Mientras en la ciudad siguen surgiendo tubos de ensayo kirchneristas para llenar las listas de un distrito netamente adverso, como los de Amado Boudou, Rosario Lufrano y hasta Alejandro Dolina, un frente interno apoyado por el peronismo porteño y el sector más progresista busca acercar posiciones para unir a Aníbal Ibarra y Daniel Filmus para que ambos sean los candidatos a diputados y legislador, respectivamente.

El principal impulsor es el propio Filmus. Él cree que hay que plantearle la lucha al macrismo en la Legislatura y no dudaría en dejar su banca en el Senado y bajar a la ciudad. Claro que para eso exige algo. Ese algo, es contar con pleno apoyo de todo el espacio progresista para ser el candidato a legislador de Ibarra.

Detrás del plan está al apoyo directo de Alberto Fernández –“no voy a ser candidato, pero todo lo que pueda hacer lo haré”, dijo-, el nombre de Carlos Heller como segundo de Ibarra en la búsqueda de sillas en la Cámara Baja nacional y allí sumarse al espacio crítico de Miguel Bonasso, quien también tendría su tajada: el renunciar Ibarra al parlamento porteño, esa banca será para gente suya.

¿Candidato K?

Pero las dudas aparecen, lógicamente, cuando entra en escena el nombre de Néstor Kirchner. La idea es, con el paquete armado, no ofrecérselo sino directamente imponérselo al ex presidente. Saben que, por lejos, van a ser la mejor opción para el kirchnerismo en el distrito que hoy conduce Mauricio Macri.

“No le va a quedar otra que apoyarlo”, piensan en voz alta, mientras calculan en el aire que cualquiera de las otras opciones, a lo sumo, sacaría 5 puntos mientras con Ibarra apuestan a lograr entre 15 y 17. Y aquí los números son importantes. 10 puntos en la ciudad son muchos votos que, en la sumatoria nacional, pueden ser una diferencia sustancial en la idea kirchnerista de nacionalizar las elecciones.

Claro que ahí juega otro factor fuerte: ver si Ibarra acepta poner su nombre a la cabeza de la lista K. Desde su entorno, se encargaron de marcar distancias. “El gobierno no va a cambiar como para convencerlo a Aníbal” dicen, aunque admiten la presencia en la lista de “kirchneristas críticos” o de “tipos que son progresistas desde antes”. “Heller o Filmus eran progresistas antes de Kirchner”, entienden.

“Hasta hace dos o tres meses éramos el limite y ahora recibimos llamados” es la forma en que interpretan el interés en Ibarra como candidato. Ahora, son banca.

“Aníbal reivindica su alianza con Filmus y se hace cargo de eso”, dicen. Pero esa frase tiene una lectura. Para el ibarrismo, Filmus es un hombre suyo y no de Kirchner. A lo sumo, lo ven como un kirchnerista crítico. “Filmus ve que del espacio K no queda nada. Por eso cree que lo mejor es ir con Aníbal”, opinan desde el PJ porteño.

Incluso, dicen estar observando los movimientos de Roberto Lavagna. Valoraron –explican- su actitud de negarse a participar en una mesa de debate junto a Mauricio Macri, Francisco de Narváez y Felipe Sola. Y no niegan que en estos días existieron encuentros cruzados entre sus referentes.

Como dato de la situación que se vive dentro del Frente para la Victoria, basta con mencionar el fuerte enojo de estos sectores por el acuerdo electoral realizado en Catamarca. Un funcionario nacional del sector, dejó trascender que cuando “lo de Aldo Rico no se terminaba de digerir, ahora alguien sacó de la cenizas a Ramón Saadi y a Luís Barrionuevo que finalizaron marcando la cancha a Néstor Kirchner”.

Alberto, por último, tiró otro nombre. El de Rafael Bielsa. Pero se encargó de aclarar que Ibarra “no representa un elemento de enfrentamiento con el gobierno nacional”. Pero Ibarra parece no pensar lo mismo.