Lejos del acuerdo técnicamente cerrado que había filtrado en tres ocasiones el Gobierno, esta semana las negociaciones técnicas con el FMI siguen su curso. Como reconoció este lunes el representante argentino ante el organismo, Sergio Chodos, en este momento el Gobierno está armando junto con el staff técnico del Fondo el esquema del nuevo crédito, desde lo que pueden llegar a crecer la economía y las exportaciones a el valor del dólar y una eventual salida del cepo.

En declaraciones a El Destape primero y a Clarín después, Chodos sostuvo que están construyendo el esqueleto del nuevo préstamo que irá con cada desembolso a cubrir los pagos trimestrales que restan hasta 2025, montos que se deberán pagar posteriormente de acuerdo a un nuevo esquema de pagos hasta 2031.

El FMI rechazó postergar pagos y le pone presión a la Argentina para que cierre el acuerdo

"Con el FMI se está discutiendo el esqueleto de los programas que vamos a tener que tener. Está claro que la Argentina no va a poder pagarle en estas condiciones al Fondo", dijo a El Destape.

Las declaraciones de Chodos llegan después de que La Cámpora se opusiera al pago al FMI y a los términos en los que se venía trabajando con Luis Cubeddu y Julie Kozack y después de que el FMI descartara la postergación de los pagos mediante un waiver como lo hizo en 2002 y 2004. Así, las reservas en el Banco Central obligan al Gobierno a alcanzar un acuerdo en la primera mitad del año que viene y de ser posible en los primeros dos meses porque las reservas líquidas ya son negativas.

Dentro de las variables que se están definiendo se encuentran la trayectoria de crecimiento económico, recaudación, sendero de convergencia al equilibrio fiscal, superávits fiscal y comercial para fortalecer las reservas y la capacidad de repago del crédito y también la dinámica del tipo de cambio que estará supuesta en los siguientes presupuestos nacionales.

Es que, de acuerdo al artículo XIX del Convenio Constitutivo del Fondo, los países miembro tienen la obligación de levantar cualquier restricción cambiaria tan pronto la economía lo permita en tanto no se deteriore la balanza de pagos. Sin embargo, desde 2008 a esta parte, tras la crisis de Islandia, el FMI ya no fuerza a los países a implementar un shock de unificación cambiaria para salir del cepo.

"No hay un problema con el tipo de cambio, en todo caso es la brecha cambiaria y discutís medidas de controles de capitales y eventualmente, cuando la situación esté normalizada dentro de bastante tiempo, cómo ir aflojándola", dijo Chodos a Clarín.

Y aclaró que el programa que están diseñando es uno "sin recesión", es decir sin un ajuste de corto plazo que detenga la incipiente recuperación económica. Además aseguró que el acuerdo estará listo antes de marzo, es decir, después de pagar el vencimiento de 1.900 millones de dólares en diciembre, pero antes de que entre a correr el siguiente pago.

No obstante, en el Ministerio de Hacienda aclararon a este medio que las negociaciones no se aceleraron, sino que por el contrario seguirán hasta diciembre con un esquema de una reunión aproximadamente por semana vía zoom y con los mismos intermediarios. Es que lo primero para el equipo de Guzmán es saber cuál es la decisión de la Junta Directiva respecto de los intereses punitorios o "sobretasas" que deberán afrontar los países con deudas excesivas sobre sus aportes al FMI, como es el caso de la Argentina.