El ministro de Economía, Axel Kicillof, aseguró hoy que dentro del G-20 existe "desazón" a causa de la falta de respuestas que permitan salir de la crisis internacional surgida en 2008 y que la problemática nacida en los países desarrollados ahora se traslada a las naciones emergentes, por lo que China a pesar de su elevada tasa respecto al resto del mundo, en 2014 registrará el porcentaje de crecimiento más bajo en quince años.

Kicillof estará al frente de la delegación argentina que participará de la Cumbre del G-20 que entre mañana y el domingo se llevará a cabo en Brisbane, Australia, en representación de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, quien no pudo viajar al país oceánico debido al reposo de diez días que le recomendaron los médicos.

Esta será la primera reunión en la que no estará presente Cristina desde el 2008 a la fecha, cuando el foro surgido a principios de la década de los 90 pasó a ser uno de los espacios de discusión global más importante -por contar con naciones desarrolladas y emergentes- tras la crisis desatada a nivel internacional a causa de las hipotecas de baja calidad en EEUU.

"A casi seis años de 2008, desde la famosa crisis de Lehman Brothers, lo que encontramos es que la economía mundial no está reaccionando a las medidas que se han tomado. O probablemente está reaccionando a la insuficiencia de medidas que se han tomado", dijo a la prensa el ministro tras su llegada a Brisbane, junto con el canciller Héctor Timerman.

La agenda central de la cumbre hace foco precisamente en la necesidad de fortalecer el crecimiento de la economía mundial y la creación de puestos de trabajo, entre otras cuestiones.

"En estos años se perdieron 33 millones de puestos de trabajo y si las tasas de crecimiento son las que se estiman en el G-20, en 2018 recién habremos recuperado los 33 millones de puestos de trabajo perdidos. Así que estamos hablando de una década pérdida a escala mundial con epicentro en las economías desarrolladas", sostuvo el titular del Palacio de Hacienda.

Respecto de nuestro país, Kicillof dijo que bajo este contexto "sería raro" que la economía argentina mantuviera la senda del crecimiento exponencial de los años previos.

"Como en todos lados existe un componente local y un componente internacional", agregó el ministro, quien subrayó que en la región "hay economías que han sido sometidas a una entrada muy fuerte de capitales que están en este momento experimentando graves problemas".

"Si bien en el marco local uno siempre discute las cuestiones de la Argentina, que las hay y muchas porque ha sido un país que ha crecido muchísimo, entonces hay problemas derivados del crecimiento, de la situación regional y de la cuestión energética", sostuvo el ministro.

En el aspecto global, Kicillof dijo que será "muy importante la discusión que se dé en torno a la causa de la crisis y, por otro lado, a los remedios" recetados para salir de esta situación.

El ministro recordó que "hay una discusión desde hace mucho tiempo, que es si de la crisis se sale con medidas tendientes a incrementar la productividad la oferta, a través de reformas estructurales; o si concretamente lo que está ocurriendo es que hay una deficiencia de demanda a escala internacional".

Kicillof advirtió sobre la necesidad de que se repongan "las medidas que se retiraron prematuramente como son los estímulos monetarios por la presunta recuperación de la economía".

Y agregó que deberían ser complementadas con otras de corte fiscal vinculadas con el incentivo, el estimulo de la demanda agregada a nivel global.

El funcionario argentino alertó que "está andando mal el nivel de actividad, el nivel de empleo, está dando mal el comercio y la verdad es que el G-20 es un grupo apropiado para discutir qué medidas se pueden tomar a escala planetaria a través de las grandes potencias y de los países emergentes, para encontrar una respuesta a esta situación".

Kicillof sostuvo que "esta crisis ha tenido una evolución que podemos llamar migratoria", que empezó en EEUU, luego pasó a Europa, sobretodo a los eslabones mas débiles de la Unión Europea como Grecia, y ahora representa un peligro para las naciones emergentes.

Tras sostener que "Europa no se pone en marcha", Kicillof advirtió sobre el "grave peligro" que este contexto representa para las naciones emergentes, en especial por el fin de las medidas de estímulo monetario en EEUU, que pueden desencadenar una huida de los capitales que fueron hacia los países en desarrollo, en un cuadro de muchísima inestabilidad desde el punto de vista, monetario, cambiario y financiero.