El tema político del año en La Plata es sin dudas el nuevo Código de Ordenamiento Urbano. Este proyecto, que es impulsado directamente por el intendente Pablo Bruera, va a ser aprobado en el Concejo Deliberante en las próximas semanas –incluso, quizás el miércoles que viene-, y despertó una polémica pocas veces vista en la capital de la provincia de Buenos Aires.

El Código ingresó al Concejo a fines del año pasado, cuando el bruerismo intentó aprobarlo pero chocó contra el rechazo monolítico de la oposición. La nueva norma establece a grandes rasgos (ya que su articulado supera los 300 puntos) que se podrán construir edificios más altos en el microcentro, más bajos en los barrios y countries y clubes de campo a la vera de la ruta 2.

El oficialismo sostiene que el nuevo Código fomentará la industria de la construcción, pero desde la oposición ya denunciaron que se trata de un enorme negocio inmobiliario para amigos de la Comuna, lo que fue desmentido por el propio Bruera a La Política Online, que dijo que se trata de un “negocio muy grande para la ciudad”.

Como sea, el bruerismo tendría asegurados los votos para aprobar próximamente el Código, cuyo tratamiento estuvo teñido de varios episodios que rozan el escándalo, entre otras cosas, un video que muestra cómo echan a la prensa de la reunión de Comisión de Planeamiento y el hurto de un reporter de una concejal alakista por parte del presidente de esa Comisión, el concejal Enrique Caparelli, que es el secretario general del gremio del Hipódromo platense.

La votación

El bruerismo, tiene mayoría en la Comisión de Planeamiento (de 8 concejales que la integran, 5 son de la bancada oficialista) y por ende está intentando darle dictamen al proyecto en estos días.

Luego de obtener el dictamen, el oficialismo necesita conseguir el apoyo de 12 concejales sobre el total de 24 para aprobar el Código en la sesión. Es que si alcanza los 12, y empata contra 12 votos negativos de la oposición, el desempate estará en manos del presidente del cuerpo, el bruerista Javier Pacharotti

El oficialismo platense no sólo llegaría a los 12, ya que su bloque tiene 11 concejales y se suma el aliado Juan Lotúmolo, sino que incluso tendría solucionado el problema del quórum.

Para sesionar se necesitan 13 concejales sentados y el oficialismo ya se habría asegurado la presencia de al menos dos concejales del bloque Peronismo Federal Pro (de 3 ediles), además de la del único concejal radical, Guillermo Duva, que ya recibió críticas de militantes de la UCR local por su postura.

Esto asegura que en cuestión de días el bruerismo verá aprobado el proyecto “madre” de la ciudad, como le dicen dentro del Concejo.

El escándalo del reporter y los medios

El primer conflicto alrededor de este proyecto se dio cuando los miembros de la Comisión de Planeamiento e Infraestructura Urbana (en la que se está tratando el Código) firmaron un “Acuerdo de trabajo”, que en su punto 9 explicitaba que “Por razones de orden de trabajo los medios de comunicación no tienen permitido el ingreso, los que serán informados al concluir cada reunión de Comisión”.

Esto levantó polémica, ya que la oposición sostiene que en el anterior Código aprobado en 2000, los medios tuvieron acceso al tratamiento del proyecto en Comisión. Pero este acuerdo de trabajo los dejó afuera e incluso en una de las reuniones de Comisión, el presidente Pacharotti y Caparelli echaron a un grupo de periodistas (ver videos relacionado).

La situación se agravó en la última sesión, cuando desde la oposición cuestionaron al oficialismo por no permitir el ingreso a la prensa, lo que lógicamente despierta sospechas si justo se trata de una norma tan importante. Allí Caparelli pidió la palabra y lanzó una frase que paralizó al Concejo: “jamás llamaríamos al periodismo para dar transparencia a lo que hacemos; no necesitamos al periodismo para transparentar la gestión”.

Si bien aclaró que “no cargaría” a los medios con la responsabilidad de transparentar la actividad de los concejales, Caparelli recibió críticas de medios locales, que olieron en los dichos del edil sesgos de cercenamiento del derecho de la información.

El otro episodio extraño se dio en la reunión de la Comisión de Planeamiento del viernes 9 de abril. En ese encuentro Urriza tuvo que marcharse antes y dejó a un asesor para que se encargara de escuchar la discusión y para que le cuidara el reporter con el que la edil grababa las reuniones de comisión.

