La llamada tragedia de Once, que arrojó 51 víctimas fatales y más de 700 heridos y de la cual se cumple exactamente un mes, dejó al descubierto el descalabro del sistema de transporte, aunque varios sectores –entre ellos los gremios y los organismos de control- ya venían denunciando la situación.

Lo cierto es que la intervención impuesta por el Gobierno en la línea Sarmiento manejada por el grupo Cirigliano a través de TBA tampoco arrojó grandes resultados por el momento.

“Lo único que le hicieron a los trenes fue cerrar las cabinas en los vagones. Pasa el tiempo pero sigue la misma precariedad”, le dijo a LPO el delegado José Sebriano. Además, el interventor Raúl Barido dispuso el traslado de una formación completa de la línea Roca pero ni siquiera pudo ponerse en servicio: los frenos fallaron y las puertas se trabaron en el recorrido de prueba entre Moreno y Once.

“Lo único que trajeron fueron cuatro radios y un baño químico”, se quejó Sebriano. Según contaron los trabajadores, para que el servicio funcione de manera correcta el Sarmiento necesita entre 23 y 25 formaciones. En un principio Barido ordenó retirar nueve y el servicio había quedado sólo con 11. Con el correr de los días fueron repuestas pero hoy no llegan a veinte. De traer nuevos coches, ni noticias aunque todavía duermen en Tecnópolis dos coches doble piso que fueron preparados para la muestra el año pasado pero que el Gobierno no autoriza a TBA a sacarlos.

LPO consultó a especialistas en transporte y a actores del mercado que aseguraron que con unos 800 millones de dólares se podría renovar todas las formaciones del Sarmiento incluidos los coches de doble piso y mejorar todo el sistema. Junto con el Mitre, TBA transporta unos 180 millones de pasajeros por año.


Esos 800 millones de dólares es la cifra que perdió Aerolíneas Argentinas en el último año y se espera que para mayo la línea de bandera ya lleve gastados unos 2400 millones de pesos. La empresa transportó el año pasado 6 millones de pasajeros entre sus vuelos nacionales e internacionales y a pesar de los esfuerzos del Gobierno por maquillar la situación financiera, la empresa sigue perdiendo unos 2,2 millones de dólares diarios.


TBA cuenta con cinco formaciones que se combinan entre cinco coches comunes y cinco de doble piso. El resto son coches comunes –los Toshiba- que datan de 1960. Según los cálculos que hacen en el mercado comprar 25 nuevas formaciones de doble piso costaría unos 1100 millones de pesos. El resto podría invertirse en la renovación de vías que, según señalaron los trabajadores, está parada.

En su momento, el ex secretario de Transporte Juan Pablo Schiavi había señalado que se están destinando 270 millones de pesos a esa tarea pero los delegados sostienen que, al estar tercerizado, el trabajo es mínimo. Tampoco hay novedades respecto al cambio en el sistema de señalización.

“Los conductores trabajan casi a ciegas, la señalización es de 1920. Es un peligro constante”, recalcó Sebriano.

Igualmente, según el especialista en transporte y dirigente de Proyecto Sur, Martín Scalabrini Ortiz, antes de iniciar cualquier tipo de inversión “habría que tener un inventario de los bienes del Estado”.

“No se sabe las cosas que funcionan y no El Estado no sabe a ciencia cierta lo que tiene y no tiene. Una vez que está eso, se va a poder saber cuánto hay que invertir pero hoy es muy difícil, no hay una información precisa”, subrayó Scalabrini.