La caída de Guillermo Ferraro lejos estuvo de ser una reacción de Javier Milei ante las filtraciones de sus dichos en las reuniones de Gabinete. La verdadera razón, como adelantó LPO, fue una feroz disputa de poder con Nicolás Posse. Y el detonante de esa disputa fue la pelea por el 5G y el manejo del fondo fiduciario de las telcos.

Como contó este medio, el origen de la pelea entre el jefe de Gabinete y el ex ministro de Infraestructura era el choque constante por áreas de gestión que Posse tenía copadas, pero que legalmente dependían de Ferraro. El caso que primero saltó fue el de empresas estatales, que Posse controlaba de hecho a través de la Secretaría de Empresas y Sociedades del Estado, donde ubicó a Mauricio González Botto. Pero el funcionamiento de muchas de esas empresas dependía de Ferraro, por lo que estaban atados a su firma.

El caso que terminó sentenciando a Ferraro fue el de las telecomunicaciones, un área de especial interés para Posse. El jefe de Gabinete tenía influencia sobre Enacom y Arsat, que son autárquicos, pero chocaba con el ministro que tenía la jefatura política de la Secretaría de Comunicaciones por lo que había competencias cruzadas.

Posse ahora choca con Ferraro y le interviene el Ministerio

El cortocircuito entre Posse y Ferraro se daba por tres puntos centrales del área: el jefe de gabinete quería monopolizar el manejo de la relación con las poderosas empresas del sector, controlar el proceso de licitación del 5G y quedarse con el manejo del Fondo Fiduciario del Servicio Universal.

En el manejo de la relación con las telcos hay mucho poder económico y político. En el sector hay actores pesados como el Grupo Clarín, que es dueño de Telecom, y el mexicano Carlos Slim, dueño de Claro. Como reveló LPO, Slim apoyó activamente la campaña de Milei y está interesado en ampliar sus inversiones en Argentina.

En la industria venían siguiendo con atención este tema y veían que había una guerra fuerte entre Gabinete e Infraestructura, donde se disputaban la conversación. Ferraro había puesto a su mano derecha, Juan Ordoñez, a negociar con las telcos, pero no tenía poder para concretar las gestiones.

Guillermo Ferraro

Telam

En el caso de la licitación de 5G el proceso avanzó mucho en el último tramo de la gestión anterior por impulso de Massa, pero todavía quedan subastas por realizar y que se complete el proceso iniciado en octubre pasado.

Finalmente estaba en disputa el manejo del millonario Fondo Fiduciario del Servicio Universal, al que las telcos aportan el 1% de su facturación y que es manejado por el Enacom. Para completar su jugada, Posse decretó este lunes la intervención del organismo para "reordenarlo" y se queda con el control de esa caja.

El Enacom ahora quedará bajo la órbita del secretario de Innovación, Ciencia y Tecnología, Alejandro Cosentino, mano derecha de Posse. Cosentino también estará a cargo de Arsat y posiblemente de la Secretaría de Comunicaciones cuando se concrete el desguazamiento de Infraestructura.