Felipe Solá es conocido en el peronismo por la imprevisibilidad de sus movimientos políticos. En ese marco y contra la opinión –y hasta el enojo- de varios de sus compañeros del bloque de diputados del peronismo disidente, inició varias emanas atrás un intenso diálogo político con Elisa Carrió.

Incluso, como anticipó La Política Online, se fantaseó con la fórmula Carrió-Solá para el 2011. Pero la novedad es que cerca del ex gobernador no descartan que finalmente la diputada elija no competir en las próximas presidenciales y lleve a Solá como el candidato de su fuerza.

Se trata obviamente de una movida indigesta para la mayoría de la Coalición Cívica, que una vez más está sufriendo los volantazos inconsultos de su líder. Según revela hoy La Nación en un encuentro partidario que ayer encabezó en Mar del Plata, Carrió blanqueó el acercamiento con Solá y la posibilidad de correrse de la pelea del 2011.

El subtexto obvio es que la movida implica en los hechos romper el Acuerdo Cívico y Social que en las últimas elecciones la llevó a aliarse con la UCR y el socialismo. En el encuentro reafirmó su decisión de "dar solos la batalla" en las presidenciales de 2011.

Pero no se quedó allí, también les avisó a los presentes que la pretendida "pata peronista" con la que pretende contar para las presidenciales del año próximo podría incluir la presencia estelar de Felipe Solá.

"Cuando llegué a ARI nos recibió Rafael Balito Romá, que venía de ser el vicegobernador de (Eduardo) Duhalde", les recordó Piemonte a algunos compañeros de partido la semana pasada en charlas informales, según afirmaron a La Nación fuentes partidarias.

Entre los socios de Carrió hay, por supuesto, reparos hacia el ex gobernador bonaerense, cuya gestión fue cuestionada en duros términos por ARI, el partido fundado por la actual diputada por Buenos Aires en 2001. "Está muy bien que se acerque, pero ¿qué pasa si él elige socios en el peronismo que no nos gustan? Hay que ir despacio", afirmó un dirigente a quien Carrió escucha todos los días.

De todos modos, la ex candidata presidencial sostiene un buen vínculo personal con Solá, y parecen haber quedado lejos aquellos tiempos de críticas impiadosas hacia el entonces gobernador kirchnerista.

Al margen de las resistencias que todavía despierta su figura en la CC, Solá comparte con Carrió su aversión hacia dos dirigentes de peso nacional: Julio Cobos y Francisco de Narváez. El vicepresidente, a quien Carrió considera su principal obstáculo en su vínculo con la UCR, fue criticado por Solá cuando rechazó la apelación del mendocino al fallo que cuestionaba la nueva composición de la Comisión Bicameral de Análisis de los Decretos de Necesidad y Urgencia (DNU). Carrió le devolvió gentilezas a Solá cuando acusó a De Narváez, sin nombrarlo, de ser parte de los "políticos que están siempre en campaña".

¿ Y la candidatura presidencial? En una charla reciente con distintos referentes, Carrió puso en duda una nueva postulación. "O soy candidata o me quedo en el Congreso", aclaró. En el entorno de Solá no descartan que finalmente sea el elegido.