En medio de los sacudones que viene teniendo el Gobierno nacional, las versiones sobre cambios en el Gabinete comenzaron a circular con fuerza en las últimas horas. Uno de los rumores con más peso señala que el primero que podría dar un paso al costado es el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, aunque en este caso sería por razones de salud, según contaron fuentes ligadas a la Casa Rosada a La Política Online.
Tomada es ministro de Trabajo desde el primer día del mandato de Néstor Kirchner, en 2003, por lo que el desgaste es una consecuencia lógica tras más de 9 años de gestión.
El ministro estaría buscando ser nombrado representante de la Argentina en la Organización Internacional del Trabajo, lo que implicaría su radicación en la sede que la OIT tiene en Ginebra.
Además de estas razones, a Tomada se lo nota cada vez más crítico de las decisiones que toma el Gobierno. De todos modos, desde el entorno del titular de Trabajo negaron las versiones y señalaron que “no hay nada” sobre esa posible novedad. “Deben ser operaciones, hace un año nos pasó lo mismo”, indicaron allegados al ex candidato a vicejefe de gobierno porteño.
Lo cierto es que con los cacerolazos, ciertos tropezones de Cristina Kirchner en su visita a los Estados Unidos y la crisis desatada con las fuerzas de seguridad por el descuento en los sueldos en el kirchnerismo dan por descontado que habría un cambio de figuras en el gabinete que conduce Juan Manuel Abal Medina.
En ese marco, una de las apuntadas es, lógicamente, la ministra de Seguridad, Nilda Garré. La ex titular de Defensa está siendo muy cuestionada dentro del kirchnerismo porque no supo cómo instrumentar la adecuación de los sueldos para los gendarmes y prefectos. Sin atenuantes, las críticas son lapidarias.
Incluso, cerca del Gobierno sostienen que el ministro de Economía, Hernán Lorenzino, negoció mejor con los gendarmes que la propia Garré.
Igualmente, en el kirchnerismo no creen que Cristina remueva a Garré en medio de la crisis aunque sí presumen que podría utilizar el posible corrimiento de Tomada para maquillar el cambio en el Gabinete y que no sea visto como una decisión obligada por errores propios.