03 de mayo, 2024
Kirchner y Scioli se mostraron unidos luego de la salida de Monzó
El ex presidente visitó La Plata y se delisgó de la renuncia del ministro de Asuntos Agrarios: "no conzocó a Monzó", afirmó. Con el encuentro ya avanzado irrumpió en salón Daniel Scioli para sorpresa del ex presidente que se apresuró a abrazarlo. A pesar de que desde el público se escuchó decir que "Bruera es un traidor", el ex presidente respondió en exclusiva a LPO que el gobierno no va a retacear fondos para obras en la capital provincial.
Néstor Kirchner continuó hoy con su estrategia de reconciliación con el PJ bonaerense y dio una conferencia en la ciudad de La Plata, un distrito en el que perdió abultadamente en las pasadas elecciones y que no visitaba desde entonces. El encuentro, que deliberadamente exclusó al intendente local Pablo Bruera, sirvió además para que el ex presidente y Daniel Scioli, se mostraran unidos, luego que la renuncia del ex ministro de Asuntos Agrarios, Emilio Monzó, renovara la tensión entre La Plata y la Casa Rosada.
Scioli irrumpió en el Salón Vasco de La Plata, cuando Kirchner promediaba una conferencia de prensa picante –en la que abundó en críticas a Clarín-. Fue tan inesperada su presencia que al aparecer en el palco, descolocó al ex presidente que feliz, lo abrazó y le hizo lugar a su lado.
Tan evidente era la tensión que generaba la ausencia del gobernador, que al inicio de la conferencia el ex presidente tuvo que aclarar que el gobernador estaba junto a Cristina Kirchner anunciando obras en Berazategui. Fue así que antes de la última pregunta de la conferencia, Scioli apareció y tras darle un abrazo a Kirchner se sentó a su lado luego de que Alak le cediera el asiento.
Es que la relación entre Scioli y la Casa Rosada pareció sumar un nuevo pico de tensión ayer –en la ciclotímica relación que los une-, cuando desde la gobernación de despidió al ministro de Asuntos Agrarios, Emilio Monzó, por pedido directo de Kirchner –según el propio funcionario reveló-, enojado por las posturas conciliadores con el campo, del funcionario sciolista.
En ese marco, y cuando desde hace días arrecian todo tipo de versiones de supuestas intenciones desestabilizadoras del kirchnerismo para con Scioli, el gobernador y el ex presidente posaron esta noche frente a las cámaras, diluyendo al menos desde la imagen la posibilidad de una ruptura.
Kirchnerismo platense
Bajo la consigna “Encuentro de la militancia”, el ex presidente logró reunir a la fracción kirchnerista del PJ platense, bajo la presencia destacada del ex intendente Julio Alak (sentado a la izquierda de Kirchner) juntó a otros dirigentes de peso en la ciudad como el viceministro de Desarrollo Social, Carlos Castagnetto y el piquetero Emilio Pérsico.
Hasta que llegó como Daniel Scioli, a la derecha de Kirchner se ubicó el vicegobernador Alberto Balestrini, quien fiel a su estilo no emitió una palabra durante todo el encuentro que se realizó en un pequeño salón del tradicional Centro Vasco platense, ubicado en las calles 14 y 58.
La reunión fue también la excusa para que Kirchner brindara una conferencia de prensa –democrático hábito en el que incursiona cada vez con mayor soltura-. Los temas del diálogo con los mediso fueron básicamente tres –además del encontronazo con el periodista de Clarín que puede leerse en la nota adjunta-: la incidencia del Gobierno nacional en la renuncia del ministro de Asuntos Agrarios de la provincia, Emilio Monzó; la tensa relación con el intendente Pablo Bruera y la Ley de Medios.
Con el tema agropecuario, Kirchner empezó marcando la cancha y dijo que “paro hacen los trabajadores, lockout hacen los del campo”. Luego, a un día de la renuncia del ministro bonaerense, que él mismo habría exigido a Scioli, Kirchner se desentendió totalmente del asunto y afirmó: “No conozco a Monzó”.
"No me animaría bajo ningún aspecto, porque tampoco me hubiera gustado cuando fui intendente, gobernador o presidente, no me animo tampoco a decírselo a Cristina, así que menos vendría a decírselo a Daniel”, dijo en referencia al hecho de requerir cambios de gabinete.
Pero luego dejó bien en claro hacia donde se encaminaba su respuesta: “si lo viera acá a Monzó entre tres, no lo reconocería”.
Todos menos Bruera
Como explicó este medio, Kirchner tiene un duelo especial con Pablo Bruera, ya que gobierna la ciudad en la que el kirchnerismo obtuvo sólo el 21 por ciento de los votos pese a que la fuerza del intendente logró vencer en las elecciones de junio.
Es por esto que tras “cortarle el chorro” para obras y nombrar a su enemigo número uno, Julio Alak, en un cargo trascendental como el de ministro de Justicia de la Nación, antes de esta jornada se discurría en la ciudad si Bruera sería invitado o no al primer encuentro de Kirchner en La Plata luego de las elecciones.
Lo cierto es que el jefe comunal no fue invitado y en ese orden, en la primera pregunta de la conferencia de prensa La Política Online consultó a Kirchner si el Gobierno nacional pensaba apoyar la gestión de Pablo Bruera hasta 2011.
Kirchner respondió que “como usted preguntó por el Gobierno nacional, obviamente que la presidenta apoya a todos los intendentes y gobernadores del país y por supuesto apoya aquí en La Plata para que haga la mejor gestión posible, que es lo que queremos todos los argentinos”.
La respuesta no pareció convencer a muchos, teniendo en cuenta que al lado de Kirchner estaba sentado Alak y detrás del ex presidente se encontraba otro rival del jefe comunal, Carlos Castagneto.
