Javier Milei llegó a Roma y cumplió las amenazas que había lanzado tras el fracaso de la Ley Ómnibus. El Presidente pidió las renuncias del titular del Anses, Osvaldo Giordano y la secretaría de Minería, Flavia Royón.

LPO había adelantado que, tras el papelón del Congreso, el Presidente estaba decidido a echar a la salteña Royón y a los cordobeses del gobierno. Un crash de su gestión que Macri había anticipado y que como preveía iba a arrojar al libertario a sus brazos. 

"Preparense que viene el take over del Gobierno", les dijo Macri a sus más cercanos por chat en la misma noche que se cayó la sesión, como reveló en exclusiva LPO. Ahora puja con Patricia Bullrich por completar los casilleros que empiecen a vaciarse. Macri quiere a María Eugenia Vidal o Carolina Stanley en Desarrollo Social y/o la Anses, mientras que Bullrich pretende ubicar al radical sanjuanino Mario Capello en Minería.

Giordano fue el primero de los cordobeses en caer, pero existen otros funcionarios importantes que vienen de esa provincia, como el secretario de Transporte, Franco Mogetta y dentro de Infraestructura Fabián López y Luis Giovine, entre otros. Todos están en la mira.

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El presidente del Banco Nación, Daniel Tillard, llegó al cargo de la mano de Guillermo Francos, podría sobrevivir. 

Macri quiere a María Eugenia Vidal o Carolina Stanley en Desarrollo Social y/o la Anses, mientras que Bullrich pretende ubicar al radical sanjuanino Mario Capello en Minería.

"Si no se van, los rajo", había dicho Milei desde Italia. El mensaje estaba dirigido a Royón y a Giordano. El cordobés había llegado al gobierno como parte de un acuerdo con el ex gobernador Juan Schiaretti, que su sucesor Martín Llaryora dejó caer sin pestañear, por la interna de liderzago del peronismo cordobés que mantiene con su antecesor. 

Mientras que la continuidad de Royón que venía de la gestión Massa fue producto de un acuerdo con algunos gobernadores del norte liderados por el salteño Gustavo Saénz, en el que estaban el tucumano Osvaldo Jaldo y el catamarqueño Raúl Jalil. La impericia del gobierno y el ajuste feroz que descargó Caputo sobre las provincias lo hizo volar por el aire y la foto de ese fracaso fue la caída de la ley ómnibus.

La libertad no avanza

El titular del Anses había quedado en el centro de la polémica cuando su esposa, la diputada Alejandra Torres, se había negado a aprobar los artículos de la Ley Ómnibus.

En tanto, la secretaria de Minería responde directamente al gobernador salteño Gustavo Sáenz cuyos diputados también se negaron a votar los artículos de la Ley Ómnibus.

Lo curioso es que cuando lo rumores sobre su salida del gobierno comenzaron a materializarse, la todavía funcionaria del gobierno nacional le concedió a Alejandro Fantino una entrevista para lamentar el destino de la Ley Ómnibus. Royón contó que estaba viendo la sesión al momento que cayó la ley. "Ay! me agarraba la cabeza", dijo.

Telam

Mientras tanto, en el PRO se sienten empoderados. Mauricio Macri y Patricia Bullrich libran una batalla silenciosa para ubicar en esos asientos a los futuros reemplazos.

Patricia Bullrich quiere en la secretaría de Minería a Mario Capello, un ex diputado radical que formó parte de la Cámara de Servicios Mineros. Capello fue un recaudador clave en la campaña presidencial de la ministra de Seguridad.

En tanto, LPO adelantó que Macri propone a Carolina Stanley y a María Eugenia Vidal para el Anses. La ex gobernadora bonaerense no sólo votó a favor de todo lo que mandó el presidente en la ley ómnibus sino que se convirtió en una férrea defensora del libertario. El ex presidente está decidido a coparle todo el gobierno.

Pero la crisis en el gabinete tendrá otros capítulos en los próximos días. Según pudo saber LPO, el secretario de Medios, Eduardo Serenellini, espera el regreso de Milei de Roma para renunciar al cargo y volver a los medios.

Milei le había vaciado por completo la secretaría a Serenellini y traspasó la mayoría de las funciones a la órbita de su hermana Karina. Al mismo tiempo, le dio la llave al jefe de Gabinete, Nicolás Posse, para intervenir los medios públicos, en un paso previo para la privatización.