El presidente de la Cámara de Diputados, Eduardo Fellner, tiene en sus manos la posibilidad de evitar que la oposición declare en el recinto la nulidad del decreto 298, que habilitó al Gobierno a usar 4.382 millones de dólares de las reservas para pagar deuda. Para eso debería aceptar la impugnación que hoy le acercó el jefe del bloque de diputados kirchneristas, Agustín Rossi.

A través de un recurso administrativo, el santafecino le pidió a Fellner impugnar “el supuesto dictamen” que emitió la Comisión de Presupuesto y Hacienda el 18 de marzo y reeditó la de Asuntos Constitucionales y la de Finanzas el 23, que aprueba un proyecto de resolución de Elisa Carrió que declara nulo el DNU 298. Los que define como carentes “de adecuación a los requisitos sustanciales establecidos constitucionalmente para su dictado”.

“Las comisiones permanentes se apropiaron ilegítimamente de funciones exclusivas de la única comisión con jerarquía constitucional habilitada para controlar los decretos de necesidad y urgencia, transgrediendo parlamentariamente preceptos constitucionales y legales”, denunció Rossi.

Se refiere a la bicameral de Trámite Legislativo, cuya composición forma parte de un litigio judicial entre el bloque de senadores del Frente para la Victoria-PJ y el vicepresidente Julio Cobos, quien avaló la decisión de la mayoría del cuerpo de modificar la integración y dejar al kirchnerismo en minoría pero luego la justicia rechazó ese trámite.

Con la bicameral judicializada, Carrió convenció al resto de la oposición de Diputados en avanzar por una vía alternativa que sólo requiera imponer mayoría en esa Cámara, para lo que alcanza con un acuerdo de los no kirchneristas. Consiste en aprobar en el recinto una resolución que declare nulo el DNU, con previo dictamen de comisiones.

Aunque gran parte de la oposición coincidía con el oficialismo en que este trámite no tiene sustento legal, ante la falta de otras alternativas estos últimos aceptaron la estrategia y reunieron la mayoría en tres comisiones para que el proyecto de Carrió tenga los dictámenes necesarios para que sea tratado. Pero para Rossi, lo hicieron sin las firmas requeridas.

“En la de Presupuesto y Hacienda, sobre 49 miembros que la integran, se obtuvieron 21 firmas, con lo que evidentemente no se llega al número exigido por la forma”, denunció Rossi en el escrito.

Y agregó otro dato: “Existe otro documento o supuesto dictamen, en el que se constan la cantidad de 19 firmas, por lo que se desconoce cuál de los dos documentos fue el que se giró a las comisiones de Finanzas y de Asuntos Constitucionales”.

El dictamen de Presupuesto fue al día siguiente de la primera y única sesión ordinaria que hubo en Diputados, que se extendió hasta la madrugada de esa jornada, una maratón que trajo como consecuencia varias deserciones en la reunión de Comisión.

La oposición se adjudicó el triunfo por el voto de la mayoría y envió el despacho a las comisiones de Finanzas y Justicia, que el martes sesionaron en conjunto y, también con la preeminencia de los no kirchneristas, volvieron a emitir un dictamen favorable.

Rossi también quiere impugnar esta última votación. “Sobre 35 miembros que la integran, se logaron 17 firmas, por lo que tampoco se obtiene el número exigido por el reglamento”, detalló.

“Es innegable que el obrar de las comisiones involucradas en la emisión de un documento al que pretenden darla la entidad de dictamen estuvo viciado tanto en sus orígenes (convocatoria), como en el procedimiento (violación a la normativa legislativa) y en el resultado”, agregó luego.

Rossi termina su presentación señalando que “atento a los vicios e irregularidades precedentemente descriptos, lisa y llanamente no existe un dictamen que habilite a esta Cámara a continuar con el procedimiento parlamentario”.

La vía administrativa evitó al jefe del bloque K recurrir a la justicia, como sí debió hacer su par del Senado, Miguel Pichetto, ante la negativa de Cobos a las objeciones que hizo por decisiones administrativas del cuerpo.

En Diputados, este trámite podría resolverse entre kirchneristas, pese a que son minoría en el recinto.