Por eso otros periodistas se la volvieron a hacer en dos ocasiones, hasta que en la sala se escuchó a un hombre gritar “Bruera es un traidor”, lo que fue acompañado con muecas de Kirchner, pese a que luego dijo que “si Bruera me invita voy a estar con todo gusto”.
A pesar de esas declaraciones, quedó claro que el intendente de La Plata quizás no integre nunca el “círculo de confianza” de los Kirchner y que para las elecciones municipales de 2011 lo esperan Alak y Castagneto con toda la artillería kirchnerista.
Scioli irrumpió en el Salón Vasco de La Plata, cuando Kirchner promediaba una conferencia de prensa picante –en la que abundó en críticas a Clarín-. Fue tan inesperada su presencia que al aparecer en el palco, descolocó al ex presidente que feliz, lo abrazó y le hizo lugar a su lado.
Tan evidente era la tensión que generaba la ausencia del gobernador, que al inicio de la conferencia el ex presidente tuvo que aclarar que el gobernador estaba junto a Cristina Kirchner anunciando obras en Berazategui. Fue así que antes de la última pregunta de la conferencia, Scioli apareció y tras darle un abrazo a Kirchner se sentó a su lado luego de que Alak le cediera el asiento.
Es que la relación entre Scioli y la Casa Rosada pareció sumar un nuevo pico de tensión ayer –en la ciclotímica relación que los une-, cuando desde la gobernación de despidió al ministro de Asuntos Agrarios, Emilio Monzó, por pedido directo de Kirchner –según el propio funcionario reveló-, enojado por las posturas conciliadores con el campo, del funcionario sciolista.
En ese marco, y cuando desde hace días arrecian todo tipo de versiones de supuestas intenciones desestabilizadoras del kirchnerismo para con Scioli, el gobernador y el ex presidente posaron esta noche frente a las cámaras, diluyendo al menos desde la imagen la posibilidad de una ruptura.
Kirchnerismo platense
Bajo la consigna “Encuentro de la militancia”, el ex presidente logró reunir a la fracción kirchnerista del PJ platense, bajo la presencia destacada del ex intendente Julio Alak (sentado a la izquierda de Kirchner) juntó a otros dirigentes de peso en la ciudad como el viceministro de Desarrollo Social, Carlos Castagnetto y el piquetero Emilio Pérsico.
Hasta que llegó como Daniel Scioli, a la derecha de Kirchner se ubicó el vicegobernador Alberto Balestrini, quien fiel a su estilo no emitió una palabra durante todo el encuentro que se realizó en un pequeño salón del tradicional Centro Vasco platense, ubicado en las calles 14 y 58.
La reunión fue también la excusa para que Kirchner brindara una conferencia de prensa –democrático hábito en el que incursiona cada vez con mayor soltura-. Los temas del diálogo con los mediso fueron básicamente tres –además del encontronazo con el periodista de Clarín que puede leerse en la nota adjunta-: la incidencia del Gobierno nacional en la renuncia del ministro de Asuntos Agrarios de la provincia, Emilio Monzó; la tensa relación con el intendente Pablo Bruera y la Ley de Medios.
Con el tema agropecuario, Kirchner empezó marcando la cancha y dijo que “paro hacen los trabajadores, lockout hacen los del campo”. Luego, a un día de la renuncia del ministro bonaerense, que él mismo habría exigido a Scioli, Kirchner se desentendió totalmente del asunto y afirmó: “No conozco a Monzó”.
"No me animaría bajo ningún aspecto, porque tampoco me hubiera gustado cuando fui intendente, gobernador o presidente, no me animo tampoco a decírselo a Cristina, así que menos vendría a decírselo a Daniel”, dijo en referencia al hecho de requerir cambios de gabinete.
Pero luego dejó bien en claro hacia donde se encaminaba su respuesta: “si lo viera acá a Monzó entre tres, no lo reconocería”.
Todos menos Bruera
Como explicó este medio, Kirchner tiene un duelo especial con Pablo Bruera, ya que gobierna la ciudad en la que el kirchnerismo obtuvo sólo el 21 por ciento de los votos pese a que la fuerza del intendente logró vencer en las elecciones de junio.
Es por esto que tras “cortarle el chorro” para obras y nombrar a su enemigo número uno, Julio Alak, en un cargo trascendental como el de ministro de Justicia de la Nación, antes de esta jornada se discurría en la ciudad si Bruera sería invitado o no al primer encuentro de Kirchner en La Plata luego de las elecciones.
Lo cierto es que el jefe comunal no fue invitado y en ese orden, en la primera pregunta de la conferencia de prensa La Política Online consultó a Kirchner si el Gobierno nacional pensaba apoyar la gestión de Pablo Bruera hasta 2011.
Kirchner respondió que “como usted preguntó por el Gobierno nacional, obviamente que la presidenta apoya a todos los intendentes y gobernadores del país y por supuesto apoya aquí en La Plata para que haga la mejor gestión posible, que es lo que queremos todos los argentinos”.
La respuesta no pareció convencer a muchos, teniendo en cuenta que al lado de Kirchner estaba sentado Alak y detrás del ex presidente se encontraba otro rival del jefe comunal, Carlos Castagneto.
Por eso otros periodistas se la volvieron a hacer en dos ocasiones, hasta que en la sala se escuchó a un hombre gritar “Bruera es un traidor”, lo que fue acompañado con muecas de Kirchner, pese a que luego dijo que “si Bruera me invita voy a estar con todo gusto”.
A pesar de esas declaraciones, quedó claro que el intendente de La Plata quizás no integre nunca el “círculo de confianza” de los Kirchner y que para las elecciones municipales de 2011 lo esperan Alak y Castagneto con toda la artillería kirchnerista.
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KIRCHNER 2011