El Gobierno español se vio obligado a descartar los primeros test para detectar el Covid-19 procedentes de China, el mismo pais que donó 170 mil kits a la Argentina que se empezarán a utilizar este viernes en Constitución.
Lo denunció, entre otros, la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y MicrobiologÃa ClÃnica (SEIMC), que advirtió que las pruebas tienen una sensibilidad inferior al 30% en la detección del virus y que, por tanto, sus resultado no podÃan ser en absoluto concluyentes.
La compra masiva de productos sanitarios contra el Covid-19 protagonizada por Trump obligó al presidente Pedro Sánchez a acelerar la negociación con los proveedores chinos, con los que cerró un pago por adelantado 432 millones a cambio de 50 millones de mascarillas, 5,5 millones de test rápidos, 995 equipos de respiración asistida, y 11 millones de guantes. Pocos dÃas después del anuncio se confirmó que esos primeros test rápidos procedentes de China no cumplÃan con los estándares previstos. Desde el Gobierno español trataron de desvincular esta compra con el acuerdo de compra de material sanitario a China por valor de 507 millones, asegurando que el material llegó a través de una empresa española que importaba del paÃs asiático y que contaba con los permisos. Una información que contrasta con la versión de la propia embajada China.
En su comparecencia en Moncloa, Fernando Simón ha confirmado estas informaciones. El director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias del Ministerio de Sanidad ha asegurado que estos test rápidos, cuya puesta en funcionamiento pretendÃa "descargar la presión sobre los laboratorios", no han resultado ser tan efectivos como se esperaba.
Simón ha asegurado que estas pruebas "vienen de varios proveedores y varias vÃas de abastecimiento". Añadió que "la primera entrega fue un envÃo de 9.000 test, que antes de utilizarlos se validaron". Las pruebas realizadas "nos han mostrado que las especificaciones de este test, de este lote, no corresponden con la calidad y esto ha obligado a devolverlos".
El papelón del Gobierno fue cuestionado desde el propio oficialismo. El secretario del PSOE de Deportes de Valencia, Daniel Lorenzo, salió a hacer pública sus "ganas de llorar". "Hemos comprado Ferraris en el Taller Manolo donde te customizan el Seat León", dijo Lorenzo.
Al hilo de esta polémica, la embajada de China en España quiso dejar claro que el gobierno de la República Popular no tiene nada que ver con la venta de los test defectuosos. En su cuenta oficial de Twitter, aseguró que "las donaciones realizadas por el Gobierno de China y otras entidades como Alibabá no incluyen productos suministrados por Shenzhen Bioeasy Biotechnology", la empresa fabricante de las pruebas del Covid-19 llegadas a España.
La oficina diplomática, además, aseguró que la compañÃa "no ha conseguido todavÃa la licencia oficial de la Administración Nacional de Productos Médicos de China para vender sus productos". Por último, recordó que "la compra de materiales sanitarios anunciada por el Ministerio de Sanidad está en curso y los materiales no han salido de China aún. El Ministerio de Comercio de China ofreció a España una lista de proveedores clasificados, en la cual Shenzhen Bioeasy Biotechnology no estaba incluida".
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Lo que trata de hacer esta nota es hacer creer a los lectores que esos test son los mismos que mandaron acá. Subestiman a los lectores.