Pero el grabador desapareció y, como señaló a este medio la concejal Urriza, del riñón del ministro de Justicia de la Nación, Julio Alak (antecesor y enemigo de Bruera), dos funcionarios de la Municipalidad le dijeron a su asesor que el artefacto se lo había llevado Caparelli.

Si bien Caparelli le dijo que no lo tenía en su posesión, Urriza insistió, hasta que el hombre del hipódromo le preguntó socarronamente si no quería que le comprara uno.

Furiosa, la concejal llamó a la cúpula del bruerismo para pedir que removieran a Caparelli de la presidencia de Planeamiento. Y el propio intendente Bruera tuvo que llamar a Urriza, que le pidió que intercediera en el conflicto. Según la concejal, diez minutos después de ese llamado apareció uno de los asesores de Caparelli con el grabador.

En la conversación grabada por el reporter, como pudo averiguar La Política Online, se podía escuchar al entonces decano de Arquitectura, Néstor Bono (reemplazado por Gustavo Azpiazu), increpando a un funcionario bruerista por no haber sido invitado a participar de la discusión del Código ni por mail.

Pero como dijo Urriza a este medio, cuando le devolvieron el artefacto pudo constatar que la grabación estaba dañada, lo que le agregó a un conflicto que tenía aspecto de infantil, matices de escándalo.

Por estos motivos, la oposición pidió que Caparelli renuncie por no tener “identidad moral”. Sin embargo, el concejal se convirtió en el vocero del bruerismo, a pesar de recibir críticas de propios y extraños.

Incluso la oposición sostiene que fue el propio bruerismo quien filtró a los medios el affaire del reporter como para marcarle la cancha a Caparelli, que si bien vota con el oficialismo, llegó a su puesto de la mano del sector político que encabeza el kirchnerista Carlos Castagneto.

Pero como se dijo más arriba, el bruerismo debe recurrir a un aliado para alcanzar la aprobación, por lo que en el oficialismo saben que si a Caparelli le inician un sumario o le sacan la presidencia de la Comisión de Planeamiento, perderán su voto y por decantación no podrán aprobar el Código.

Los documentos de la oposición

Las críticas de la oposición van más allá de estos dos episodios y se centran principalmente en la celeridad con la que el bruerismo quiso ver aprobado el Código, que como sostienen concejales ajenos al oficialismo, en su versión anterior (aprobada en el año 2000, cuando el presidente del bloque oficialista era el propio Bruera) mereció cuatro años de estudio por parte del Consejo de Ordenamiento Urbano Territorial (Cout) y un año de tratamiento dentro del Concejo Deliberante.

En ese sentido, luego de la entrevista de Bruera con La Política Online (la nota se titula “El antikirchnerismo es lo mismo que el kirchnerismo bobo”), en el Concejo se produjo un nuevo enfrentamiento entre Urriza y Caparelli en plena sesión, el último miércoles.

Es que ante una pregunta de este medio, el jefe comunal había dicho lo siguiente: el Código “es la expresión de distintas corrientes de pensamiento de La Plata. Pusimos el mojón, abrimos un Instituto por el que ha pasado todo el mundo, las Cámaras, los Colegios, las Universidades, los gremios. Creo que es el Código más transparente de la historia de nuestra ciudad”.

Esa respuesta hizo que Urriza mostrara en el recinto distintas cartas de miembros de la Universidad Nacional de La Plata en las que negaban haber sido invitados al debate. La respuesta de Caparelli fue que se convocó “al 95 por ciento de los involucrados en esta temática” para estudiar el Código.

Ante este cruce, La Política Online se contactó con Urriza, que brindó una amplia documentación (ver aparte), entre la que se encuentran las cartas de los académicos y un comunicado a la opinión pública firmado por 6 bloques de la oposición en el Concejo.

En una de las cartas, se expiden “los docentes-investigadores que integran los Institutos, Centros y Laboratorios de Investigación de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo (FAU) de la Universidad Nacional de La Plata”, reunidos en las Jornadas de Investigación de la FAU, declaran que frente a la difusión incompleta e inorgánica por parte del ejecutivo municipal platense de intenciones de modificar las ordenanzas vigentes del Código de Edificación y el Código de Planeamiento Urbano (…) manifiestan su preocupación y desacuerdo por los contenidos hasta ahora conocidos y por los mecanismos participativos implementados hasta el presente para su realización”.

Urriza dijo a La Política Online que con un grupo de concejales visitaron al arzobispo de La Plata, Héctor Aguer, que les comunicó que la Universidad Católica Argentina tampoco había participado del debate del Código. La concejal alakista dijo además que, del mismo modo, la Universidad Tecnológica Nacional no fue invitada.