Con la presidenta Cristina Kirchner de regreso de su viaje a Trinidad y Tobago, es inminente el anuncio de quién reemplazará a Fernando Fraguío en la devaluada Secretaría de la Industria. Según fuentes de La Política Online un ex subsecretario de esa oficina podría ocupar el cargo. Se trata de Horacio Cepeda, un hombre cercano a la ministra de la Producción, Débora Giorgi.
Pero también hay intensas conversaciones con los industriales porque barajan nombrar algún dirigente de la Unión Industrial Argentina (IUA). Según fuentes del sector, su ex presidente, Juan Carlos Lascurain, es el nombre que más suena. Sin embargo, los industriales dudan aceptar ese cargo al que no consideran de gran valor.
Lo cierto es que la Secretaría de la Industria es un espacio que Giorgi anhela desde que asumió el Ministerio y que esta decisión tiene más trasfondo político que de gestión real. Es que la secretaría de la Secretaría de la Industria ya no es lo que era.
Cuando Fraguío dejó la presidencia de la automotriz Iveco y se convirtió en funcionario del Gobierno en 2007, era prácticamente el único contacto que la gestión kirchnerista tenía con la Unión Industrial Argentina (UIA). Tanto, que no fue casual que el Gobierno decidiera nombrar a un hombre del sector automotriz, una de las patas de su modelo económico. Se convirtió en la institucionalización de un acuerdo serio de Kirchner con el sector.
Antes de decidirse por Fraguío, Néstor Kirchner quiso nombrar a Luis Ureta Sáenz Peña, quien en ese entonces era presiente de filial de Peugeot en Argentina. Pero el empresario lo rechazó y aceptó el cargo de embajador argentino en Francia.
Pero la Secretaría entró en una clara devaluación luego de que se creara el Ministerio de la Producción con Giorgi a la cabeza. Menos luego de que la economista nombrara tres de sus subordinados y dejara a Fraguío sin demasiado margen de maniobra.
Qué hay detrás de la renuncia
Se especula que la renuncia de Fraguío tiene un mensaje hacia el Gobierno de parte de las automotrices que hoy se encuentran fuertemente golpeadas por la crisis internacional.
Según fuentes gubernamentales y empresariales, la relación entre Giorgi y Fraguío fue "más que áspera" desde el primer instante. El ejemplo más claro fue que una de las primeras medidas que tomó la economista cuando asumió el flamante Ministerio de Producción, nombre a tres subsecretarios cercanos a ella en la Secretaría de la Industria. En ese instante, Fraguío le manifestó a Giorgi que quería renunciar, pero ella le pidió tiempo para ordenar la transición. Hasta este fin de semana, él se lo dio. Lo que aceleró la renunciafue que Giorgi firmó un paquete de resoluciones para frenar importaciones entre las que se encuentra una medida que trabó el ingreso al país de autopartes brasileñas imprescindibles para que las terminales nacionales exporten los autos que a Brasil les demanda.
El sábado Fraguío presentó su renuncia y dejó a la ministra sin margen de tiempo y con Cristina Kirchner de viaje en Trinidad y Tobago para participar en la V Cumbre de las Américas. Cuando Giorgi la llamó para contarle de la situación, la presidenta le contestó: “Bueno, está muy bien. Esperá que vuelva a ver qué hago”.
Si hoy se nombra a Cepeda, significa que el matrimonio decidió concederle a Giorgi el manejo real del área.