Hernán Lacunza llegó este lunes a Washington para reunirse con representantes del Fondo Monetario con la intención de destrabar el desembolso de los 5.400 millones de dólares correspondientes al tercer trimestre. David Lipton, reemplazante de Lagarde como director gerente, adelantó la reunión y lo recibirá mañana martes.

La llegada de Lacunza coincide con el viaje de una comitiva de funcionarios que acompañarán a Macri a la Asamblea de las Naciones Unidas. Junto con él también viajó Guido Sandleris, quien ya este lunes lo acompañó en las reuniones con inversores en su agenda con la finalidad de llevarles tranquilidad por el reperfilamiento de la deuda y el default selectivo. El secretario de Finanzas, Santiago Bausilli, el secretario de Política Económica, Sebastián Katz, y representantes del BCRA también participaron de los encuentros, según informaron fuentes Hacienda. Mañana martes el presidente del Banco Central se sumará al encuentro de Lacunza y Lipton.

De la reunión también participará el director del Fondo para el Hemisferio Occidental, el mexicano Alejandro Werner, quien ya estuvo con Lacunza en Buenos Aires en agosto. En aquella visita posterior a las PASO, Werner también se reunió con Alberto Fernández y supo que, para el candidato del Frente de Todos, el FMI es coautor de la crisis social que atraviesa el país.

Luego de aquel encuentro, el Fondo decidió postergar la quinta revisión del Acuerdo Stand By correspondiente al segundo trimestre y que, en caso de ser aprobada, haría que el Directorio someta a votación el desembolso y el gobierno de Macri cuente con 5.400 dólares con los que navegar el programa financiero hasta fin de año; pero incrementaría las sumas que el próximo gobierno deberá devolver y que Alberto Fernández, como eventual presidente, ya anticipó que no devolvería de acuerdo al cronograma pactado con Dujovne, sino que buscaría revisarlo.

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Los funcionarios le expondrán a Lipton cuatro puntos. El primero es que Argentina cumplió a junio con todas las metas pactadas y que lo habilitaban al siguiente desembolso.

El segundo es que, en agosto hubo superávit primario por más de $70.000 millones por lo que avanzó en el cumplimiento de la meta de septiembre. No así el Banco Central que anunció un crecimiento de la base monetaria del 2,5% en septiembre, lo que rompe con el compromiso de crecimiento cero, pero respeta el ritmo de ajuste monetario pactado con el organismo. Según explicaron fuentes oficiales a LPO, sostener el crecimiento cero hubiese implicado un ajuste mayor en términos reales que el acordado con el Fondo. El tercer punto es precisamente ese, que el BCRA acompañó solo parcialmente la mayor necesidad de pesos producto de la devaluación del 20% de un día para el otro.

Y el cuarto es que ya puso en marcha el proceso de reperfilamiento voluntario de la deuda argentina en moneda local al enviarle al Congreso el proyecto de ley para crear el marco de la renegociación con los acreedores.

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Y el miércoles retomará las discusiones con el Fondo Monetario. Werner y Roberto Cardarelli, el jefe de la misión técnica para la revisión y elaboración de los staff reports, recibirán con un almuerzo a Lacunza y sus dos hombres de finanzas, Katz y Bausili. Y por la tarde, Lacunza se reunirá con las autoridades del Banco Mundial.

En tanto que el jueves, el ministro de Hacienda y su equipo van a asistir al 60 aniversario del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), donde buscarán asegurar la renovación de los préstamos para el año próximo, informaron fuentes oficiales. El proyecto de Ley de Presupuesto que Lacunza envió al Congreso supone que los 3.000 millones de dólares de créditos con organismos internacionales que vencen el año próximo serán postergados.