El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, tomó el toro por las hastas y lo dijo sin vueltas: “Cuando uno no gana una guerra después de 50 años, pues la perdió”. Con ese demoledor sentido común, el colombiano de visita de Estado en México, pidió darle un nuevo enfoque a la guerra contra las drogas.

Santos pidió directamente impulsar la legalización dela mariguana, retomando el guante de la propuesta que lanzó el secretario de Gobernación, Miguel Osorio Chong, un día antes en la ONU en un panel sobre drogas convocado como preparatorio de la cumbre global que se realizará sobre el tema en el 2016.

Chong dijo ante ministros y viceministos de todo el Continente que es el momento de abrir la discusión sobre la legalización tanto en el Congreso como en la sociedad civil.

Prudente, dijo que el gobierno mexicano no tiene una postura definida en torno a la despenalización, pero la impulsó claramente: “Me parece muy bien que (la discusión) pueda ser desde el Congreso, pero para toda la sociedad, y que tenga consecuencias ese debate. Que se abra y que se definan políticas públicas. Nosotros estamos abiertos a los resolutivos de ese debate”, anticipando que el Gobierno no objetaría una norma que despenalice el cáñamo.

Santos en una entrevista publicada este sábado por El Universal, celebró que los gobierno de Latinoamérica –en Uruguay ya fue legalizada- estén cada vez más receptivos a esta propuesta.

“Se están dando cuenta que tenemos que repensar esta lucha contra las drogas. Llevamos 50 años desde que se declaró la guerra a las drogas en las Naciones Unidas y después de 50 años no hemos ganado la guerra. Cuando uno no gana la guerra después de 50 años, pues la perdió”, afirmó.

Y agregó: “Tenemos que repensar cómo podemos abordar este problema de común acuerdo, porque ningún país individualmente puede solucionar un problema que es multinacional, es un problema netamente multinacional y por eso es tan importante que encontremos entre todos nuevos caminos”.

El presidente colombiano incluso reveló que el tema lo trató directamente con Peña Nieto en su visita del viernes. “Hemos hablado sobre la necesidad de estudiar fórmulas alternativas. México, Colombia y todos los países latinoamericanos han venido discutiendo este tema. La OEA con Estados Unidos y Canadá ha emitido resoluciones en ese sentido, se hizo un estudio producto de la Cumbre de las Américas que se celebró en Colombia hace tres años, que la OEA adoptó para proponer nuevas fórmulas y ése va a ser el tema de fondo en una asamblea especial que se citó de Naciones Unidas en el año 2016”.

Todo indica que estamos ante una verdadera iniciativa conjunta de las dos naciones más relevantes en el tema del Narco. Colombia porque sigue siendo el mayor productor de cocaína del mundo –de hecho este año la producción volvió a crecer- y México porque es la sede de los carteles más poderosos y el paso de la droga a Estados Unidos que consume el 80 por ciento de la producción global.

Esta claro que las cautas pero precisas palabras de Chong más las contundentes declaraciones de Santos buscan empezar a instalar a nivel regional el tema, presuntamente con la idea de llegar a la cumbre del 2016 con una postura acordada al menos a nivel Latinoaméricano.

Estados Unidos es un mundo aparte, aunque esta claro que es una parte importantísima del problema –nada menos que el cliente que justifica el negocio- y de hecho en varios de sus estados ya se ha despenalizado la marihuana.

La despenalización apunta principalmente a reducir la violencia que genera la ilegalidad del tráfico y el consumo. Pero Santos explicó porque la solución sólo puede ser regional y hasta global.

“Son los hechos los que están mostrando el camino. Cuando uno lo enfoca solamente en un problema de represión, pues entonces lo que ve es un aumento desmesurado en el número de personas presas en las cárceles y el problema sigue y el problema continúa y la violencia sigue y la violencia continúa, entonces los países están viendo que esa represión no es la solución, por eso le digo que llevamos 50 años con esa fórmula y lo que tenemos es un negocio que continúa y que si somos exitosos en Colombia, se viene para México, o se va para Guatemala y si son exitosos en México, se va para Perú o se va para Brasil u otras partes del mundo, porque no es un problema que se restrinja al área latinoamericana; si no usted vaya al Medio Oriente y ve el tráfico de heroína cómo está financiando una parte del terrorismo. Entonces es un problema mundial.”

Con palabras casi calcadas, Chong afirmó el jueves en la ONU que la legalización de la marihuana podrían atenuar “los efectos que tienen como resultado la violencia” y agregó casi revelando lo que parece una acción diplomática ya concertada “México desea que la próxima UNGASS (la sesión especial de la Asamblea General de la ONU del 2016) sea el espacio adecuado para reflejar la voluntad colectiva de la comunidad internacional por cambiar el rumbo de la respuesta actual”.