente, en Perú", publicó el mandatario para profundizar aún más las diferencias con el actual gobierno peruano.

Boluarte exigió a AMLO entregar la presidencia de la Alianza del Pacífico "en el más breve plazo"

"Desde esta celda en la que solo puedo resistir con anhelo de la libertad pronta de mi pueblo, le saludo con toda la fuerza y esperanza para agradecerle a usted y a todo el pueblo mexicano por el respaldo a las luchas justas del Perú", reza la misiva, en la cual Castillo sostiene que su libertad "es secundaria" ya que "la verdadera libertad que se debe apoyar" es la del "pueblo" peruano.

Las diferencias entre AMLO y Boluarte datan desde el mismo momento en que la antigua vicepresidenta asumió en el Palacio de Pizarro. A raíz de la destitución de Castillo, que se llevó a cabo a través del Congreso, el presidente mexicano denunció un golpe de Estado en su contra y defendió su inocencia, luego de que éste intentara cerrar el mismo Poder Legislativo que acabó con su mandato.

Desde esta celda en la que solo puedo resistir con anhelo de la libertad pronta de mi pueblo, le saludo con toda la fuerza y esperanza para agradecerle a usted y a todo el pueblo mexicano por el respaldo a las luchas justas del Perú.

Las discrepancias bilaterales con el nuevo gobierno le valieron el cargo al entonces embajador en Lima, Pablo Monroy, quien fue declarado persona non grata y fue expulsado de Perú luego de haberse manifestado a favor de Castillo y de haberle brindado ayuda a su familia momentos después del arresto del expresidente.

A principios de mes, Boluarte le exigió a AMLO que le entregue la presidencia pro témpore de la Alianza del Pacífico a Perú "en el más breve plazo", algo a lo que el mandatario se opone por considerar que encabeza un gobierno fraudulento e ilegal. "La Alianza del Pacífico es un proceso de integración que responde a políticas de Estado, a una visión de país, no es un mecanismo sujeto a intereses ideológicos o políticos coyunturales", manifestó la presidenta que, hasta el momento, sigue esperando que le llegue su turno para comandar un bloque regional que también reúne a Chile y Colombia.

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La política de AMLO con relación a Perú también esconde otra disputa de mayor densidad y poder. Como relató LPO, el tabasqueño comienza a tener una disputa por el liderazgo regional con el flamante presidente de Brasil, Lula da Silva, quien, a diferencia del mexicano, sí aceptó la llegada de Boluarte al poder. "Siempre hay que lamentar que un presidente elegido democráticamente tenga ese destino, pero entiendo que todo caminó dentro de los moldes constitucionales", publicó en sus redes sociales para desenmascararse de México.

Este jueves, la presidenta de Perú enfrentará la primera gran prueba a su gobernabilidad, cuando el Congreso inicie los trámites de un pedido de vacancia en su contra presentado por la izquierda nacional por considerarla responsable de las casi 50 personas muertas que dejó la represión contra las protestas que se realizaron en su contra. Si el Poder Legislativo da el visto bueno, el pleno podría destituirla con el voto positivo de 82 de sus 130 bancas.